lunes, 25 de julio de 2011

Liturgia de la Extrema-Unción.

Doctrina de la Iglesia.

La Extrema-Unción es un Sacramento instituido por Nuestro Señor Jesucristo, por el que se confieren auxilios y gracias especiales a los fieles que están en peligro de muerte, y, a veces, también alivio de las enfermedades del cuerpo.

Es el sacramento del perdón y de la fuerza. Cuando el hombre llega al fin de la jornada, azotada por la postrera enfermedad, viene Cristo, a consumar la redención personal del enfermo, por medio de la Extrema-Unción, que tiene virtud para borrar los últimos restos del pecado personal y para dar fuerzas al alma en las últimas luchas contra el enemigo.

Es menester que se administre este Sacramento en el tiempo oportuno, cuando el enfermo se dé cuenta de la gracia que Dios Nuestro Señor le otorga. No olvidemos que este Sacramento es eficaz para producir la salud corporal, si conviene a nuestra alma. No temamos asustar el enfermo (con la debida prudencia, se entiende) si ese susto se va a llevar al cielo, o le va a producir la salud corporal, por el Sacramento. Pidamos al Señor que se nos avise apenas peligre nuestra vida, para poder pedir inmediatamente la Santa Extrema-Unción.

La materia remota es el óleo de olivos consagrado por el Obispo o por un presbítero con facultad apostólica; la materia próxima es la unción con este óleo de los enfermos.

La forma es la oración que pronuncia el sacerdote al hacer la unción.

El ministro ordinario de este Sacramento es el párroco del lugar en que vive el enfermo; en caso de necesidad o con licencia, por lo menos razonablemente presumida, del párroco o del Obispo, lo es cualquier sacerdote.

Sujeto es todo fiel que haya llegado al uso de la razón y esté en peligro de muerte, por enfermedad o por senectud; pero sólo una vez puede recibirse mientras dure este peligro de muerte; mas, si después de haber cesado este peligro, vuelve a existir, puede reiterarse.

El enfermo antes de recibir la Extrema-Unción debe confesar sus pecados, si puede, de lo contrario debe hacer un acto de contrición; haga, además, actos de fe, esperanza, caridad y de plena conformidad con la santísima voluntad de Dios; reciba el Santo Viático.

Efectos que produce la Extrema-Unción:

a) Confiere aumento de la gracia santificante;

b) Levanta el ánimo del enfermo, le da fuerzas para resistir meritoriamente la enfermedad y le ayuda principalmente para vencer las últimas tentaciones;

c) Borra las reliquias del pecado, borra los pecados veniales, y aún los mortales, si el enfermo tiene atrición y no puede confesarse.


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