miércoles, 29 de mayo de 2013

Santa María Magdalena de Pazzi.

Virgen
n. 1566 en Florencia, Italia; † 25 de mayo de 1607
Patrona de los enfermos. Protectora contra las enfermedades y las tentaciones que atentan contra la virtud de la pureza
SANTA MARÍA MAGDALENA DE PAZZI, Virgen
Si alguno quiere venir en pos de Mí,
que se renuncie a sí mismo,
que tome su cruz cada día y que me siga.
(Lucas 9, 23)
Santa María Magdalena de Pazzi, aun en la flor de la edad, obtuvo, a fuerza de insistencia, de sus padres, el permiso para entrar en el monasterio de las carmelitas de Florencia. Mostró, desde el comienzo, una virtud consumada. Tan admirable era su oración, que pasaba a veces ocho días en éxtasis. Éstas y otras gracias extraordinarias fueron tachadas de ilusiones, y la santa fue sometida, durante cinco años enteros, a las más rudas pruebas. Finalmente, Dios devolviole la calma y la consoló con su divina presencia. Recibió el don de milagros y de profecía, y murió en el año 1607, a la edad de 41 años.
MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA
DE SANTA MARÍA
MAGDALENA DE PAZZI
I. Esta santa amó a Dios desde que tuvo suficiente razón como para conocerlo. Aislábase para orar; pasaba horas enteras ante el Santísimo Sacramento; su Bienamado sin cesar estaba presente en su memoria. ¿Has comenzado tú a amar a Dios? ¡Desde hace ya mucho tiempo lo conoces y muy poco lo has amado!
II. Ella despreció todas las ventajas temporales que le aseguraban sus hermosas cualidades, y desde que conoció la vanidad del mundo, apresurose a dejarlo, protestando que estaba dispuesta a soportar todos los suplicios antes que permanecer en él. Mira tú las grandezas, las riquezas y los placeres con los ojos de la fe, y no tendrás sino desprecio por lo que el mundo adora. Pon los ojos en el cielo, allí es donde debes poner todas tus esperanzas. He aprendido a pisar la tierra y no a adorarla, no me es lícito poner en las cosas inanimadas las esperanzas de mi vida (San Clemente de Alejandría).
III. La oración continua de esta santa era la fuente de todas sus virtudes. Hacíala amar a Dios únicamente y despreciar todo lo que no fuera Dios. Tú no podrás formarte alta idea de Dios, porque no piensas en Él, porque no conversas con Él. Gusta de la oración, ella te desasirá de la tierra y te unirá por entero a Dios; haz tu jaculatoria el lema de esta santa: ¡Sufrir o morir!
La castidad.
Orad por los que están afligidos.
ORACIÓN
Oh Dios, amador de la virginidad, que habéis abrasado de vuestro amor y adornado con vuestros dones celestiales a vuestra bienaventurada virgen María Magdalena,
haced que honrando su memoria, imitemos su pureza
y su castidad. Por J. C. N. S.
Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo II; Patron Saints Index.

martes, 28 de mayo de 2013

BREVÍSIMA HISTORIA DE LA PARROQUIA DE CASABLANCA.

La historia de la Parroquia de Casablanca se remonta a los tiempos de la Conquista de Chile cuando los españoles empezaron a buscar una ruta hacia el mar que les permitiera recibir los pertrechos indispensables para el proceso de la conquista desde el Virreinato del Perú, y enviar, además, relación de los acontecimientos a los Reyes de España, con el fin de que estos prosiguieran apoyando las incursiones por los territorios descubiertos. Es así como buscando hacia el poniente siguieron el curso del Valle de Curacaví, desembocando luego en un fértil valle que los naturales llamaban de Acuyo y que es la geografía en que actualmente se asienta la ciudad de Casablanca. Como es por todos sabido, los conquistadores desde un principio se hicieron acompañar por sacerdotes pertenecientes a órdenes religiosas, por cuanto uno de los propósitos de la conquista era la evangelización de las gentes que habitaban las tierras descubiertas. Los religiosos se encargaron de enseñar la doctrina cristiana a los naturales del lugar, esto es, los indios; por esto, el lugar donde se establecía este sacerdote o religioso se llamaba “doctrina” y el que lo atendía era el “doctrinero”.

La Parroquia de Casablanca fue fundada o erigida el 28 de mayo de 1680 por el Obispo de Santiago, Fray Bernardo Carrasco Saavedra, separándola de la Parroquia de El Salvador de Valparaíso, más conocida como La Matriz y que se ubica en el sector de la aduana de Valparaíso, y con la que limitaba el Cerro Alegre. Por otra parte, abarcaba lo que es hoy la Parroquia de Viña del Mar y la de Quilpué; por el sur, llegaba hasta Lo Abarca y Lo Zárate. Cabe hacer notar que la Parroquia de Casablanca se fundó antes que la ciudad. Esta fue fundada el 23 de octubre de 1753 por Don Domingo Ortiz de Rozas, Conde Poblaciones, con el nombre de Villa de Casablanca de Santa Bárbara de la Reina, en honor de la reina de España, doña Bárbara de Braganza, mujer de Fernando VI. Al parecer, luego de esta fundación, la Parroquia pasó a llamarse Parroquia de Santa Bárbara de Casablanca. En el primer libro de bautismos que comienza en 1697, en el encabezamiento de las partidas se dice: “En la Parroquia de Acuyo puse óleo y crisma...”, o “en la Iglesia Parroquial de Casablanca...” A partir de enero de 1757, las partidas de bautismos se encabezan del modo siguiente: “En Santa Bárbara de la Reina de Casablanca, en la Iglesia parroquial...”, o “En la Villa de Santa Bárbara de Casablanca...” Como dato curioso de carácter histórico cabe consignar que en los márgenes de las partidas de bautismo y en los libros de matrimonios, se identifica a “indio”, “español”, “mestizo” o “mulato”.

