martes, 31 de diciembre de 2013

San Silvestre

Papa
† hacia el año 335 en Roma
 
SAN SILVESTRE, Papa

He combatido con valor, he concluido la carrera, he guardado la fe.
Nada me resta sino aguardar la corona de justicia que me está reservada.
(2 Timoteo 4, 7-8)
 
San Silvestre I se había distinguido por su celo y su caridad durante la primera persecución. Subió a la cátedra de San Pedro en el año 314, menos de un año después del edicto de Milán, que concedía la paz a la Iglesia. Recibió de Constantino el palacio de Letrán y en él estableció su morada, así como la basílica principal de Roma. El mismo año envió delegados al Concilio de Arlés, donde fueron condenados los donatistas, y después, en el año 325, al Concilio general de Nicea, que anatematizó a Arrio. Murió San Silvestre en el año 335.
 
MEDITACIÓN
TRES REFLEXIONES
SOBRE EL AÑO TRANSCURRIDO
 
I. ¿Podría decir con verdad como San Pablo: He combatido con valor, he concluido la carrera, he guardado la fe? Hete aquí al término del año; repasa en tu espíritu todo el bien y todo el mal que has hecho durante este año, y mira si tus buenas acciones son más numerosas que las malas. ¿Cuántos días transcurrieron sin que hicieras nada para Dios? Sin embargo, este año te fue dado únicamente para servirlo, para hacer penitencia de tus pecados y merecer el cielo mediante la práctica de las buenas obras.
II. ¿Dónde están ahora los placeres y los honores de que gozaste durante este año? ¡Todo ha pasado, y no te queda sino el triste recuerdo de haber ofendido a Dios por bienes pasajeros y falaces! ¿No es verdad que, al contrario, experimentas una gran alegría por el bien que hiciste tratando de agradar a Dios? Ya no experimentas el esfuerzo que tus buenas obras te costaron y tienes la esperanza de ser recompensado por ellas. Tu vida pasará como este año, tus placeres pasarán tanto como tus trabajos, y el único consuelo que te quedará será haber servido al Señor. ¿Quién me devolverá este día, este año que perdí en la vanidad? (San Euquerio).
III. Acaso pasaste parte de este año en pecado mortal. Si durante esa época hubieras muerto, ¿dónde estarías ahora? Dios te ha dado tiempo para hacer penitencia; aprovéchalo mejor en lo porvenir ¡acaso no tengas más que este año de vida! Prepárate, pues, a morir, haz una buena confesión, y si quieres pasar santamente todos los días del año que va a comenzar piensa todos los días en la muerte y en la eternidad. Dios te ha ocultado tu último día, para que te prepares a él todos los días de tu vida (San Agustín).
 
El pensamiento de la muerte.
Orad por vuestros bienhechores.
ORACIÓN
Pastor eterno, considerad con benevolencia a vuestro rebaño, y guardadlo con protección constante por vuestro bienaventurado Sumo Pontífice Silvestre, a quien constituisteis pastor de toda la Iglesia. Por J. C. N. S.


Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Martirologio Romano (1956).

  1. En Roma, el triunfo de san Félix I, Papa y Mártir, que gobernó la iglesia en el imperio de Aureliano. Su fiesta se celebra el día 30 de Mayo.
  2.  
  3. SAN SABINO, Obispo y Mártir
  4. En Espoleta, el triunfo de los santos Mártires Sabino, Obispo de Asís, Exuperancio y Marcelo, Diáconos, y Venustiano, Presidente, con su mujer e hijos, en tiempo del Emperador Maximiano. Marcelo y Exuperancio, suspendidos primero en el potro, luego cruelmente apaleados, por último con uñas aceradas rasgadas sus carnes y abrasados los costados, consumaron el martirio; Venustiano, no mucho después, juntamente con su mujer e hijos, fue pasado a cuchillo; y san Sabino, después de cortadas las manos y de prolongadas penalidades en una cárcel, fue azotado hasta expirar. El martirio de estos Santos, aunque sucedió en diversos tiempos, se celebra, sin embargo, en un mismo día.
  5. En Alejandría, los santos Mansueto, Severo, Apiano, Donato, Honorio y Compañeros Mártires.
  6. En Salónica, santa Anisia, Mártir.
  7. Allí mismo, san Anisio, Obispo de la misma ciudad.
  8. En Milán, san Eugenio, Obispo y Confesor.
  9. En Ravena, san Liberio, Obispo.
  10. En Áquila de los Vestinos, san Rainerio, Obispo.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

domingo, 29 de diciembre de 2013

DOMINGO INFRAOCTAVA DE NAVIDAD

Pasada la primera impresión de Navidad, la Iglesia nos invita hoy a ver en el recién nacido a nuestro"hermano mayor" por quien y en quien Dios Padre nos ha adoptado misericordiosamente por hijos suyos. Este Niño Divino que yace en el pesebre, un día salvará al mundo y reconquistará para nosostros la herencia del Cielo, que Adán nos había perdido. Pero hasta llegar a esa victoria definitiva, Jesús será perseguido y crucificado, en Sí mismo y en su Cuerpo místico, es decir en su Iglesia y sus miembros, o sea los bautizados; y en el mundo se formarán bandos, unos para defenderlo y otros para combatirlo. No extrañemos, por lo tanto, la confusión religiosa reinante.
*

sábado, 28 de diciembre de 2013

Los Santos Inocentes

Mártires
Patronos de bebés; coros de niños; niños abandonados.
 
LOS SANTOS INOCENTES, Mártires

Herodes mandó matar a todos los niños que había en Belén
y en toda su comarca, de dos años abajo.
(Mateo 2, 16)
 
Había Jesús nacido en Belén y los magos vinieron de Oriente a la corte de Herodes para averiguar dónde acababa de nacer “el rey de los judíos”. Turbose Herodes y, habiendo convocado a los príncipes de los sacerdotes, les preguntó donde debía nacer el Cristo. Llamó después a los magos en secreto y les dijo: “Id, informaos con cuidado acerca de este niño, y cuando lo hayáis encontrado, hacédmelo saber, para que yo también vaya a adorarlo”. Pero los magos, advertidos por el Cielo, no volvieron. Se enfureció Herodes e hizo degollar a todos los niños de Belén y sus alrededores, hasta la edad de dos años. Este bautismo de sangre envió muchos ángeles al cielo.
 
MEDITACIÓN
SOBRE LA FIESTA
DE LOS SANTOS INOCENTES

I. Estos niños vertieron su sangre por Jesucristo antes de conocerlo. Hace ya tantos años que tú conoces a Dios y los beneficios con que te ha colmado, y ¿cómo lo has servido? Dale la flor de tu vida, conságrale a su servicio tus mejores años, como los santos inocentes. ¡Dichosos niños, no pueden aún pronunciar el nombre de Cristo, y ya merecen morir por Él! (San Eusebio).
II. No es hablando, sino sufriendo y muriendo, como estas primicias de los mártires, estas flores de la naciente Iglesia confesaron la fe de Jesucristo. A menudo Dios pide que tú lo confieses callándote y sufriendo. Te calumnian, te persiguen: sufre, cállate. ¡Ah! ¡cuán elocuente testimonio de tu fidelidad es esta paciencia muda! En vano dices que eres totalmente de Dios: corresponde que lo digan tus acciones; trabaja por Dios, sufre por amor suyo.
III. Debes ser inocente como estos niños si quieres entrar en el cielo: Si perdiste la inocencia bautismal, es preciso que laves tu alma en las amargas aguas de la penitencia. Ojos míos, derramad vuestras lágrimas para extinguir el fuego del infierno y aun del purgatorio, y para lavar mis pecados; porque nada que esté sucio entrará en el reino de los cielos. ¡Dichoso si a semejanza de estas santas almas, podemos obtener la corona del martirio! Esta edad, todavía no apta para la lucha, está ya madura para la victoria.
 
La pureza.
Orad por los niños de China.
 
ORACIÓN
Oh Dios, cuyos inocentes mártires publican hoy la gloria no con sus palabras sino con su sangre, haced morir en nosotros los vicios todos, a fin de que la santidad de nuestra vida venidera proclame la fe que confiesan nuestros labios.
Por J. C. N. S.


Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.

viernes, 27 de diciembre de 2013

San Juan

Apóstol y Evangelista
† hacia el año 101 en Éfeso
Patrono de escritores; autores; editores; libreros; encuadernadores; impresores; compositores tipográficos; papeleros; litógrafos; pintores; amistad; teólogos. Protector contra las quemaduras y los venenos.
 
