sábado, 30 de julio de 2011

Los catecúmenos.

“Para tener del Bautismo la noción grandiosa que de él nos da la Liturgia, dice Dom Cabrol, es preciso reconstituirlo en su ambiente. Es necesario remontarse al siglo V, o al IV, época en que logra lo que podríamos llamar su apogeo. En esta época son aún en mayoría adultos los que se presentan al Bautismo. La mayor parte son conversos del paganismo; es preciso prepararlos a la iniciación cristiana; es preciso pulverizar el alma pagana, macerarla, modelarla de nuevo para metamorfosearla en un nuevo ser; es preciso dar a los ritos el desarrollo y la solemnidad que, a estos paganos, ayer salidos de la gentilidad, les harán comprender mejor su alcance.

Esta educación sobrenatural empieza con la Cuaresma y no terminara sino con la octava de Pascua. Así, toda la liturgia de la Cuaresma queda penetrada del Bautismo. El concentra a su rededor otros ritos, como la Confirmación y la Eucaristía, la bendición de las Fuentes, y de los Santos Óleos. Los exorcismos, las lecturas del Sábado Santo, la bendición del cirio pascual, son asimismo episodios del Bautismo”.

Desde el principio, el Bautismo se administraba a los niños. Los que lo recibían después de llegar al uso de razón, debían hacer el Catecumenado, o sea, un tiempo de prueba y formación cristiana.; durante este tiempo se instruía al candidato en los misterios de la religión, y se le ejercitaba en la práctica de las virtudes cristianas.

Podemos distinguir cuatro etapas en el Catecumenado, que corresponden más o menos a las ceremonias actuales:

-Recepción de los Catecúmenos. El Obispo averiguaba si el candidato que se presentaba era realmente digno de ser aceptado; en tal caso lo inscribía y era incorporado al Catecumenado mediante una ceremonia simbólica.

-Durante la Cuaresma ayunaban, hacían penitencia y recibían instrucción religiosa en el templo; en seis ocasiones comparecían ante el pueblo para ser examinados; al final de esta ceremonia se pronunciaban sobre ellos algunos exorcismos.

-Al fin de Cuaresma, un sacerdote los examinaba y los exorcistaba.

-Asistían a la ceremonia nocturna del Sábado Santo: se dirigían en procesión al bautisterio para presenciar la consagración de las aguas; luego recibían el bautismo por infusión; se les hacían las unciones y terminaba el acto con la imposición de la vestidura blanca y entrega del cirio encendido. Acto continuo recibían la Confirmación y se celebraba la Misa de Primera Comunión.


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