Desde 1680 con su primer párroco, don Pedro de Burgao y Véliz, hasta el presente, han sido curas párrocos de Casablanca una cincuentena de sacerdotes.
Respecto de la Iglesia parroquial, Casablanca, ha tenido varias; una de las más antiguas la levantó don Antonio de la Huerta (1748-1762). En su “relación de méritos y servicios” (Madrid, 8 de julio de 1762) se lee: “El Dr. Huerta sirvió durante dieciséis años el curato de Casablanca. Construyó allí una capilla, y cuando se fundó la Villa de santa Bárbara de la Reina, contribuyendo con dinero de su peculio, hizo la Iglesia Matriz que estuvo terminada antes de 1762...” El cura Ambrosi (1829-1834) hizo importantes reparaciones en el templo. Otra iglesia fue edificada por Fray Fernando López de Heredia (1851-1869). Probablemente, fue esta la que destruyó el terremoto de 1906. La actual fue construida después de este gran sismo que echó por tierra a Valparaíso y sus alrededores, comenzándose los trabajos de su edificación en 1908 aproximadamente, siendo párroco don José Miguel Galaz, tío del poeta casablanquino Alejandro Galaz Jiménez.
En el libro de inventarios y copias de escrituras, el presbítero Galaz escribió en 1908: “Al costado de la Casa Parroquial se encuentra un sitio ocupado por los escombros de la que fue iglesia destruida totalmente por el terremoto de 1906, en 16 de agosto, actualmente se demuelen los muros aún en pie que eran de ladrillo con barro, dentro se guarda el altar mayor de mármol, enteramente estropeado por la caída de la techumbre y muralla encima”. En el mismo libro, se encuentra la relación redactada con fecha 29 de noviembre de 1911 en que se da cuenta de la nueva construcción de la Iglesia Parroquial actual:

“La iglesia ha sido edificada sobre los antiguos cimientos y se la ha agregado el ábside del fondo. La construcción es de fierro y cemento armado. Mide cuarenta y siete metros de largo; diez metros de ancho; el alto general diez metros en los muros; dos capillas a los costados del presbiterio formando cruz de seis metros de ancho por seis de largo y siete de alto; a la entrada de la puerta principal hay dos capillas; una sirve de baptisterio y en la otra está la escala de subida al coro con tres descansos y plataforma arriba, toda de madera de pino y varanda (sic).

“El encielado de la Iglesia es de tabla de pino compuesta con tijerales armados al descubierto y consolas, formando arquería, estilo inglés. El piso del presbiterio, pórtico, capillas del frontis, pasillo del centro y de las puertas laterales, que forman cruz es de ladrillo de composición, negro y blanco, quedando cuatro cuadros, cuyo piso es entablado con raulí sobre durmientes de roble y soleras de cemento y con ventiladores; las dos capillas cabezales están entabladas con pino, como asimismo el cielo con tablas y soleras (...) de pino descubierto”.

En este mismo inventario el cura Galaz se refiere al altar mayor con estos términos: “El altar mayor es el mismo de precioso y rico mármol que existía antes, destruido por el terremoto y restaurado totalmente, imitando con yeso, cemento y pintura los pedazos de molduras o mármoles perdidos en los escombros”. Entre los católicos de Casablanca siempre ha sido una certeza, la tradición de que el altar de mármol de Carrara iba destinado a la catedral de Santiago; sin embargo, la carreta que lo llevaba quedó detenida en el valle de Acuyo y el altar fue a dar a la parroquia. Como dato significativo, en el nº 39 del inventario se indica de la existencia de “dos ángeles adoradores grandes de yeso pintados y /alas/ doradas de yeso, nuevos”. Pues bien, estos ángeles permanecieron en el templo hasta el terremoto del 3 de marzo de 1985, el que finalmente los destruyó. El presbítero José Miguel Galaz anotó el 9 de julio de 1915: “Con esta fecha hice entrega del presente libro de inventarios de la Parroquia de Casablanca y sus capillas de Lo Vásquez, Peñuelas, San José y Las Dichas a mi sucesor Pbro. Don Jerónimo Ordóñez”.

Monseñor Eladio Lazcano levantó la torre, que hasta hace poco era el único referente en altura de la ciudad. Los últimos grandes arreglos al interior del templo los efectuó el padre Jaime Ringeling. Este párroco dejó establecidas durante sus funciones varias capillas como la de la Villa Santa Bárbara en la ciudad, y las de Melosilla y La Vinilla, entre otras en la zona rural. En los últimos años, el templo se ha visto enriquecido, además, con dos hermosos vitrales laterales, uno dedicado a Santa Teresa de Los Andes, y el otro a San Alberto Hurtado.

Otro dato histórico interesante de consignar es que el 9 de junio de 1993 al tomar posesión de la diócesis de Valparaíso, monseñor Jorge Medina Estévez hizo su ingreso oficial a la misma a través de nuestra parroquia. Ese día fue recibido por el Obispo auxiliar de Valparaíso, monseñor Javier Prado Aránguiz y por el entonces cura párroco, Jaime Ringeling Leigh y el diácono Eddie Morales en una sobria ceremonia en el templo parroquial, en que el cardenal Medina oró ante el Santísimo y procedió a autentificar una nota testimonial. Terminado este acto, el cardenal se dirigió al Santuario de Virgen de Lo Vásquez y desde allí a la toma de posesión en la Catedral de Valparaíso. Al cardenal Medina le cupo el honor de anunciar al mundo la elección del Papa Benedicto XVI.

También desde el punto de vista histórico, nuestra parroquia y la ciudad misma están indisolublemente unidas a la figura de San Alberto Hurtado Cruchaga, pues como es bien sabido en los Perales de Tapihue pasó parte de su infancia el sacerdote jesuita. “Los cuatro años en Casablanca, más los largos períodos que pasaría luego en fundos de sus parientes, mantuvieron a Alberto Hurtado muy próximo a la vida campesina... Su costumbre de llamar patroncito a la gente en forma familiar /.../ tiene un obvio origen campesino”. Lo más probable es que, en más de una oportunidad, haya pasado a orar al templo parroquial en sus habituales visitas a casa de sus parientes en los campos de Casablanca.

lunes, 27 de mayo de 2013

San Beda el Venerable.