SAN JUAN, Apóstol y Evangelista

Pedro vio venir detrás al discípulo amado de Jesús,
aquél que en la Cena se reclinara sobre su pecho.
(Juan 21, 20)
 
San Juan era todavía joven cuando siguió a Jesús. Fue su discípulo predilecto a causa de su inocencia; asistió a su transfiguración, se recostó en su pecho en la última Cena, subió con Él al Huerto de los Olivos, y recibió a María como Madre, ayudó a sepultar al Salvador y acudió el primero con Magdalena a su tumba el día de su resurrección. Después de la Ascensión, fue a predicar el Evangelio al Asia Menor y se estableció en Éfeso con la Santísima Virgen. Conducido a Roma en el año 95, bajo Domiciano, y arrojado a una caldera de aceite hirviendo, salió de ella sano y salvo y fue desterrado a la isla de Patmos, donde compuso el Apocalipsis. De vuelta a Éfeso, escribió contra los gnósticos su Evangelio que, con sus tres Epístolas, es el inflamado código de la caridad. Sobrevivió a todos los otros Apóstoles.
 
MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE SAN JUAN
 
I. He aquí al amigo íntimo de Jesús, aquél que descansó sobre su pecho en la última Cena, y a quien el divino Salvador hizo partícipe de sus más grandes secretos. La primera condición de una verdadera amistad es no tener secretos para el amigo. ¿Está abierto tu corazón para Jesús? ¿No tomas ninguna resolución sin haberlo consultado? En todo tiempo puedes penetrar en su corazón por la adorable llaga de su costado; ¡y Él no puede hacerlo en el tuyo, lleno como está totalmente de las creaturas! Os amo, oh Dios mío, y deseo amaros siempre más (San Agustín).
II. La segunda cualidad de la amistad es compartir con el amigo lo que se posee. Ahora bien, Jesús durante su vida diose todo entero a San Juan y, al morir, le dio a su madre. “Hijo mío, dijo, he aquí a tu Madre”. San Juan se había dado por entero a Jesús, había abandonado todo para seguirlo. Date del mismo modo todo entero a Jesús, si quieres ser su amigo. ¿A quién destinas tu corazón? El mundo es indigno de poseerlo. ¿Qué has dado a Jesús en retribución de su ternura? ¿Le has consagrado tu cuerpo, tu voluntad, tu inteligencia, en una palabra todo lo que eres y todo lo que posees?
III. En fin, la tercera cualidad de la amistad es la semejanza: el amor hace semejantes a los amigos, si ya no lo son. Fue también este amor el que hizo a San Juan semejante a Jesús, lo hizo también hijo espiritual de María. Jesús te amará, si te asemejas a Él. Para lograrlo, es menester, no que te recuestes visiblemente sobre el corazón de Jesús, sino que Jesús venga a tu corazón, y que no tengas tú otra voluntad que la suya. Tener los mismos gustos y las mismas repugnancias; he ahí la verdadera amistad (San Jerónimo).
 
El amor de Dios.
Orad por el aumento de la caridad.
 
ORACIÓN
Dignaos, oh Dios de bondad, derramar sobre vuestra Iglesia los rayos de vuestra luz celestial, a fin de que iluminada con las enseñanzas de San Juan, vuestro Apóstol y Evangelista, alcance las recompensas eternas. Por J. C. N. S.


Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.

jueves, 26 de diciembre de 2013

San Esteban.

Protomártir
† lapidado hacia el año 33
Patrono de diáconos. Protector contra los dolores de cabeza.
 
SAN ESTEBAN, Protomártir

Esteban, lleno de gracia y de fortaleza,
obraba grandes prodigios y milagros entre el pueblo.
(Hechos de los Apóstoles 6, 8)

San Esteban, primer diácono elegido por los Apóstoles para la distribución de las limosnas entre los fieles, fue también el primer mártir de Jesucristo: ¡qué gloria! Reprochó vivamente a los judíos el que hubieran echado mano a traición y dado muerte al Justo, al Mesías prometido, y lo confesó magníficamente ante Caifás y el gran Consejo. Hasta vio que los cielos se abrían y a Jesús a la diestra del Padre. Llenos de furor, los judíos lo arrastraron fuera y lo lapidaron mientras Esteban, de rodillas, pedía a Dios que los perdonase. ¡Saulo, el futuro gran San Pablo, tenía sus vestiduras!
 
MEDITACIÓN
SOBRE LA MUERTE
DE SAN ESTEBAN
 
I. San Esteban se declara abiertamente discípulo de Jesucristo. No teme la muerte porque está lleno de gracia y de fortaleza; y esta gracia y esta fortaleza le vienen de su fe. La vista del cielo, que se abrió ante sus ojos, lo hace insensible a los tormentos. Si tuviese yo un poco de fe, si de tiempo en tiempo considerase la corona que Dios me prepara en el cielo, ¿qué temería aquí en la tierra? ¿qué amaría fuera de Vos, oh mi dulce Jesús?
II. Soporta valerosamente la muerte y, al morir, ruega por los que lo apedrean. Sufre tú por Jesús las persecuciones y la muerte, si es necesario. Nada podrías hacer por Él de lo cual no te haya dado ejemplo; pero sufre orando por los que te persiguen. ¿Sabes por qué San Esteban perdona tan fácilmente a sus enemigos? Porque la crueldad de ellos prepara su triunfo. ¿Cómo quieres que se irrite contra aquellos que le abren la puerta del cielo? (San Eusebio).
III. Los Hechos de los Apóstoles dicen, al referir la muerte de este santo, que se durmió en el Señor. Su muerte fue, pues, semejante a un dulce sueño: fue, en efecto, el término de todos sus trabajos y el comienzo de su reposo. Señor, concededme la gracia de morir con la muerte de los santos, con esta muerte tan preciosa ante vuestros ojos. Alma mía, vivamos, suframos, trabajemos, como los santos, y moriremos con la muerte de los santos. ¡Que muera yo con la muerte de los justos!
 
La caridad.
Orad por vuestros enemigos.
 
ORACIÓN
Señor, concedednos la gracia de imitar a aquellos a quienes honramos, a fin de que aprendamos a amar a nuestros enemigos, pues celebramos el nacimiento al cielo del que oró a Jesucristo Nuestro Señor por sus mismos verdugos.
Por J. C. N. S.
 

Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.

martes, 24 de diciembre de 2013

La Kalenda.

"La Kalenda de la Vigilia de la Natividad de el Señor, que tan solemnemente se celebra, por costumbre inmemorial en todas las religiones, se dirá siempre a la hora de Prima, y aquel dái se despierta a las cinco. Antes que entren en Prima, ha de tener el Sacristán en medio del Coro una alfombra tendida, y a un lado del Coro el facistol adornado, y en repitiendo la antífona de Prima, se pone en medio. Mientras se entona Prima, se viste el que ha de cantar la Kalenda de Diácono con alba, estola y manípulo morado, y dos acólitos con roquetes, el uno lleva la naveta, y el otro el incensario, que va adelante, luego el que ha a decir la Kalenda con el libro en las manos, envuelto en una palia, y puesto ante el pecho. Con este orden entran al Coro, hecha la genuflexión al Santísimo Sacramento  los que llevan las velas a los lados de el libro, vuelto el rostro uno a otro, el Diácono pone el Martirologio sobre el facistol, y toma la naveta, y llegando al Prelado con el Turiferario, para que eche y bendiga incienso, le da la cuchara y dice: Benedicite Pater Reverende, y bendecido el incienso, vuelve al libro con las debidas reverencias, da la naveta, toma el incensario e incensa tres veces al libro, y devuelve el incensario.
Hecho esto, puestas las manos como cuando se dice el Evangelio, comienza a cantar la Kalenda en tono bajo (estando ya los religiosos en pie, unos contra otros, y sin mantos, que no se los vuelven a poner hasta dicha la Capítula). En llegando a aquellas palabras: In Bethlehem Iuda, alza un poco más la voz, y otro poco más cuando dice: Nativitas Domini, hasta secundum carnem, inclusive, y luego la continúa en el tono que la comenzó. Los religiosos, en comenzando aquellas palabras: In Bethlehen Iuda, se arrodillan unos contra otros, y en diciendo: Factus homo, hasta secundum carnem, se postran en agradecimiento de tan gran beneficio, y memoria de tan profunda humildad, como fue la del vestirse el Hijo de Dios del sayal de nuestra mortalidad. El Diácono, ni los que tienen las velas, no se postran."     

Instrucción y doctrina de novicios, con la cual se han de criar los nuevos religiosos de esta Santa Provincia de San José, de los Descalzos de la Regular Observancia de los Menores. Madrid, 1733
 
La Kalenda, también llamado Pregón de Navidad, es un antiguo texto con el cual se anunciaba con pompa inusitada, en los coros de las catedrales y monasterios durante el oficio de Prima del 24 de Diciembre, la proximidad de la Natividad del Señor.
El texto se encuentra en el Martyrologium Romanum
Die 25 Decembris. Octavo Kalendas Januarii.
Anno a creatione mundi, quando in principio Deus creavit caelum et terram, quinquies millesimo centesimo nonagesimo nono; a diluvio autem, anno bis millesimo nongentesimo quinquagesimo septimo; a nativitate Abrahae, anno bis millesimo quintodecimo; a Moyse et egressu populi Israel de Ægypto, anno millesimo quingentesimo decimo; ab unctione David in Regem, anno millesimo trigesimo secundo; Hebdomada sexagesima quinta, juxta Danielis prophetiam; Olympiade centesima nonagesima quarta; ab urbe Roma condita, anno septingentesimo quinquagesimo secundo; anno Imperii Octaviani Augusti quadragesimo secundo, toto Orbe in pace composito, sexta mundi aetate, Iesus Christus, aeternus Deus aeternique Patris Filius, mundum volens adventu suo piissimo consecrare, de Spiritu Sancto conceptus, novemque post conceptionem decursis mensibus (Hic vox elevatur, et omnes genua flectunt), "in Bethlehem Iudae nascitur ex Maria Virgine factus Homo". Nativitas Domini nostri Iesu Christi secundum carnem. 

lunes, 23 de diciembre de 2013

Invitación Santa Misa Tridentina, Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.

