martes, 2 de diciembre de 2008

Novena a Santa Bárbara (día séptimo).

Per signum Crucis…
Señor Mío Jesucristo…

Oración preparatoria para todos los días.
¡Oh gloriosa virgen y mártir, Santa Bárbara...
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Lectura bíblica: Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthaeum 10, 28-33.
Reflexión: El reino de los cielos, dice el Salvador, se alcanza a viva fuerza, y los que se hacen violencia a sí mismos son los que lo arrebatan (Mateo 11, 12). Según esto, sólo los que combaten el buen combate del Señor, tienen derecho a aquel reino y, en manera alguna, los cobardes y desidiosos. Mucho menos lo habrán de poseer los que llevan una vida toda de placeres y deleites.
Si Santa Bárbara se hizo tan fuerte contra tan terribles suplicios, sin que su ánimo jamás desmayara, es que no se dejó impresionar tanto de lo que le atormentaba cuanto del premio que esperaba.
Jaculatoria: ¡Oh! Santa patrona mía, libradme de toda cobardía, inconstancia y desidia en el servicio de Dios!
Prácticas: 1) Guiarse siempre por esta máxima de San Crisóstomo que, en la adquisición de la virtud, el camino más expedito es no mirar los trabajos solos, ni el premio solo, sino el premio vinculado a los trabajos; 2) ofrecerse con frecuencia a Dios para aceptar generoso todos los trabajos y todas las aflicciones de la vida presente como medio de ganar la vida eterna.
Pater noster, Ave María, Glória Patri...
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Oración final.
Aquí tenéis, oh santa patrona y protectora nuestra...

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