Confesor y Doctor de la Iglesia
n. 672 en Wearmouth, Inglaterra;
† 25 de mayo de 735 en Yarrow, Inglaterra
Patrono de los lectores
SAN BEDA EL VENERABLE, Confesor y Doctor de la Iglesia
Si alguno me ama, observará mi palabra,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él,
y haremos en él nuestra morada.
(Juan 14, 23)
San Beda, apodado el Venerable, desde la edad de siete años fue confiado a San Benito Biscopio para que él lo educara. Fuera del tiempo del Oficio divino, plúgole siempre estudiar, enseñar o escribir, dedicándose sobre todo a la composición de comentarios sobre las Sagradas Escrituras. El día de su muerte, el niño que le servía de secretario le recordó que aún le faltaba componer una frase para acabar su tratado sobre el Evangelio de San Juan. Dictóla el santo y, terminada su obra, recitando el Gloria Patri expiró. Corría el año 735.
MEDITACIÓN
SOBRE TRES CLASES DE LIBROS
I. No leas libros malos, ni siquiera inútiles; éstos hacen perder el tiempo, aquellos inspiran impiedad o impureza. Quieres aprender de ellos a hablar bien, y aprendes a vivir mal. Muchos libros hay en los que aprenderás la ciencia y el talento unidos a la virtud. ¿No los lees? Un mal libro es un tentador continuo, un demonio doméstico; échalo de tu casa; de lo contrario él echará de ella la virtud.
II. Lee la vida de los santos; al decirte lo que ellos han hecho, te enseñarán lo que tú debes hacer. Te desafío a leer la vida de un santo sin experimentar el deseo de llegar a ser tú mismo un santo. En fin, no dejes pasar ningún día sin hacer alguna lectura espiritual: es el alimento de tu alma. Hablas a Dios en la oración; Él te habla en la lectura espiritual: escúchalo, y pon de inmediato en práctica lo que hayas leído. Que tus lecturas o tus oraciones sean continuas; ora dirígete a Dios, ora escucha su palabra (San Cipriano).
III. Lee a menudo en el libro de tu conciencia. Todos los otros libros serán inútiles si no conoces éste. Estudia tus inclinaciones, tus defectos, conócete a ti mismo. Este libro será abierto el día del juicio; ¿podrás darlo a conocer sin temor? ¡Cuán pocos hay que se conozcan a sí mismos! Mira en el examen de cada día, y en el examen preparatorio a la confesión, las faltas que has cometido; trae a tu memoria los años transcurridos y borra con tus lágrimas los pecados escritos en este libro de tu conciencia, no sea que se lo condene a ser quemado.Levántate contra ti mismo en el tribunal de tu conciencia (San Agustín).
La lectura espiritual.
Orad por vuestros enemigos.
ORACIÓN
Oh Dios, que ilustráis a vuestra Iglesia por la ciencia del bienaventurado Beda, vuestro confesor y doctor,
conceded a vuestros servidores ser siempre ilustrados por sus méritos. Por J. C. N. S.
Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo II; Patron Saints Index.

domingo, 26 de mayo de 2013

Fiesta de la Santísima Trinidad.


Siendo la Fe católica que veneremos un solo Dios en la Trinidad y la Trinidad en la unidad, creemos firmemente y con toda sencillez confesamos que hay un solo Dios verdadero, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo: tres personas, pero una sola esencia, substancia o naturaleza del todo simple: el Padre de ninguno, el Hijo del Padre sólo, el Espíritu Santo de uno y otro a la par, sin principio, siempre, y sin fin. El Padre engendrando, el Hijo naciendo, y el Espíritu Santo procediendo; consubstanciales e iguales, y omnipotentes y coeternos; principio único de todas las cosas, creador de lo visible y de lo invisible. Este misterio de la augustísima Trinidad no ha de discutirse con curiosas investigaciones, ni se ha de confirmar con razones humanas, sino que ha de sostenerse con suma veneración y fe firmímisima (CPAL, Tit.I, ns.29 y 30). Por eso ha establecido la Iglesia esta fiesta de la Santísima Trinidad para que honremos y veneremos a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo, en común, después de haberlos celebrado separadamente en las fiestas precedentes, y para que consolidemos nuestra fe adorando con humildad este misterio.
El Espíritu Santo, cuyo reinado se inaugura con la fiesta de Pentecostés, vuelve a inculcar a nuestras almas en esta segunda parte del año (de Trinidad hasta Adviento), lo que Jesús nos enseñó en la primera parte del año (del Adviento hasta la Trinidad).
El dogma fundamental del que todo fluye (Epístola) y al que todo en el cristianismo viene a parar (Evangelio) es el de la Santísima Trinidad. De ahí que, después de haber recordado uno tras otro en el curso del ciclo a Dios Padre, autor de la creación, a Dios Hijo, autor de la redención, y a Dios Espíritu Santo, autor de nuestra santificación, la Iglesia nos incita hoy a la consideración y rendida adoración del gran misterio que nos hace reconocer y adorar en Dios la unidad de naturaleza en la trinidad de personas (Oración colecta).
“Apenas hemos celebrado la venida del Espíritu Santo, cantamos la fiesta de la Santísima Trinidad en el oficio del Domingo que sigue, escribía San Ruperto en el siglo XII, y este lugar está muy bien escogido, porque tan pronto como hubo bajado el Espíritu Santo, comenzó la predicación y la creencia; y, en el bautismo, la fe y confesión en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.”
Afirmaciones del dogma de la Trinidad se ven a granel en la Liturgia. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo empieza y termina la Misa y el Oficio Divino y se confieren los Sacramentos. 
A todos los Salmos sigue el Gloria Patri…; los himnos acaban con la doxología y las Oraciones por una conclusión en honor de las Tres Divinas Personas. 
Dos veces se recuerda en la Misa que el Sacrificio se ofrece a la Trinidad beatísima. 
Si queremos vernos siempre exentos de toda adversidad (Oración colecta), hagamos hoy con la liturgia solemne profesión de fe en la santa y eterna Trinidad y en su indivisible Unidad (Oración secreta) seguros de que la visión clara de Dios en el cielo será el premio de nuestra fe en este como en los demás Misterios de nuestra Sacrosanta religión. Démosle también rendidas gracias por habérnoslo revelado; pues que, al revés de la existencia de Dios, no hubiéramos los hombres podido ni sospechar tan sublime misterio, que aun cuando sea para nosotros oscuro, todavía nos permite conocer a Dios mejor que le conoció pueblo alguno de la tierra.
*

sábado, 25 de mayo de 2013

¡Oh Trinidad eterna! - Santa Catalina de Siena.