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Este miércoles 25 de diciembre, Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, día de precepto, se celebrará la Santa Misa Tridentina, Dios mediante, a las 17 hrs, en Parroquia Casablanca Santa Barbara. A las 16,30 hrs confesiones y rezo del Santo Rosario.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Domingo IV de Adviento.

La Misa del 4º Domingo de Adviento, como toda la liturgia de este tiempo, tiende a disponernos al doble advenimiento de misericordia en Navidad, y de justicia al fin de los siglos. El Introito, Evangelio, Ofertorio y Comunión se refieren al primero, la Epístola al segundo, la Colecta, Gradual y Aleluya conciernen tanto al uno como al otro. En esta Misa se encuentran también las tres grandes figuras que preocupan la Iglesia durante el Adviento, que son: Isaías, Juan el Bautista y la Virgen María. El profeta Isaías vaticina de San Juan Bautista diciendo que él es: "…la voz del que clama en el desierto: Preparad los caminos del Señor" (Evangelio). Juan decía a los que en torno suyo se agolpaban para ser por él bautizados: ¡Casta de viboras! ¿Quién os ha enseñado a huir de la ira venidera? Merced al amor entrañable que Dios nos ha demostrado, envió a la tierra a su único Hijo, nacido de la Virgen María. De ahí que en la Comunión nos recuerda la Iglesia la profecía de Isaías: "He ahí que una Virgen concebirá y dará luz al Emmanuel." Y en el Ofertorio engarza en un solo saludo las palabras que el Arcángel e Isabel dirigieron a María. Escribe San Gregorio: "Gabriel, que significa la fortaleza de Dios, es enviado a la Virgen, porque venía a anunciar al Mesías, el cual quiso aparecer en la humillación y en la bajeza, para domar a todas las potestades aéreas. Por eso convenía que fuese Gabriel, la fortaleza de Dios, quien anunciase al que venía como Señor de las virtudes, al Todopoderoso, al Invencible en las batallas, para derrocar a todos los poderes del aire" (Serm. 35). La oración colecta alude precisamente a esta gran fortaleza del Señor, la cual se manifiesta ya en su primer advenimiento; pues Jesús venció al demonio estando revestido de su débil y mortal humanidad.
*

sábado, 21 de diciembre de 2013

Santo Tomás

Apóstol
† atravesado por una lanza hacia el año 72 en India
Patrono de arquitectos; constructores; trabajadores de la construcción; albañiles; agrimensores; ciegos; teólogos.
Se lo invoca en los momentos de duda.
 
SANTO TOMÁS, Apóstol

Tú has creído porque me has visto, Tomás:
bienaventurados aquellos que sin haber visto han creído.
(Juan 20, 28)

Santo Tomás, oscuro galileo, siguió a Jesús desde el primer año de su ministerio público; pero huyó en el momento de su Pasión. No quiso creer que Jesús hubiese resucitado antes de verlo con sus propios ojos. Así uno de los hombres que debían anunciar al Salvador al universo defeccionó primero y, enseguida, fue difícil de convencer: fue preciso que el Salvador le hiciese meter la mano en sus adorables llagas. Dice la Tradición que después se trasladó a la India a predicar el Evangelio y recibió allí la corona del martirio en edad muy avanzada.
 
MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA
DE SANTO TOMÁS

I. Primero Santo Tomás fue incrédulo: no quiso prestar fe a la resurrección a no ser viendo con sus propios ojos al Salvador. “Bienaventurados, le dijo Jesucristo, aquellos que sin haber visto han creído”. ¿Soy yo uno de éstos? ¡Ah! si creyese firmemente que Jesús ha muerto por mí, que existe un infierno y un cielo, ¿acaso no viviría más santamente? ¡Desventurados aquellos que esperan los castigos de Dios para creer! (San Eusebio).
II. La fe de este santo Apóstol se despertó una vez que Jesús le hubo hablado y que tocó sus sagradas llagas. También tú en estas fuentes del Salvador debes, alma mía, refugiarte para reanimar tu fe, fortificar tu esperanza y aumentar tu caridad. ¿Estoy yo enteramente convencido de que Jesús ha sufrido por mí en todo su cuerpo? Si lo creo, ¿cómo puedo amar los placeres, sabiendo que Jesús no amó sino los sufrimientos?
III. Santo Tomás probó su fe mediante sus buenas obras. Llevó el Evangelio a los países más lejanos y selló con su propia sangre la verdad de su enseñanza. En vano tus palabras dan fe de que crees en Jesucristo, si tus acciones desmienten a tu lenguaje. ¿Estás pronto a morir por confirmar tu fe? Tú, que pierdes el cielo y la gracia de Dios antes que privarte de un ligero placer, ¿eres cristiano? Si ni siquiera puedo en ti reconocer a un hombre razonable, ¿cómo habría de darte el nombre de cristiano? (San Juan Crisóstomo).
 
La fe.
Orad por la India.

ORACIÓN
Señor, concedednos la gracia de celebrar con gozo la fiesta de vuestro apóstol Santo Tomás, a fin de que su protección nos ayude e imitemos su fe con una piedad digna de ella.
Por J. C. N. S.


Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Viernes de las Témporas de Adviento

Estación en la Basílica de los Doce Apóstoles 
Introito
(Isaías 5.8; Salmo 18.2)
Cerca estás, Señor, y todos tus mandamientos son verdad; desde el principio obedecí a tus mandatos porque ere eterno. Sl. Bienaventurados los que viven sin mancilla, los que caminan según la ley del Señor. V: Gloria al Padre...Cerca estás, Señor…
 
Colecta
Te suplicamos, Señor, hagas ostentación de tu poder y vengas, a fin de que se vean exentos de toda adversidad los que confían en tu clemencia. Tú que vives… 

Epístola (Salmo 84.8,2)
Esto dice el Señor Dios: Saldrá un tallo del tronco de Jesé, y de su raíz se elevará una flor. Y reposará sobre él el Espíritu del Señor; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de piedad, y estará lleno del espíritu del temor del Señor. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oyeren sus oídos; sino juzgará con justicia a los pobres y vindicará el derecho de los humildes de la tierra. Herirá al violento con los decretos de su boca, y con el soplo de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus muslos, y la fidelidad ceñidor de sus riñones.  
Gradual (Salmo 84.8,2)
Muéstranos, Señor, tu misericordia, y danos tu Salvador.  V: ¡Oh Señor!, has derramado la bendición sobre tu tierra; has liberado del cautiverio a Jacob.  
Evangelio (Lucas 1.39-47)
En aquel tiempo: Partió María presurosa por las serranías, a una ciudad de Judá; y, entrando en casa de Zacarías, saludó a Isabel. Al oír Isabel el saludo de María, el niño saltó de gozo en su vientre, e Isabel se sintió llena del Espíritu Santo. Y, exclamando en alta voz, dijo: ¡Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre! Y ¿de dónde a mí tanto bien, que venga la madre de mi Señor a mí? Pues lo mismo fue llegar la voz de tu saludo a mis oídos, que dar saltos de júbilo la criatura en mi seno. ¡Bienaventurada tú que has creído! porque se cumplirán las cosas que se te han dicho de parte del Señor. Y dijo María: Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu salta de gozo en Dios Salvador mío. 
 
Ofertorio (Salmo 84.7-8)
Oh Dios!, volviendo el rostro a nosotros nos darás vida, y tu pueblo se regocijará en ti. Muéstranos, Señor, tu misericordia, y danos tu Salvador.  
Secreta
Te suplicamos, Señor, que, aceptados nuestros dones y plegarias, nos purifiques con los misterios celestiales, y nos oigas bondadoso. Por nuestro Señor Jesucristo… 
Prefacio Común
En verdad es digno y justo, equitativo y saludable que en todo tiempo y lugar te demos gracias, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, por Cristo nuestro Señor. Por quien los Ángeles alaban a tu majestad, las Dominaciones la adoran, tiemblan las Potestades, los Cielos y las Virtudes de los cielos, y los bienaventurados serafines las celebran con igual júbilo. Te rogamos que con sus alabanzas recibas también las nuestras cuando te decimos con humilde confesión... 
Comunión (Zacarías 14.5-6)
Vendrá el Señor, y con él todos los santos; y en aquél día brillará una gran luz.  
Poscomunión
Fortalézcanos, Señor, la santa libación de tu sacramento; y, purificados de nuestros antiguos pecados, haz que podamos unirnos al misterio de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo…


jueves, 19 de diciembre de 2013

Martirologio Romano (1956).

