Per signum Crucis…
Señor Mío Jesucristo…
Señor Mío Jesucristo…
Oración preparatoria para todos los días
¡Oh gloriosa virgen y mártir, Santa Bárbara...
*
Lectura bíblica: Sequéntia sancti Evangélii secúndum Mathaeum 9, 14-17.
Reflexión: El mundo es esencialmente enemigo de Jesucristo y de su doctrina. Si fueseis del mundo, decía el Salvador a sus discípulos, el mundo os amaría como cosa suya; pero como no soy del mundo…por eso el mundo os aborrece (Juan 15; 19).
Es imposible quedarse indiferente entre Jesucristo y el mundo, o tomar partido por ambos, a la vez. Quien elige a Jesucristo con su cruz, el mundo le aborrece y odia, y quien se da al mundo y a sus pompas, le rechaza Jesucristo.
Santa Bárbara fue perseguida por quien menos era de esperarlo, experimentando en sí misma esa sentencia del Salvador: Los enemigos del hombre serán las personas de su propia familia (Mateo 16; 36). ¡Ay! Cuántos padres de familia, lejos de conducir a sus hijos por el camino del cielo, son los primeros en apartarlos de él.
Jaculatoria: ¡Oh! Santa patrona mía, hacedme fuerte contra el mundo y contra mí mismo para que sea servidor fiel de mi Señor Jesucristo.
Prácticas: Si quieres librarte de la esclavitud del mundo: 1) no te suscribas a ningún periódico que no sea sinceramente respetuoso de la fe, y abstente de toda lectura contraria a la religión o buenas costumbres; 2) profesa siempre con toda entereza tus creencias y guárdate de todo respeto humano ante los secuaces del mundo; retráete de todas las fiestas y espectáculos en que no se respeten las reglas de la honestidad cristiana.
Reflexión: El mundo es esencialmente enemigo de Jesucristo y de su doctrina. Si fueseis del mundo, decía el Salvador a sus discípulos, el mundo os amaría como cosa suya; pero como no soy del mundo…por eso el mundo os aborrece (Juan 15; 19).
Es imposible quedarse indiferente entre Jesucristo y el mundo, o tomar partido por ambos, a la vez. Quien elige a Jesucristo con su cruz, el mundo le aborrece y odia, y quien se da al mundo y a sus pompas, le rechaza Jesucristo.
Santa Bárbara fue perseguida por quien menos era de esperarlo, experimentando en sí misma esa sentencia del Salvador: Los enemigos del hombre serán las personas de su propia familia (Mateo 16; 36). ¡Ay! Cuántos padres de familia, lejos de conducir a sus hijos por el camino del cielo, son los primeros en apartarlos de él.
Jaculatoria: ¡Oh! Santa patrona mía, hacedme fuerte contra el mundo y contra mí mismo para que sea servidor fiel de mi Señor Jesucristo.
Prácticas: Si quieres librarte de la esclavitud del mundo: 1) no te suscribas a ningún periódico que no sea sinceramente respetuoso de la fe, y abstente de toda lectura contraria a la religión o buenas costumbres; 2) profesa siempre con toda entereza tus creencias y guárdate de todo respeto humano ante los secuaces del mundo; retráete de todas las fiestas y espectáculos en que no se respeten las reglas de la honestidad cristiana.
Pater noster, Ave María, Glória Patri...
Oración final.
Aquí tenéis, oh santa patrona y protectora nuestra...
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