¡Oh Trinidad eterna! Tú eres un mar sin fondo en el que, cuanto más me hundo, más te encuentro; y cuanto más te encuentro, más te busco todavía. De ti jamás se puede decir: ¡basta! El alma que se sacia en tus profundidades, te desea sin cesar, porque siempre está hambrienta de ti, Trinidad eterna; siempre está deseosa de ver tu luz en tu luz. Como el ciervo suspira por el agua viva de las fuentes, así mi alma ansía salir de la prisión tenebrosa del cuerpo, para verte de verdad...

¿Podrás darme algo más que darte a ti mismo? Tú eres el fuego que siempre arde, sin consumirse jamás. Tú eres el fuego que consume en sí todo amor propio del alma; tú eres la luz por encima de toda luz...

Tú eres el vestido que cubre toda desnudez, el alimento que alegra con su dulzura a todos los que tienen hambre. ¡Pues tú eres dulce, sin nada de amargor!

¡Revísteme, Trinidad eterna, revísteme de ti misma para que pase esta vida mortal en la verdadera obediencia y en la luz de la fe santísima, con la que tú has embriagado a mi alma!

viernes, 24 de mayo de 2013

María Auxiliadora.


Nuestra Señora Auxilio
de los Cristianos
MARÍA AUXILIADORA
Esta fiesta fue instituida por Pío VII para perpertuar el recuerdo de su entrada triunfal en Roma el 24 de mayo de 1814, a la vuelta de su cautiverio en Francia, por obra y opresión de Napoleón I.
También tiene por objeto agradecer a la Santísima Virgen su protección continua, varias veces atestiguada con prodigios extraordinarios sobre el pueblo cristiano, en defensa contra moros, turcos, herejes y enemigos declarados de la cristiandad. En especial nos recuerda la insigne victoria de Lepanto, en que las armas cristianas, y sobre todos las españolas, derrocaron el imperio de los turcos, gracias a las universales Rogativas ordenadas por el Papa San Pío V. Este Santo Pontífice introdujo en la letanías lauretanas la invocación de “auxilio de los cristianos”.
Apóstol destacado de esta devoción mariana fue San Juan Bosco (1815-1888), fundador de los salesianos, que tanta ayuda recibió de María. Las hijas de Don Bosco, las Religiosas de María Auxiliadora, han propagado intensamente la devoción a esta advocación mariana y han rodeado a María, Auxilio de los cristianos, de apiñada y entusiasta juventud femenina, flor de sus colegios y liceos.
NOVENA DE CONFIANZA A MARÍA AUXILIADORA
Madre amable de mi vida, Auxilio de los cristianos, la pena que me atormenta, pongo en tus divinas manos.
Dios te salve María…
Tú que sabes mis congojas, pues todas te las confío, da la paz a los turbados y alivia el corazón mío.
Dios te salve María…
Y aunque tu amor no merezco, no recurriré a Ti en vano, pues eres Madre de Dios y Auxilio de los cristianos.
Dios te salve María…
Acuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección haya sido abandonado; animado con esta confianza, me presento a ti. ¡Oh Madre de Dios!, no desoigas mis súplicas; escúchalas y acógelas benignamente, ¡oh clemente, oh dulce Virgen María!
Pedir la gracia que se desea y rezar una Salve.
ORACIÓN
Omnipotente y misericordioso Dios, que para defensa del pueblo cristiano le has preparado de modo admirable un auxilio perpetuo en la bienaventurada Virgen María; haz que, después de luchar en esta vida confortados con tal auxilio, merezcamos la victoria sobre el maligno enemigo en la hora de la muerte. Por J. C. N. S.

jueves, 23 de mayo de 2013

San Desiderio de Vienne.


Obispo y Mártir
n. Autun, Francia; † 608 en Lyon, Francia
Si es para esta vida solamente que esperamos en Cristo,
somos los más desdichados de todos los hombres.
(1 Corintios 15, 19)
San Desiderio, obispo de Vienne, se atrajo la enemistad de los poderosos por su celo en reformar los abusos y fue desterrado. Llamado después de cuatro años, se atrevió a reprochar su inmoralidad al rey Teodorico. Fue asesinado cuando volvía de la Corte a su ciudad episcopal, el año 608.
MEDITACIÓN
SOBRE LAS TRES PRUEBAS
DE LA INMORTALIDAD
DE NUESTRA ALMA
I. Existe Dios, y este Dios es infinitamente justo; es menester, pues, que recompense la virtud y que castigue el crimen; ahora bien, sucede a menudo en este mundo que la impiedad es dichosa y la virtud perseguida: es menester pues que el alma sea inmortal y que Dios recompense y castigue en la otra vida. Que me maltraten los impíos, que me enlode la calumnia, poco importa: Dios sabrá hacerme justicia. Suframos, alma mía, suframos sin pena, y no envidiemos la prosperidad de los malvados: la eternidad es lo bastante larga como para cargarlos de oprobios y para colmarnos de gloria.
II. Todos los bienes de aquí abajo no son capaces de colmar los deseos del corazón humano. Cuanto más posee, más desea: es preciso, pues, que no haya sido creado para estos bienes, puesto que no podrían hacerlo feliz. Además, nuestro espíritu nunca está satisfecho de sus conocimientos: cuanto más aprendemos, más deseamos aprender; cuanto más conocemos a Dios, más lo amamos, más deseamos conocerlo y amarlo. Nos habéis hecho para Vos, oh Dios mío, y nuestro corazón estará inquieto hasta que no descanse en Vos (San Agustín).
III. Por más dichosos que seamos, suspiramos siempre tras los bienes por venir. ¿Cuál es el hombre que con verdad puede decir: Una vez en mi vida he estado plenamente satisfecho, y mi corazón no ha deseado nada más? Alma mía, esta inquietud y este impulso hacia lo por venir, ¿no te dicen que debes despreciar todo lo que posees y lo que ves para elevarte hacia ese bien que los bienaventurados ven y desean ver siempre, que poseen sin inquietud y del cual se sacian sin hastío? (San Agustín).
La paz del alma.
Orad por la paz entre las naciones cristianas.
ORACIÓN
Omnipotente Dios, mirad nuestra flaqueza, ved cómo nos agobia el peso de nuestros pecados, y fortificadnos por la gloriosa intercesión de San Desiderio, vuestro pontífice mártir. Por J. C. N. S.
Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo II; Patron Saints Index.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Bases del Humanismo Cristiano.