  1. En Mauritania, san Timoteo, Diácono, que, por la fe de Cristo, al cabo de dura prisión, arrojado al fuego, consumó el martirio.
  2. En Alejandría, san Nemesio, Mártir, el cual, acusado primero falsamente de ladrón ante el Juez y vista su inocencia, quedó libre; después, en la persecución de Decio, delatado al Juez Emiliano como discípulo de Cristo, por el mismo Juez fue dos veces atormentado y finalmente quemado con unos ladrones, a semejanza del Salvador, que entre ladrones fue crucificado.
  3. En Nicea de Bítinia, los santos Mártires Darío, Zósimo, Pablo y Segundo.
  4. En Nicomedia, los santos Mártires Ciríaco, Pablito, Segundo, Anastasio, Sindimio y sus Compañeros.
  5. En Gaza de Palestina, el martirio de las santas Méuris (o Maura) y Tea.
  6. En Roma, el tránsito de san Anastasio I, Papa, varón de muy rica pobreza y celo apostólico; al cual, como dice san Jerónimo, no mereció Roma poseer mucho tiempo, porque tal Obispo no viese la ruina de la ciudad cabeza del mundo; pues a poco de su muerte Roma fue entrada a saco y destruida por los Godos.
  7. En Auxerre, san Gregorio, Obispo y Confesor.
  8. En Orleáns de Francia, san Adyuto, Abad, ilustre por el espíritu de profecía.
  9. En Roma, santa Fausta, que fue madre de santa Anastasia, e insigne por su nobleza y piedad.
  10. En Aviñón, san Urbano V, Papa, que, por haber restituido la Sedé Apostólica a Roma, llevado a cabo la unión de los Griegos con los Latinos y reprimido a los infieles, fue muy benemérito de la Iglesia. Su culto, ya muy antiguo, lo aprobó y confirmó el Sumo Pontífice Pío IX.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

San Gaciano

Obispo
† hacia el año 337 en Tours, Francia

Si el grano de trigo, después de echado en la tierra, no muere,
queda infecundo, pero si muere, produce mucho fruto.
(Juan 12, 24)

Según San Gregorio de Tours, San Gaciano fue enviado por el Papa Fabiano, desde Roma a Turena, para sembrar allí la palabra de Dios. Su vida angelical y sus milagros lo ayudaron a ello poderosamente; a la sola señal de la cruz, los demonios y las enfermedades le obedecían. No dejó Satanás de suscitar persecuciones contra él; entonces, congregaba el santo a su pequeño rebaño en subterráneos y celebraba en ellos los divinos misterios. Murió en el curso del siglo IV después de un largo apostolado.
 
MEDITACIÓN
NUESTRA ALMA ES
SEMEJANTE A UN CAMPO

I. Hay que abrir las entrañas de la tierra para hacer entrar en ella el buen grano que la debe hacer fecunda. ¿Quieres tú producir frutos dignos del paraíso? Es preciso sufrir. El camino del cielo está totalmente erizado de espinas; las rosas se encontrarán en el paraíso. Valor, alma mía, no retrocedas ante ningún sacrificio. Los herederos del Crucificado no deben temer ni a los tormentos ni a la muerte (San Cipriano).
II. La tierra oculta en su seno la semilla que se le ha confiado; en ella muere, pero para resucitar muy pronto. Almas santas, ocultad los talentos y las gracias que Dios os ha concedido; de otro modo el demonio, esta ave de rapiña, pronto los habrá arrebatado. La vanidad os privará del fruto de vuestras buenas obras. Dios mío, estoy contento de ser desconocido de los hombres, siempre que Vos me guardéis un lugar en la gloria.
III. Las espinas y la cizaña crecen a menudo entre el buen grano, en medio de las flores. Así, los buenos están mezclados con los malos en este mundo, hasta el día del juicio en el que Dios separará a éstos de entre aquéllos. Sufre sus defectos, puesto que Dios los soporta, pero no los imites. ¿Serás tú reservado en el granero del Padre celestial, o bien serás arrojado al fuego con la cizaña? En tus manos está elegir ahora. Haz buenas obras, ellas serán la semilla de una gloria eterna. Nuestras obras no se desvanecen como pudiera creerse, sino que las obras temporales son como semilla de eternidad (San Bernardo).
 
La paciencia.
Orad por los que os persiguen.
 
ORACIÓN
Dios omnipotente, que esta augusta solemnidad de San Gaciano, vuestro confesor pontífice, aumente en nosotros el espíritu de piedad y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S.


Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.

martes, 17 de diciembre de 2013

Martirologio Romano (1956).

  • En Roma, el tránsito de san Juan de Mata, Presbítero y Confesor, que fue Fundador de la Orden de la santísima Trinidad, Redención de cautivos. Su festividad, por decreto de Inocencio XI, se celebra el 8 de Febrero.
  • SAN LÁZARO, Obispo
  • En Marsella de Franca, san Lázaro, Obispo, hermano de las santas María Magdalena y Marta, a quien se lee en el Evangelio que el Señor llamó amigo y le resucitó de entre los muertos.
  • En Eleuterópolis de Palestina, los santos Mártires Florián, Calanico y cincuenta y ocho Compañeros, los cuales, en tiempo del Emperador Heraclio, fueron muertos por los Sarracenos en odio de la fe de Cristo.
  • En el monasterio de Fulda, san Esturmio, Abad y Apóstol de Sajonia, a quien el Papa Inocencio II en el segundo Concilio Lateranense puso en el número de los Santos.
  • En Bigardén, cerca de Bruselas, en Brabante, santa Vivina, Virgen, de cuya egregia santidad dan testimonio sus frecuentes milagros.
  • En Constantinopla, santa Olimpíada, Viuda.
  • En Andance, cerca de Siete Iglesias, en Bélgica, santa Begga, Viuda, que fue hermana de santa Gertrudis.
  • El mismo día, la Traslación de san Ignacio, Obispo y Mártir, el tercero que después de san Pedro Apóstol gobernó la Iglesia de Antioquía. Su cuerpo, llevado de Roma, donde en tiempo de Trajano, el 20 de Diciembre, había consumado un glorioso martirio, a Antioquía, fue allí enterrado en el cementerio de la Iglesia, fuera de la puerta de Dafne; y en aquella festividad predicó san Juan Crisóstomo un sermón al pueblo. Pero más tarde sus reliquias fueron de nuevo transportadas a Roma y colocadas con grandísima veneración en la Iglesia de san Clemente, junto con el cuerpo de este mismo santísimo Papa y Mártir.
  • Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
    R. Deo Gratias.

    lunes, 16 de diciembre de 2013

    San Eusebio

    Obispo y Mártir
     n. en el año 283 en Cerdeña; † hacia el año 370
     
    SAN EUSEBIO, Obispo y Mártir

    La voluntad de Dios es que seáis santos.
    (1 Tesalonicenses 4, 3)
     
    San Eusebio, obispo de Vercelli, fue exilado en Palestina por haber sostenido, en el Concilio de Milán, la fe de Nicea contra los obispos arrianos protegidos por el emperador Constancio. Las cartas que escribió a su pueblo desde el fondo de su confinamiento nos revelan la inaudita crueldad de los arrianos para con él y la admirable firmeza de su fe. Después de la muerte de Constancio, no quiso aprovecharse del permiso concedido a los obispos exilados para volver a sus diócesis, sino después de haber asistido al Concilio de Alejandría y recorrido las provincias de Oriente inficionadas de arrianismo para hacer volver a los extraviados. Murió en Vercelli hacia el año 370.
     
    MEDITACIÓN
    SOBRE LA IMITACIÓN
    DE LOS SANTOS
     
    I. Nunca entrarás en el cielo, si no imitas a los santos, y no los imitarás si la lectura de su vida no te enseña lo que hicieron. Consagra todos los días algunos instantes a esta lectura; y, si puedes, reúne a tus servidores para hacer esta lectura en común. ¡Tanto tiempo se pierde en conversar con los hombres y no se encuentra ni siquiera un momento libre para platicar con los santos!
    II. Esfuérzate en imitar, en la medida en que lo puedas, las virtudes que notes en la vida de los santos. Considera, sobre todo, que ellos han estado unidos a Dios mediante la oración, que han sido austeros para consigo y caritativos para con el prójimo. Ningún santo encontrarás que no haya tenido estas tres cualidades. ¿Las posees tú? Sin ellas no hay que esperar el paraíso. No basta, para ir al cielo, profesar la religión cristiana en cuyo seno vivieron ellos; es preciso también conformar nuestras costumbres a la santidad de nuestra fe y a los buenos ejemplos que nos dieron. De nada nos servirá que nuestra religión sea buena, si nuestra vida es mala (Salviano).
    III. Elige como patrono a un santo que se haya encontrado en posición parecida a la tuya y regula tu conducta con sus ejemplos. Imita también las virtudes del santo cuyo nombre tienes y del que hayas elegido cada mes como protector especial tuyo. En todas tus necesidades temporales y espirituales, recurre a los santos. Examina tu vida: ¿a qué santos imitas? ¿Acaso no sigues un camino totalmente opuesto al que ellos recorrieron? ¡Ten cuidado! Aprende de uno la humildad, de otro la paciencia: que uno te enseñe el silencio, otro la dulzura (San Jerónimo).
     