Discursos y Mensajes de S.S. Pío XII (1949)
El humanismo constituye hoy la orden del día. Sin duda alguna existe una gran dificultad en formar y reconocer, al través de su evolución histórica, un claro concepto de su naturaleza. Con todo, aunque el humanismo declaró por mucho tiempo estar opuesto formalmente a la edad media que le precedió, lo cierto es que todo lo que contiene de verdadero, de bueno, de grande y de eterno pertenece al mundo espiritual del más grande de los genios del Medioevo, Santo Tomás de Aquino.
El Humanismo es problema de actualidad
En líneas generales, el concepto del hombre y del mundo, trazado por la perspectiva cristiana y católica, sigue siendo esencialmente el mismo, de donde es igual en San Agustín, Santo Tomás y Dante, como sigue siendo el mismo en la filosofía cristiana moderna. La obscuridad de ciertas cuestiones filosóficas y teológicas, que han sido aclaradas y gradualmente resueltas con el transcurso de los años, no disminuye un ápice la realidad de este hecho.
Su concepto cristiano es el mismo a través de los tiempos.
Sin hacer caso a las opiniones veleidosas que han aparecido en diversos períodos de la historia, la Iglesia ha afirmado el valor de todo lo humano y de todo lo que está en conformidad con la naturaleza, y sin titubeo ninguno ha tratado de desenvolver este valor y colocarlo en su propio y evidente lugar.
La Iglesia afirma el valor de lo humano:
Por eso no admite, por ejemplo, que el hombre sea, a los ojos de Dios, simple corrupción y pecado; por el contrario, a los ojos de la Iglesia, el pecado original no afectó íntimamente las aptitudes y las fuerzas internas del hombre, sino que, por el contrario, dejó esencialmente intactos la luz natural de su inteligencia, y su libre albedrío. Ciertamente el hombre en su ser se encuentra herido y debilitado por la pesada herencia de una naturaleza caída, privada de los dones sobrenaturales y preternaturales. Empero, él debe hacer un esfuerzo para observar la ley natural, con la poderosa ayuda de la gracia de Cristo, para que pueda vivir como el honor de Dios y su dignidad de hombre lo exigen.
sabe que el hombre conserva, a pesar de la caída, la inteligencia y el libre albedrío; debe esforzarse por observar la ley natural,
La ley natural, he aquí el fundamento en que descansa la doctrina social de la Iglesia. Es precisamente su concepción cristiana de la vida lo que ha inspirado y sostenido a la Iglesia, al levantar esta doctrina sobre tales fundamentos. Cuando lucha y vence por defender su propia libertad, lo hace realmente por la verdadera libertad y por los derechos fundamentales del hombre. A sus ojos estos derechos esenciales son tan inviolables, que no hay razón de Estado ni pretexto de un bien común que puedan prevalecer contra ellos. Están protegidos y custodiados por una muralla inexpugnable, y hasta sus bases puede el bien común legislar como quiera, mas no puede traspasar esta muralla, no puede tocar siquiera estos derechos, porque constituyen lo más precioso del bien común, precisamente.
Si se hubiera respetado este principio, cuántas tragedias y catástrofes y cuántos peligros amenazadores podrían evitarse. Este simple principio podría por sí solo renovar la faz social y política del mundo.
fundamento de la doctrina social de la Iglesia. Cuando ella lucha por su libertad, lucha en verdad por la libertad y los derechos humanos, que no pueden ser violados por ninguna razón de Estado ni pretexto de bien común.
Mas, ¿quién, sin embargo, va a rendir este respeto incondicional a los derechos del hombre, sino el que sabe que vive bajo la mirada omnisciente de un Dios personal?
Un sentido común sano puede hacer muchísimo cuando acepta lo que la fe cristiana enseña: puede salvar al hombre de las garras de la tecnocracia y del materialismo.
El destino del hombre no descansa en un“Geworfensein”, en un abandono absoluto. El hombre es la criatura de Dios, y vive constantemente bajo su guía y bajo la vigilancia de su Providencia paternal. Laboremos, entonces, por revivir en las nuevas generaciones la confianza en Dios, en sí mismas, y en el futuro, y de este modo, hagamos posible la aurora de un orden más tolerable y feliz.
La fe en Dios es el fundamento de este respeto, y puede salvar al hombre de la tecnocracia, del materialismo y del abandono absoluto.
Octubre 12.
A los miembros de la Convención Internacional de Estudios Humanísticos. En francés.

martes, 21 de mayo de 2013

Santoral para el día de hoy.


San Valente (Obispo) y 3 compañeros (Niños), Mártires
Franceses. Martirizados en Auxerre, Francia.
San Segundo (Presbítero) y compañeros, Mártires
Egipcios. Martirizados en Alejandría alrededor del año 357.
Santos Timoteo, Polio y Eutiquio, Diáconos y Mártires
De Mauretania, África. Mártires de los primeros tiempos.
Santos Polieucto, Victorio y Donato, Mártires
De Capadocia, Turquía. Mártires de los primeros tiempos.
San Secundino de Córdoba, Mártir
Español. Martirizado alrededor del año 306 en Córdoba, España.
Santos Sinesio y Teopompo, Mártires
Martirizados en el s. IV.
Santos Nicóstrato, Antíoco (Tribunos) y compañeros (Soldados), Mártires
Soldados italianos. Martirizados en Cesarea de Filipo en el año 303.
San Hospicio, Confesor
Francés. Ermitaño. Murió alrededor del año 581.
Nació alrededor del año 1200 en Recanati, Italia. Hermano lego franciscano. Cocinero. Murió el 5 de mayo de 1289.
Fuentes:
- Martyrologium Romanum; Patron Saints Index; Saint Patrick’s Church; 

lunes, 20 de mayo de 2013

San Bernardino de Siena.


Confesor
n. 1380 en Massa di Carrara, Italia; † 1444 en Áquila, Italia
Patrono de publicistas; publicidad; personal de comunicaciones; personal de relaciones públicas; pulmones.
Protector contra los problemas pulmonares; problemas respiratorios; ronquera; juego compulsivo.
SAN BERNARDINO DE SIENA, Confesor
En todas las cosas muéstrate dechado de buenas obras,
en la pureza de la doctrina, en la integridad de vida,
en la gravedad de conducta.
(Tito 2, 7)
La modestia y la pureza de San Bernardino eran tan continuas, que toda conversación indecente cesaba acercándose él. Todos los días visitaba una capilla de la Santísima Virgen, diciendo que iba a ver a su Madre. Abandonó el mundo para combatirlo y, durante dieciséis años, ni un día pasó sin predicar. La devoción que tenía al Nombre de Jesús hacía que lo llevara siempre sobre su corazón. Murió en el año 1444.
MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA
DE SAN BERNARDINO
I. Desde tierna edad descolló por un gran amor a la pureza. Su modestia era un freno que retenía a los más disolutos. Reprendía modestamente a los que tenían conversaciones indecentes. ¿Qué haces tú cuando delante de ti se pronuncian palabras demasiado libres? Si tienes autoridad sobre el culpable, repréndele su falta; sino, que tu silencio y tu actitud severa se lo hagan comprender. ¿Se podría decir de ti lo que Tertuliano decía de sí mismo:Mi sola presencia hace avergonzar al vicio?
II. Todos los días visitaba el santo una capilla de la Santísima Virgen. ¿Qué devoción practicas tú en honor de María? Te has comprometido a servirla; sé, pues, fiel en observar lo que le has prometido, y no pases ni un solo día sin tributarle tus homenajes, sea en una de sus iglesias, sea en tu casa, ante su imagen. Jesús nada rehusa a María, y María nada rehusa a sus servidores.
III. Tenía el Santo una singular devoción al Nombre de Jesús: sin cesar lo pronunciaba y lo llevaba escrito sobre su corazón. Pronuncia tú, a menudo, este adorable Nombre, pero hazlo con devoción. En tus tristezas y tentaciones sírvete de él como de un escudo y de una espada, para rechazar y vencer al demonio. ¡Cuán dulce y consolador es el Nombre de Jesús! ¿Estás triste? Llama a Jesús en tu corazón. Que de tu corazón pase su Nombre a tus labios y la nube se disipará (San Bernardo).
La modestia.
Orad por los predicadores.
ORACIÓN
Señor Jesús, que habéis concedido a San Bernardino, vuestro confesor, un amor tan grande por vuestro Santo Nombre, dignaos, por sus méritos y su intercesión, difundir en nosotros el espíritu de vuestra divina caridad. Vos que, siendo Dios, vivís y reináis por los siglos de los siglos.

domingo, 19 de mayo de 2013

Domingo de Pentecostés.


Jesús había establecido los fundamentos de la Iglesia en el curso de su vida apostólica, y le había comunicado sus poderes después de resucitar. Pero el Espíritu Santo debía completar la formación de los Apóstoles y revestirlos de la fuerza de lo alto. (Evangelio). Al reino visible de Cristo sucedía el reino invisible del Espíritu Santo, que venía a terminar y pulir la obra ya admirable de Jesús, a “renovar la faz de la tierra”.
Jesús, dice el Evangelio, había anunciado a sus discípulos la llegada del Espíritu Paráclito; y la Epístola nos muestra el cumplimiento de esa promesa. A la hora de Tercia se apodera del Cenáculo el
Alumbrados con las luces del Espíritu Santo (Oración colecta) y llenos de la efusión de sus siete Dones (Oración secreta), los Apóstoles son renovados y van a renovar el universo entero (Introito, Aleluya). La Misa Mayor, a la hora de Tercia, es el momento en que nosotros recibimos también “el Espíritu Santo que Jesús, subido al cielo, derramó en este venturoso día sobre los hijos de adopción” (Prefacio); pues cada uno de los Misterios del ciclo litúrgico produce frutos de gracia en nuestras almas el día en que la Iglesia lo celebra.
Como decíamos durante el Adviento al Verbo: “Ven, Señor, a expiar los pecados de tu pueblo”, digamos en este tiempo con la Iglesia al Espíritu Santo: “Ven, Espíritu Santo, hinche los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor”.
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sábado, 18 de mayo de 2013

Vigilia de Pentecostés.


Vigilia de Pentecostés (I clase, rojo) Gloria sin Credo, prefacio, comunicantes y hanc igitur de Pentecostés.
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Estación en San Juan de Letrán
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La estación es en San Juan de Letrán, a causa de su bautisterio, único lugar en que antiguamente se administraba el bautismo en Roma.
Antaño se bautizaba en Pentecostés a los catecúmenos que no habían podido recibir el bautismo en la noche de Pascua. Por ello toda la misa canta la renovación bautismal por la acción del Espíritu Santo. A diferencia de otras vigilias, es una misa festiva, como la de la vigilia pascual.
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Cuando fuere santificado en
vosotros, os recogeré de todos
los países y derramaré sobre
vosotros agua pura, y quedareís
purificados de todas vuestras
inmundicias, y os daré un nuevo
corazón, aleluya, aleluya. Sl.
Alabaré al Señor en todo tiempo;
no cesarán mis labios de
pronunciar sus alabanzas.
V/ Gloria al Padre.
(Introito, Ezequiel 36, 23-24,26; salmo 33,2)

viernes, 17 de mayo de 2013

Tercer Misterio Glorioso: La Venida del Espíritu Santo.