    La imitación de los santos.
    Orad por las órdenes religiosas.
     
    ORACIÓN
    Oh Dios, que cada año nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la solemnidad del bienaventurado Eusebio, vuestro mártir pontífice, haced que honrando su nacimiento al cielo, experimentemos los efectos de su protección. Por J. C. N. S.
     

    Fuentes:
    - Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.

    domingo, 15 de diciembre de 2013

    Domingo III de Adviento

     
    "El Señor está cerca". He aquí el anuncio que nos hace hoy la Iglesia, he aquí por qué nos incita hoy a la alegría y por qué se viste Ella misma hoy de fiesta, con ornamentos rosados, con flores en los altares, con acordes del órgano. Está la Iglesia como impaciente por recibir al Señor, y nos contagia a nosotros de esta santa ansiedad. ¡El señor está cerca! Más aún: "Entre nosotros está Uno a quien muchos no conocen". Esta queja amarga del Bautista desgraciadamente es también hoy verdadera. ¡Un año más, la luz que esperamos pasa al lado de muchos sin iluminarlos; un año más llamará a nuestras puertas el que puede remediar nuestras necesidades. Y muchos estarán dormidos! Las exhortaciones de San Juan Bautista conservan aún toda su importancia, pues el Salvador, que ya ha venido, debe "venir" aún para muchas almas que permanecen sumidas en la ignorancia, y nosotros mismos tenemos que recoger cada vez más perfectamente los frutos de su venida, en nuestras almas. Y el fruto primario que trae consigo la fiesta de Navidad es la realización cada vez más perfecta, de la filiación divina en nosotros, filiación divina por la gracia traducida en la santidad de vida. Sentimos gran júbilo al acercarse las fiestas de Navidad, que nos recuerdan la venida del humilde Niño del pesebre. Por eso escribe San Pablo: "Gaudete, regocijaos en el Señor, porque el Señor está para llegar"; por eso los sacerdotes celebran hoy con ornamentos rosados; por donde se simboliza la alegría de la celestial Jerusalén, en que Jesús nos ha de introducir al fin de los tiempos.
    *

    viernes, 13 de diciembre de 2013

    Martirologio Romano (1956).

    SANTA LUCÍA, Virgen y Martir
    1. En Siracusa de Sicilia, el triunfo de santa Lucía, Virgen y Mártir, en la persecución de Diocleciano. Esta noble doncella, entregada, de orden del Consular Pascasio, a hombres impúdicos que la llevasen donde el populacho ultrajase su pudor, no la pudieron en modo alguno mover, ni valiéndose de sogas ni con muchos pares de bueyes; después, habiendo superado, sin recibir lesión, el tormento de la pez, resina y aceite hirviendo, por fin, atravesada con un cuchillo la garganta, consumó el martirio.
    2. En Molíns de Francia, el tránsito de santa Juana Francisca Fremiot de Chantal, Viuda, que fue Fundadora de la Orden de Monjas de la Visitación de santa María; y señalada por la nobleza de su sangre, por la santidad que constantemente ejercitó en cuatro estados de vida y por el don de milagros, fue puesta por el Sumo Pontífice Clemente XIII en el número de las Santas. Su sagrado cuerpo fue trasladado a Annecy en Saboya, y sepultado con solemne pompa en la Iglesia principal de su Orden. Su fiesta, por decreto del Papa Clemente XIV, se celebra en toda la Iglesia el 21 de Agosto.
    3. En Armenia, el suplicio de los santos Mártires Eustracio, Auxencio, Eugenio, Mardario y Orestes, en la persecución de Diocleciano. Eustracio, primeramente por orden de Lisias, y después en Sebaste presidiendo Agricolao, junto con Orestes, torturado con exquisitos tormentos y, arrojado en un horno, entregó su espíritu a Dios. Orestes, extendido en un lecho de hierro candente, pasó al Señor. Los demás, ejercitados con durísimos suplicios en Arábraco, de orden del Presidente Lisias, consumaron en diversas formas el martirio. Sus cuerpos fueron posteriormente trasladados a Roma y honoríficamente colocados en la Iglesia de San Apolinar.
    4. En la isla de Solzi, cerca de Cerdeña, el martirio de san Antíoco, en tiempo del Emperador Adriano.
    5. En Cambray de Francia, san Audberto, Obispo y Confesor.
    6. En la aldea de Ponthieu de Francia, san Judoco, Presbítero y Confesor.
    7. En territorio de Estrasburgo, santa Otilia, Virgen.
    Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
    R. Deo Gratias.

    jueves, 12 de diciembre de 2013

    A Nuestra Señora de Guadalupe

    NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
     
    Eres la más hermosa de todas las mujeres;
    pura, santa, divina, toda llena de rosas.
    Perfumas días, tardes, noches y amaneceres
    y en paz guardas mi vida sobre todas las cosas.
    Madre que en los eriales haces brotar las flores
    por tu querer sublime y el poder celestial,
    ¡no dejes que Dios vea los pálidos colores
    que denotan mi alma cuando me roza el mal!
    Te venero. Dichosas las fúlgidas estrellas
    que iluminan el cielo de tu sencillo manto.
    ¡Si yo pudiera un día brillar como una de ellas
    para alumbrar tu imagen con celo sacrosanto!
    Bendito sea el ángel que sostiene la luna
    sobre la que reposan tus delicados pies.
    Un rayo de tu cuerpo debió alumbrar mi cuna
    porque te siento madre dondequiera que estés.
    Virgen de Guadalupe, a tus plantas me postro
    humilde, suplicando tu santa intercesión.
    ¡Cuánto me gustaría ver grabado mi rostro
    sobre la blanca tilma de tu gran corazón!
    Jorge Antonio Doré
    PoesíaHispana.com

    miércoles, 11 de diciembre de 2013

    San Dámaso.

    Papa y Confesor
    n. hacia el año 306 en Roma;
    † 11 de diciembre del año 384 en Roma
    Patrono de arqueólogos.
     
    SAN DÁMASO, Papa y Confesor

    Cualquiera que mirare a una mujer con mal deseo
    ya adulteró en su corazón.
    (Mateo 5, 28)
     
    San Dámaso I, de origen español, siguió al Papa Liberio al exilio y le sucedió en el año 366. Su talento y su celo por la pureza de la doctrina y el esplendor del culto han hecho que el Concilio de Calcedonia lo llamase ornamento y gloria de Roma. Reunió cuatro concilios en esta ciudad y uno en Aquilea, para combatir las herejías. Edificó dos basílicas, una junto al teatro de Pompeyo, San Lorenzo in Dámaso; la otra en la vía Ardeatina, junto a las catacumbas. Adornó con epitafios en verso las tumbas de los mártires, introdujo la costumbre de añadir el Gloria Patri al final de los salmos y movió a San Jerónimo a corregir el Nuevo Testamento sobre el texto griego. Murió casi octogenario en el año 384, y fue enterrado con su madre y su hermana en la basílica de la vía Ardeatina.
     
    MEDITACIÓN
    SOBRE LOS MALOS PENSAMIENTOS

    I. Hay tres clases de pensamientos que debemos rechazar, que hasta deberíamos prevenir. Los primeros son las distracciones en nuestra oración; nos arrebatan todo el fruto de nuestras plegarias y, a menudo, nos hacen cometer nuevos pecados en el momento en que deberíamos obtener el perdón de nuestras faltas pasadas. Para ahuyentar estos pensamientos importunos, haz con frecuencia actos de fe; piensa que Dios te ve, que oye tus ruegos y que castigará tu negligencia al no desechar esas distracciones.
    II. Los pensamientos contra la castidad son mucho más peligrosos todavía: fácil es complacerse en ellos, detenerse en ellos voluntariamente y cometer en un instante grandísimos pecados. Así, vigila, rechaza esos pensamientos poniendo la atención de tu espíritu en otra cosa, ocupándolo con pensamientos graves tales como los de la muerte, del infierno y del juicio. ¿Quieres verte libre de esta clase de tentaciones? Vigila tus sentidos: tus ojos y tus oídos son las puertas que les dan acceso a tu alma.
    III. El demonio te sugiere, a veces, dudas contra la fe: esas dudas son peligrosas, sobre todo en la hora de la muerte. Las vencerás con la humildad y la oración; desconfía, pues, de tus propias fuerzas e implora el socorro del Cielo. La fe es un don de Dios: Aquél que te la dio te la conservará, siempre que recurras a Él. Si, con todo, esos pensamientos continuaran importunándote, haz actos de fe. Cuanto más te cueste penetrar las verdades de la salvación, más debes reverenciarlas y admirarlas (San Eusebio).
     