“Venid, Espíritu Santo, alumbrad mi mente; venid, consumid mi corazón”.
Antes de la Ascensión, Jesús recomienda a los Apóstoles que se queden en Jerusalén, esperando la venida del Paráclito prometido.
Santas mujeres, discípulos y los Apóstoles estaban orando en el Cenáculo, bajo la dulce presidencia de María, su Reina… cuando he aquí que un viento impetuoso sacude la casa… y el Espíritu Santo baja del cielo en forma de lenguas de fuego que se posan sobre cada uno de los asistentes.
Y poseídos del Espíritu, comienzan a hablar lenguas desconocidas…
PENTECOSTÉS - Jean Restout
1. ¡El Espíritu de la Luz increada!… Viene para dar testimonio de Jesús y hacer comprender su predicación, su Evangelio. Un ejemplo llamativo de ese don de luz, es el caso de Esteban protomártir. Sus enemigos enfurecidos no podían resistir al Espíritu, que hablaba por boca de Esteban.
Y he aquí también la transformación sorprendente, radical, de los Apóstoles: son hombres nuevos después de Pentecostés. Los que antes habían huido todos, son ahora héroes, todos mártires… Los ignorantes, ¡doctores!
¡Venid, pues, oh Paráclito, dadme que vea lo divino, lo sobrenatural! ¡Venid, haced que, por vuestra gracia, acepte gustoso la sublimidad razonable de los misterios!
Sed, Espíritu Santo, la única luz de nuestras tinieblas… Sed gracia y fuerza para que vivamos de lleno nuestra fe, según vuestras luces…
¡Venid, no tardéis, adorable Consolador, descended y renovad la faz de la tierra de nuestro pobre corazón!
2. Pero el Espíritu Santo es también un fuego transformante. Es el Amor subsistente que desde toda la eternidad une al Padre con el Hijo… Es la tercera persona de la Augusta Trinidad.
Si la fe es la base indispensable de la vida cristiana, el amor es su perfección y coronamiento, también indispensable.
El amor es el fin y la perfección de toda la Ley. Es la gracia por excelencia, dice San Pablo, porque sin amor todas las gracias y todas las virtudes quedarán sin valor y sin vida delante de Dios
La esencia, el foco de toda santidad es el amor, la caridad. En efecto, la santidad es Dios en nosotros… ¡y Dios es amor!
Venid, Espíritu Santo, santificador adorable, venid a encender en nosotros el fuego que sois Vos mismo; enseñadnos a amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas, y por consecuencia, a nuestro prójimo para cumplir así con toda la Ley.
¡Ah!, sois tan poco conocido, Paráclito adorable; a pesar de Pentecostés, habéis quedado un Dios desconocido y ¡ay!, por nuestra grave culpa, ausente de nuestra vida cristiana y aun piadosa.
¡Renovad, Espíritu Santo, la gran conmoción de Pentecostés; venid como huracán de fuego sobre los mejores, la porción selecta de los cristianos: que vuestra llama los abrase!
Encended, Espíritu divino, una conflagración de caridad en las comunidades religiosas, en vuestros sacerdotes… Hacedlos verdaderos santos por la llama de vuestro amor.
(Un instante de profundo recogimiento… Pidamos que la divina devoción al Espíritu Santo se encienda y se difunda, que sea un impulso irresistible, que levante hacia las alturas a los fieles y sobre todo a las almas escogidas, consagradas… Por otra parte, ofrezcamos algún homenaje práctico, por lo menos cada Domingo, al Espíritu Santo… Y que Pentecostés sea una de nuestras mayores festividades, preparada y celebrada con peculiar fervor).
3. La Iglesia nació en el Cenáculo, el día de Pentecostés. Fue la creación de gracia del Espíritu Santo, autor de toda gracia… La Iglesia debía perpetuar la enseñanza y la Redención del Salvador Jesús… El testigo adorable de Jesús y el organizador de su abra fue el Paráclito.
Desciende al Cenáculo y queda en la Iglesia con la efusión permanente de los Siete Dones que hacen cristianos fervorosos, santos, mártires, doctores de la Iglesia.
Reina del Cenáculo, María, alcanzad también para nosotros el Pentecostés de luz y de fuego que tanto necesitamos… Vos, la Inmaculada; Vos, el tabernáculo del Paráclito; Vos, su esposa toda hermosa y sin mancha, venid con vuestro Esposo adorable… ¡Oh, pedidle para nosotros la divina largueza de los Siete Dones, pues queremos ser santos y apóstoles!
¡Espíritu Santo, cread en nosotros el «querer» y el «hacer»!
¡Cuan poco meditamos ¡ay!, las maravillas obradas por el Espíritu Santo! ¿Pensamos bien acaso que María, permaneciendo Virgen intacta, fue Madre de Jesús por virtud del Espíritu Santo, según la palabra de Gabriel, el día de la Anunciación: El Espíritu Santo te cobijará con su sombra?
Y Juan Bautista, ¿no había profetizado categóricamente que si él bautizaba en agua, El que esperaban había de bautizar en el Espíritu Santo y en fuego?
¿Dónde quedó depositado el poder de las llaves y de la administración de la gracia de los Sacramentos? En el sacerdocio. Jesús sopló sobre los Apósteles diciendo: “Recibid al Espíritu Santo y el poder de remitir los pecados”.
Efectivamente, Bautismo, Penitencia, Eucaristía y los demás Sacramentos son el tesoro del poder divino y de la gracia redentora confiada al sacerdote, al obispo, al Papa, por la infusión del Espíritu Santo.
El Sumo Pontífice es la boca y el oráculo infalible del Espíritu Santo, en el ejercicio de su magisterio supremo en la Iglesia.
¡Esposa Inmaculada del Espíritu Santo, María, enseñadnos la nobleza de una inmensa gratitud por todo lo que debemos al Espíritu Santo en la Iglesia Católica!
¡Enseñadnos la grande y rara virtud de la perfecta obediencia a la Jerarquía, salvaguardia de nuestra fe!
¡Sí, Reina del Cenáculo, enseñadnos a amar con gran amor a la Santa Iglesia y a servirla en el olvido de nuestro amor propio, con abnegación, hasta el sacrificio!
     Espíritu Santo
              ¡Quebrad la resistencia,
              Enardeced la frialdad,
              Enderezad nuestros pasos desviados!