    La modestia.
    Orad por el Sumo Pontífice.

    ORACIÓN
    Pastor eterno, considerad con benevolencia a vuestro rebaño, y guardadlo con constante protección por vuestro bienaventurado Sumo Pontífice Dámaso, a quien constituisteis pastor de toda la Iglesia. Por J. C. N. S.


    Fuentes:
    - Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.

    martes, 10 de diciembre de 2013

    La Santa Casa y las Letanías Lauretanas





    Hoy se conmemora la festividad de la Traslación de la Santa Casa de Loreto. ¿En qué consistió este episodio que ha quedado marcado en la liturgia y en el calendario católico? Debemos hacer un poco de Historia. Resulta que los sarracenos, triunfantes de las Cruzadas hacia finales del siglo XIII, decidieron arrasar los lugares más significados de Tierra Santa para que desapareciera toda traza de culto cristiano de Palestina. Unos de los más venerados era la casa que había habitado la Sagrada Familia en Nazaret, sobre la que la emperatriz santa Elena había hecho edificar una basílica y que desde tiempo muy antiguo era meta de peregrinos. Uno de los más ilustres había sido san Luis IX de Francia, que acudió para dar gracias por haber sido liberado del cautiverio en el que había caído en Egipto durante la Séptima Cruzada y mandó celebrar una solemne misa de acción de gracias. Pero en 1263, los musulmanes destruyeron la basílica, aunque providencialmente la Santa Casa no fue tocada. A punto estaba de cernirse sobre ésta la furia musulmana cuando milagrosamente desapareció, siendo trasladada por ministerio de ángeles a Trsat en la actual Croacia: ocurría ello el 12 de mayo de 1291.

    En Trsat los habitantes se encontraron de la noche a la mañana con una casa sin cimientos colocada en un paraje donde la víspera no había nada. Hallaron en su interior una imagen de la Virgen con el Niño sobre un altar de piedra, que en seguida fue objeto de veneración. Pocos días después, la Madre de Dios se apareció a un sacerdote del lugar, de nombre Alejandro, y le explicó que la casa era la misma donde había tenido lugar la Anunciación del arcángel Gabriel. Comenzaron entonces a afluir las gentes en peregrinación y se construyó un cobertizo para proteger los sagrados muros. Sin embargo, no permaneció la casa por mucho tiempo en Trsat. El 10 de diciembre de 1294 aparecía al otro lado del Adriático, en la localidad italiana de Loreto (Lauretum), cerca de Ancona.

    Cuéntase que los habitantes del lugar reportaron haber visto venir del mar la casa llevada por ángeles, a los que comandaba uno con capa roja (que fue identificado como san Miguel Arcángel), y que la Virgen con el Niño estaban sentados sobre ella. También declararon haber oído cómo los ángeles entonaban unos cánticos a modo de invocaciones a María Santísima: como una hermosa letanía. La Santa Casa fue depositada en un sitio llamado Banderuola, al que empezaron a acudir los peregrinos. Hubo dos transportes más en la misma localidad: a un cerro, propiedad de dos hermanos que empezaron a disputar acremente por el dominio del terreno, y al actual emplazamiento, donde ha permanecido el sagrado monumento por más de setecientos años, habiéndose construido sobre él, para protegerlo, una hermosa basílica.

    El fondo histórico de esta piadosa y bella tradición es que los cruzados que aún quedaron en Tierra Santa quisieron salvar todas las reliquias cristianas que pudieron y, entre ellas, la santa casa de Nazaret. Por eso decidieron llevársela, desmontando sus muros y reconstruyéndola piedra por piedra en un lugar más seguro. En ese momento, las repúblicas de Venecia y Génova dominaban todavía el Mediterráneo Oriental, mientras el basileus bizantino debía enfrentarse a la cada vez mayor amenaza de la Medialuna. No es raro, pues, que, la casa llegara por mar a las costas croatas y se quedara en Trsat, bajo la protección del rey apostólico de Hungría.

    Parece ser que el traslado desde Palestina se llevó a cabo gracias a Nicéforo I Comneno Dukas, déspota del Epiro (1271-1297), perteneciente a la dinastía de los Ángeles o Angelina (que había reinado en Bizancio entre 1185 y 1204). Este detalle genealógico nos da un dato sobre el origen de la creencia en la intervención angélica en la traslación. Más tarde, juzgando acaso que los Balcanes no ofrecían una total garantía de seguridad contra la amenaza musulmana, se decidió volver a desmontar la casa para reconstruirla esta vez en la Península Itálica, a razonablemente buen recaudo de aquélla.

    La autenticidad de la monumental reliquia está avalada por datos históricos y arqueológicos. Entre los primeros no es de poca importancia el hecho de que ya desde Trsat se hizo una indagación sobre si realmente se trataba de lo que afirmaba la voz pública. Así, se envió a Tierra Santa a unos comisionados que, bajo la protección de los cruzados que quedaban allá, fueron al emplazamiento donde tradicionalmente había estado la Santa Casa. Efectuaron una inspección ocular y preguntaron a los lugareños. Con las informaciones que recabaron, se tuvo el convencimiento de la autenticidad de la reliquia nazarena. Modernamente se han hecho investigaciones con los auxilios de la moderna ciencia arqueológica y se ha llegado a la misma conclusión: la Santa Casa de Loreto es la casa que la Sagrada Familia habitaba en Nazaret (o al menos, es una casa de la época y del entorno de la Sagrada Familia). Sobre ella se construyó la rica y hermosa basílica que hoy se puede admirar y que visitó en peregrinación el beato Juan XXIII en el célebre breve viaje apostólico que emprendió en 1961 a Asís y a Loreto para encomendar su concilio.

    ¿Y las Letanías?En el santuario de Loreto se cantaban desde principios del siglo XVI unas letanías a la Virgen, de hermosa simbología. Algunos han querido hacer remontar su origen a las invocaciones de los ángeles mientras trasladaban la Santa Casa. Más tarde, hacia 1575, aparecieron unas nuevas letanías de inspiración bíblica y que se hicieron tan populares que acabaron desplazando a las más antiguas y fueron finalmente aprobadas en 1587 por Sixto V, que les concedió indulgencias. Pero, dado el éxito de éstas proliferaron en pocos años nuevas letanías hasta el punto que en Loreto se llegó a tener una para cada día. La situación se hizo tan exagerada que Clemente VIII prohibió todas las que no se hallaran en el Misal o el Breviario. Las Lauretanas aprobadas por Sixto V, al estar incluidas en el Breviario, se salvaron. Es más, Pablo V mandó en 1605 que se cantasen en las fiestas principales de la Virgen en la basílica romana de Santa María la Mayor y las incluyó en la edición típica del Rituale Romanum. Los dominicos contribuyeron a su difusión por todo el orbe católico al adoptarlas como preceptivas en todos sus conventos los sábados después de las oraciones de la tarde.

    Desde entonces quedaron fijadas, sin que pudiera añadirse ninguna invocación nueva a no ser por autoridad papal. En España había el privilegio de añadir “Mater Immaculata, ora pro nobis” por la especial y tradicional adhesión de la nación al misterio de la Inmaculada Concepción. Más tarde esta invocación quedó incorporada definitivamente a las letanías. Algunos papas contemporáneos hicieron sus propias adiciones. El beato Pío IX, que definió el dogma de la Inmaculada, añadió “Regina sine labe originali concepta, ora pro nobis”. León XIII, que prácticamente publicó una encíclica dedicada al Rosario cada año, insertó “Regina Sacratissimi Rosarii, ora pro nobis”, y también “Mater Boni consilii, ora pro nobis”. Benedicto XV, el pontífice que se prodigó por detener la Gran Guerra, agregó “Regina pacis, ora pro nobis”. Pío XII, que definió el dogma de la Asunción, incorporó "Regina in coelum Assumpta, ora pro nobis”. Pablo VI introdujo “Mater Ecclesiae, ora pro nobis”. Juan Pablo II, en fin, incluyó “Regina familiae, ora pro nobis”. Algunas órdenes religiosas también añadieron por su cuenta otras invocaiones, siempre eso sí con aprobación apostólica. Por ejemplo, los franciscanos: “Regina Ordinis Minorum, ora pro nobis”.