Muchas veces se ha dicho: el Espíritu Santo es, por desgracia, veinte siglos después de Pentecostés, “el Dios desconocido”.
Muchas devociones, buenas sin duda, pero secundarias, tienen primacía sobre esta primordial devoción… Y nos resentimos de las consecuencias lastimosas en nuestra vida espiritual de este desconocimiento práctico del Paráclito.
La luz escasea, y también y sobre todo el gran amor nos hace falta, porque el Paráclito no es bastante conocido ni bastante amado de los fieles.
Prometamos reaccionar… María, Reina del Cenáculo, nos ayudará dichosa a acercarnos al Paráclito.
Digamos a menudo, muy a menudo: “Venid, Espíritu Santo, dadme que vea… Venid, inflamad mí corazón con la llama de un gran amor”.
Oremos con María
En honor de la Santísima Trinidad y del misterio de la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés, pidamos, por el Corazón Inmaculado y Doloroso de María, una devoción muy ferviente al Espíritu Santo… Prometamos amarlo y hacerlo amar cuanto podamos.
Deshojemos la rosa de este misterio a gloria de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento.
Por la conversión de los pecadores, sobre todo los de la familia, recemos una piadosa Salve.
P. Mateo Crawley Bowvey, SS.CC.
Meditaciones sobre el Rosario

jueves, 16 de mayo de 2013

Recordatorio: Indulgencia Plenaria el 16 de Mayo.


Quienes visten el Escapulario Carmelita pueden ganar indulgencia plenaria el 16 de mayo, fiesta de San Simón Stock.
SAN SIMÓN STOCK, Confesor
También es posible ganar indulgencia plenaria
1. El día en que le imponen el escapulario y se une a la familia carmelita.
2. En estas fiestas:
  • Virgen del Carmen - 16 de julio o cuando se celebre.
  • San Simón Stock - 16 de mayo.
  • San Elías Profeta - 20 de julio.
  • Santa Teresita del Niño Jesús - 3 de octubre (calendario tradicional).
  • Santa Teresa de Jesús - 15 de octubre.
  • Todos los Santos Carmelitas - 14 de noviembre.
  • San Juan de la Cruz - 24 de noviembre (calendario tradicional).
Se puede ganar indulgencia parcial por usar piadosamente el santo escapulario, por besarlo o por cualquier otro acto de afecto y devoción. Se aplica también a la medalla-escapulario.  

miércoles, 15 de mayo de 2013

Santoral para el día de hoy.


Nació en Irlanda. Hija de un príncipe o rey irlandés. A la muerte de su madre, el rey, su padre, quiso casase con su propia hija. Para evitar tan horrendo propósito, la joven huyó al desierto. Encontrada por los esbirros de su padre, éste, llevado de su infame pasión, al no verse correspondido, mató a su propia hija. Con ella fue martirizado el sacerdote Gereberno, que la había escondido y guiado en la virtud. Murió alrededor del año 650 en Gheel, Bélgica.
San Juan Bautista de La Salle, Confesor y Fundador
Nació en 1651 en Rheims, Francia. Fundó el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Considerado el padre de la educación moderna. Instituyó el proceso de división de los estudiantes en grados. Fundador de las Escuelas Normales. Murió en 1719 en Rouen, Francia. Patrono de los educadores, de los directores de escuelas y de los maestros.
San Isidro Labrador, Confesor
Nació alrededor del año 1070 en Madrid, España. Esposo de Santa María de la Cabeza. Murió el 15 de mayo de 1130. Su cuerpo se mantiene incorrupto. Patrono de Madrid (España), trabajadores agrícolas, labradores, agricultores, comunidades rurales, ganados, para pedir por lluvias, contra la mortalidad infantil.
San Gereberno, Mártir
Sacerdote irlandés. Compañero de viaje de Santa Dympna. Decapitado alrededor del año 650.
San Simplicio, Obispo y Mártir
Martirizado en Cerdeña, Italia en el año 304.
San Mancio, Mártir
Martirizado en Évora, Portugal.
San Isidoro de Chios, Mártir
Nació en Alejandría, Egipto. Llevó la cristiandad a la isla griega de Chios. Martirizado alrededor del año 251 en Chios.
Santos Torcuato, Tesifonte, Segundo, Indalecio, Cecilio, Esiquio y Eufrasio, Obispos
Misioneros enviados por los apóstoles San Pedro y San Pablo a evangelizar España. Desembarcaron en Cádiz, dónde hicieron muchos milagros, y después de haber predicado por casi toda la Península, sobre todo en Andalucía, murieron: Torcuato en Cádiz, Tesifonte en Vergi (Almería), Segundo en Ávila, Indalecio en Portilla, Cecilio en Elvira, Esiquio en Gibraltar y Eufrasio en Andújar.
Santos Pedro, Pablo, Andrés y Dionisia, Mártires
Del Asia Menor (Turquía). Torturados y martirizados en el año 251 en Lámpsaco, Grecia.
Santos Casio, Victorino y Máximo, Mártires
Franceses. Martirizados por los bárbaros en el año 260 en Clermont (Auvernia), Francia.
Fuentes:
- Martyrologium Romanum; Patron Saints Index; Saint Patrick’s Church;