    Existen otras letanías en honor a la Virgen y a imitación de las lauretanas, pero que no son de uso general. Entre ellas merecen especial mención las Letanías Peruanas, que recibieron el placet de Pablo V en 1605, y las Letanías de Dolores, compuestas por Pío VII en 1809 aunque para uso privado solamente. De ambas nos ocuparemos en este mismo costumbrario oportunamente. Las Letanías Lauretanas son un hermoso compendio de teología mariana y muestran cómo la Santísima Virgen está inserta de modo especialísimo en la economía de la salvación. No han de recitarse de carrerilla ni cansinamente, sino meditando cada invocación mientras se pronuncia de modo pausado y rítmico. Mejor cantadas que rezadas, según aquello de que qui cantat bis orat, pero aun en el rezo privado y silencioso de cada uno son una fuente maravillosa de santos pensamientos.
    LITANIAE LAVRETANAE BEATAE MARIAE VIRGINIS

    Kyrie, eleison.
    Christe, eleison.
    Kyrie, eleison.
    Christe, audi nos.
    Christe, exaudi nos.
    Pater de coelis, Deus, miserere nobis.
    Filii, Redemptor Mundi, Deus, miserere nobis.
    Spiritus Sancte, Deus, miserere nobis.
    Sancta Trinitas, unus Deus, miserere nobis.
    Sancta Maria, ora pro nobis.
    Sancta Dei Genitrix, ora pro nobis.
    Sancta Virgo virginum, ora pro nobis.
    Mater Christi, ora pro nobis.
    Mater Ecclesiae, ora pro nobis.
    Mater Divinae Gratiae, ora pro nobis.
    Mater purissima, ora pro nobis.
    Mater castissima, ora pro nobis.
    Mater inviolata, ora pro nobis.
    Mater intemerata, ora pro nobis.
    Mater inmaculata, ora pro nobis.
    Mater amabilis, ora pro nobis.
    Mater admirabilis, ora pro nobis.
    Mater boni consilii, ora pro nobis.
    Mater Creatoris, ora pro nobis.
    Mater Salvatoris, ora pro nobis.
    Virgo prudentissima, ora pro nobis.
    Virgo veneranda, ora pro nobis.
    Virgo predicanda, ora pro nobis.
    Virgo potens, ora pro nobis.
    Virgo clemens, ora pro nobis.
    Virgo fidelis, ora pro nobis.
    Speculum Iustitiae, ora pro nobis.
    Sedes sapientae, ora pro nobis.
    Causae nostrae letitiae, ora pro nobis.
    Vas spirituale, ora pro nobis.
    Vas honorabile, ora pro nobis.
    Vas insigne devotionis, ora pro nobis.
    Rosa Mystica, ora pro nobis.
    Turris davidica, ora pro nobis..
    Turris eburnea, ora pro nobis.
    Domus aurea, ora pro nobis.
    Foederis arca, ora pro nobis.
    Ianua Coeli, ora pro nobis.
    Stella matutina, ora pro nobis.
    Salus infirmorum, ora pro nobis.
    Refugium peccatorum, ora pro nobis.
    Consolatrix afflictorum, ora pro nobis.
    Auxilium christianorum, ora pro nobis.
    Regina Angelorum, ora pro nobis.
    Regina Patriarcharum, ora pro nobis.
    Regina Profetarum, ora pro nobis.
    Regina Apostolorum, ora pro nobis.
    Regina Martyrum, ora pro nobis.
    Regina Confessorum, ora pro nobis.
    Regina Virginum, ora pro nobis.
    Regina sanctorum omnium, ora pro nobis.
    Regina sine labe originale concepta, ora pro nobis.
    Regina in coelum assumpta, ora pro nobis.
    Regina Sacratissimi Rosarii, ora pro nobis.
    Regina familiae, ora pro nobis
    Regina pacis, ora pro nobis.
    Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, parce nobis, Domine.
    Agnus Dei qui tollis peccata mundi, exaudi nos, Domine.
    Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, miserere nobis.

    Ant. Sub tuum praesidium configimus, Sancta Dei Genetrix: nostras deprecationes ne despicias in necesitatibus, sed a periculis cunctis liber nos semper, Virgo gloriosa et benedicta.

    Per annum:
    V. Ora pro nobis, Sancta Dei Genitrix.
    R. Ut digni efficiamur promissionibus Christi.

    Oremus. Concede nos famulos tuos, quaesumus, Domine Deus, perpetua mentis et corporis sanitate gaudere: et gloriosa beatae Mariae semper Virginis intercessione, a praesenti liberari tristitia, et aeterna perfrui laetitia. Per Christum Dominum nostrum. R. Amen.

    Tempore Adventus:
    V. Angelus Domini nuntiavit Mariae,
    R. Et concepit de Spiritu Sancto.

    Oremus. Deus, qui de beatae Mariae Virginis utero Verbum tuum, Angelo nuntiante, carnem suscipere voluisti: praesta supplicibus tuis; ut, qui vere eam Genitricem Dei credimus, eius apud te intercessionibus adiuvemur. Per Christum Dominum nostrum. R. Amen.

    Tempore Nativitatis:
    V. Post partum, Virgo, inviolata permansisti,
    R. Dei Genetrix, intercede pro nobis.

    Oremus. Deus, qui salutis aeternae, beatae Mariae virginitate fecunda, humano generi praemia praestitisti: tribue, quaesumus; ut ipsam pro nobis intercedere sentiamus, per quam meruimus Filius tuum auctorem vitae suscipere. Qui tecum vivit et regnat in saecula saeculorum. R. Amen.

    Tempore Paschali:
    V. Gaude et laetare, Virgo Maria, alleluia.
    R. Quia surrexit Dominus vere, alleluia.

    Oremus. Deus, qui per resurrectionem Filii tui, Domini nostri Iesu Christi, mundum laetificare dignatus es: praesta, quaesumus: ut, per eius Genitricem Virginem Mariam, perpetuae capiamus gaudia vitae. Per eundem Christum Dominum nostrum. R. Amen.

    Tomado de COSTUMBRARIO TRADICIONAL CATÓLICO

    lunes, 9 de diciembre de 2013

    Martirologio Romano (1956)

    1. En Cartago, san Restituto, Obispo y Mártir, en cuya solemnidad predicó san Agustín sobre sus alabanzas un sermón al pueblo.
    2. En África igualmente, los santos Mártires Pedro, Suceso, Basiano, Primitivo y otros veinte.
    SANTA LEOCADIA, Virgen y Mártir
    1. En Toledo de España, el triunfo de santa Leocadia, Virgen y Mártir, que, en la persecución del Emperador Diocleciano, por orden de Daciano, Prefecto de las Españas, encerrada en un calabozo y cruelmente maltratada, habiendo oído los tormentos atrocísimos de santa Eulalia y demás Mártires, allí mismo, arrodillada en oración, entregó su incontaminado espíritu a Cristo.
    2. En Limoges de Aquitania, santa Valeria, Virgen y Mártir.
    3. En Verona, san Próculo, Obispo, el cual, en la persecución de Diocleciano, fue abofeteado, apaleado y desterrado de la ciudad; y al fin restituido a su Iglesia, descansó en paz.
    4. En Pavía, san Siro, que fue el primer Obispo de aquella ciudad y resplandeció con apostólicas señales y virtudes.
    5. En Apamea de Siria, san Julián, Obispo, que floreció en santidad en tiempo de Severo.
    6. En Gray de Borgoña, san Pedro Fourier, que fue Canónigo Regular de Nuestro Salvador y Fundador de las Canonesas Regulares de Nuestra Señora para la enseñanza de las niñas; el cual, esclarecido en virtudes y milagros, fue puesto por el Papa León XIII en el catálogo de los Santos.
    7. En Perigueux de Francia, san Cipriano, Abad, varón de gran santidad.
    8. En Nacianzo de Capadocia, santa Gorgonia, que fue hija de santa Nona y hermana de los santos Gregorio el Teólogo y Cesáreo; cuyas Virtudes y milagros escribió su mismo hermano Gregorio.
    Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
    R. Deo Gratias.

    sábado, 7 de diciembre de 2013

    Invitación Santa Misa Tridentina



    8 de diciembre, 17 hrs,
    Parroquia Santa Bárbara de Casablanca
    INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA
    I clase, ornamento azul
    Gloria, Credo y prefacio de la Virgen “Et te in Conceptione Inmaculata”.
    Se hace conmemoración de la feria o domingo de adviento.
    Una Voce Casablanca

    viernes, 6 de diciembre de 2013

    Martirologio Romano (1956)


    SAN NICOLÁS DE BAR, Obispo y Confesor
    1. En Mira, metrópoli de Licia, el tránsito de San Nicolás, Obispo y Confesor, de quien, entre muchos insignes milagros, se cuenta éste muy memorable: que, estando lejos, se apareció al Emperador Constantino, y con persuasiones y amenazas le convenció a perdonar la vida a unos hombres que invocaban al Santo.
    2. El mismo día, san Policronio, Presbítero, que en tiempo del Emperador Constancio, mientras celebraba la Misa delante del altar, fue acometido de los Arríanos y degollado.
    3. En África, san Mayórico, hijo de santa Dionisia, el cual, siendo jovencito y temiendo los suplicios, fortalecido con las señas y las palabras de su madre, fue el más esforzado de todos, y en medio de los tormentos entregó su espíritu. Su madre, abrazándose a él, le enterró en su casa, y junto a su sepulcro acostumbraba hacer frecuentemente oración.
    4. Allí mismo, las santas mujeres Dionisia, madre de san Mayórico Mártir, Dativa, Leoncia y un religioso varón, por nombre Tercio, Emiliano, médico, y Bonifacio, con otros tres. Todos ellos, en la persecución Vandálica, reinando Hunerico Arriano, en defensa de la fe católica, atormentados con gravísimos e innumerables suplicios, merecieron ser asociados al número de los Confesores de Cristo.
    5. En Roma, santa Asela, Virgen, la cual, según escribe san Jerónimo, fue bendita desde las entrañas de su madre, y pasó la vida en ayunos y oraciones hasta la vejez.
    6. En Granada de España, el suplicio de san Pedro Pascual, Obispo de Jaén y Mártir, de la Orden de nuestra Señora de la Merced, Redención de Cautivos.
    Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
    R. Deo Gratias.

    jueves, 5 de diciembre de 2013

    San Sabas

    Abad
    n. 439 en Capadocia; † hacia el año 532
     
    SAN SABAS, Abad

    Bien sé de quién me he fiado,
    y estoy cierto de que es poderoso para conservar
    mi depósito hasta aquel día.
    (2 Timoteo 1, 12)
     
    San Sabas, nacido en Capadocia en el año 439, a los ocho años de edad entró a un monasterio cerca de Cesárea y, después, atraído por los Santos Lugares, se fue a habitar una gruta junto al torrente del Cedrón, donde no había, en la Cuaresma, otro alimento fuera de la Santa Eucaristía, y donde muy pronto tuvo numerosos discípulos. Un día, un león le dejó su caverna. Fue a combatir a los eutiquianos en Constantinopla, y fue llevado, no obstante su pobre vestimenta, ante Anastasio II. Más tarde, el emperador Justiniano, habiendo ido a verlo, fue abandonado por él no bien San Sabas oyó llamar para el oficio divino. Murió en el año 532.
     
    MEDITACIÓN
    SOBRE LA ESPERANZA

    I. Espera en Dios, pero témelo: la esperanza sin el temor conduce a la pereza espiritual; el temor sin la esperanza conduce a la desesperación. Dios es bueno, quiere salvarnos: ¡cuán consolador es este pensamiento! Dios es justo, puede condenarnos: ¡cuán terrible es este pensamiento! Dios mío, temo vuestra justicia, pero tengo confianza en vuestra bondad; emplead conmigo, no los rigores de vuestra justicia, sino las dulzuras de vuestra misericordia.
    II. Espero de vuestra bondad vuestra gracia en este mundo y vuestra gloria en el otro. No es de mi ingenio ni de mi trabajo ni de mis amigos de quienes espero mi felicidad; de Vos es, oh Dios, que sois el único apoyo de mi esperanza. Tampoco son riquezas, placeres y honores lo que espero de vuestra liberalidad; yo espero, deseo, pido solamente vuestra santa gracia; dadme vuestro santo amor, quitadme todos los bienes de la tierra, y estaré demasiado contento y demasiado rico. Al ver nuestro desinterés en los bienes celestiales y nuestro apego a los bienes de este mundo, diríase que no tenemos ni fe ni esperanza. Pecamos contra la fe y la esperanza; parece que no creemos sino en la vanidad y en la mentira (San Cipriano).
    III. Mi esperanza no está fundada en mis trabajos sino en los méritos de mi Salvador Jesucristo. Si considero mi flaqueza, no me queda sino esperar el infierno; pero si dirijo mis miradas a Jesús crucificado por mí, debo esperar el paraíso. ¡Que se levanten contra mí mis enemigos, no seré confundido, porque es en Vos en quien espero y no en mí, Señor! (San Agustín).
     
    La esperanza en Dios.
    Orad por vuestros superiores eclesiásticos.

    ORACIÓN
    Haced, os suplicamos, Señor, que la intercesión del santo abad Sabas nos haga agradables ante vuestra Majestad, y que obtengamos por sus ruegos lo que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S.


    Fuentes:
    - Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.

    miércoles, 4 de diciembre de 2013

    Martirologio Romano (1956)

    SAN PEDRO CRISÓLOGO, Obispo y Doctor de la Iglesia
    1. San Pedro Crisólogo, Obispo de Ravena, Confesor y Doctor de la Iglesia, de quien se hace mención a 2 de este mes.
    2. En Nicomedia, el triunfo de santa Bárbara, Virgen y Mártir, que en la persecución de Maximino, después de atormentada con dura prisión, abrasada con hachas, cercenados los pechos y de otros tormentos, consumó el martirio por la espada.
    3. En Constantinopla, los santos Teófanes y Compañeros.
    4. En el Ponto, san Melecio, Obispo y Confesor, el cual, descollando por la preeminencia de su saber, fue todavía más excelente por la virtud del alma y por la sinceridad de la vida.
    5. En Bolonia, san Félix, Obispo, que había sido antes Diácono de Iglesia de Milán, en tiempo de san Ambrosio.
    6. En Inglaterra, san Osmundo, Obispo y Confesor.
    7. En Colonia, san Annón, Obispo.
    8. En Mesopotamia, san Marutas, Obispo, que restauró las Iglesias de Dios destruidas en Persia por la persecución del Rey Isdegerdes, y esclarecido en muchos milagros, mereció ser venerado aun de sus enemigos.
    9. En Parma, san Bernardo, Cardenal y Obispo de la misma ciudad, de la Orden de Valleumbrosa.
    Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
    R. Deo Gratias.
     
    

    martes, 3 de diciembre de 2013

    San Francisco Javier

     Confesor
    n. 7 de abril de 1506 en Castillo de los Jaso (Navarra);† 3 de diciembre de 1552 en Sancián, China
    Patrono de las misiones; misioneros; Apostolado de la Oración; propagación de la fe; navegantes. Protector contra las epidemias.
     
    SAN FRANCISCO JAVIER, Confesor

    Híceme flaco con los flacos, para ganar a los flacos.
    Híceme todo para todos, para salvarlos a todos.
    (1 Corintios 9, 22)
     
    San Francisco Javier, nacido en Navarra en 1506, fue convertido en París por San Ignacio de Loyola y, en 1541, partió para las Indias y después llevó, era la primera vez que se lo hacía, al Japón la luz de la fe. Convirtió decenas de millares de almas, sanó inmenso número de enfermos, resucitó muertos y calmó tempestades. Su amor por los sufrimientos le hacía rehusar los consuelos del Cielo y desear las fatigas. En medio de las delicias con que el Señor inundaba su alma, exclamaba: ¡Basta! y en sus sufrimientos: ¡Señor, dadme más! Murió en 1552, en la isla de Sancián, frente a la China en la que tanto había deseado predicar el Evangelio.
     
    MEDITACIÓN
    SOBRE LA VIDA DE
    SAN FRANCISCO JAVIER
     
    I. El amor de Dios, que San Francisco Javier había bebido en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, de tal modo abrasaba su corazón, que su único deseo era trabajar en la extensión de su gloria. Amor divino, abierto está mi corazón, consumido con los ardores que abrasan el alma del gran Javier. En cuanto a vosotros, placeres de la tierra, desde ahora os dejo; hasta aquí me he consagrado al mundo, a sus vanos honores y a sus placeres falaces. Muy justo es amar sobre todas las cosas a Aquél en quien puedo encontrar el cumplimiento de mis deseos (San Euquerio)
    II. El amor al prójimo le hizo emprender largos y penosos viajes para la conversión de las almas. Este amor lo condujo a los hospitales donde, para vencerse a sí mismo y aliviar a los enfermos, llevó el heroísmo hasta succionar el pus de sus úlceras. ¿Estoy yo animado del mismo celo y del mismo amor por el prójimo? ¿Qué hago para aliviar sus necesidades temporales y espirituales?
    III. El amor a los sufrimientos le hizo desear quedar prisionero en China por el resto de sus días y padecer allí el martirio. Se privó de todos los placeres aun más inocentes, y ejerció en su cuerpo muy grandes austeridades, en expiación de sus pecados y de los del prójimo. ¡Qué cobarde que soy yo! en los sufrimientos digo siempre: ¡Basta! y San Francisco Javier exclamaba: “¡Todavía más, Señor, más todavía!”. Dios mío, no tengáis en cuenta mi repugnancia; aumentad mis sufrimientos, pero aumentad al mismo tiempo mi paciencia y mi amor.
     
    El celo por las almas.
    Orad por la Compañía de Jesús.
     
    ORACIÓN
    Oh Dios, que habéis querido unir a vuestra Iglesia los pueblos de la India mediante la predicación y los milagros del bienaventurado Francisco, concedednos, en vuestra misericordia, que imitemos las virtudes de aquél de quien hoy honramos los gloriosos méritos. Por J. C. N. S.


    Fuentes:
    - Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.