lunes, 7 de marzo de 2011

Misa de San Pío V: Su riqueza litúrgica y su rehabilitación actual (II).

III- RIQUEZAS DEL RITO TRADICIONAL

El tema del rito tradicional de la Misa no puede desligarse del tema de la lengua sagrada y la música sacra. Sobre ellos también diremos dos palabras.

Vamos a desarrollar los siguientes puntos:
1. Antigüedad
2. Carácter sagrado
3. El rito y el dogma eucarístico
4. La música sagrada
5. La lengua sagrada

1. Antigüedad
La Iglesia Católica es por esencia Tradición. Ahora bien, el rito de San Pío V nos pone en contacto con cientos de generaciones de cristianos que asistieron a este rito; de santos sacerdotes que lo celebraron.
La liturgia debe ser signo de unidad en el tiempo y en el espacio. El rito tradicional unía con los ancestros y con los vivientes sobre la faz de la tierra, porque era exactamente el mismo rito en todas partes.
Dice Klaus Gamber: “El rito romano remonta en sus partes más importantes por lo menos al siglo V, y más precisamente al Papa San Dámaso (366-384). El Canon Missae, aparte de algunos retoques efectuados por San Gregorio I (590-604), había alcanzado con San Gelasio (492-496) la forma que ha conservado hasta ayer. La única cosa sobre la cual los Romanos Pontífices no cesaron de insistir desde el s.V en adelante, fue la importancia para todos de adoptar el Canon Missae Romanae, dado que dicho Canon se remonta nada menos que al mismo Apóstol Pedro”

- Las lecturas en el rito tradicional:
De su estudio se deducen dos verdades fundamentales:
La antigüedad e inmutabilidad de nuestra liturgia: hace 13 siglos que se vienen leyendo las mismas Epístolas.

“La ley fundamental de la disciplina cultual de la Iglesia Romana, dice Dom Beauduin, es el mantener la tradición, el respeto religioso de la antigüedad; este instinto de la inmutabilidad la preserva del espíritu de novedad y la mantiene igual a sí misma, no porque condene sin más todo cambio y progreso, pero sabe ella que es más fácil innovar que mantener”

“Uno se pregunta que habría ocurrido con nuestra liturgia si hubiera sido abandonada a los caprichos antitradicionales de tantos de nuestros contemporáneos animados de un celo más pío que ilustrado” (Esto escribía Croegaert en 1948…)

2. Carácter sagrado

¿Qué es lo que ve un fiel al asistir a la Misa tradicional y que implica lo que ve?

2.1. La estructura del templo (Los templos se construyeron para la Misa)
La arquitectura sagrada está relacionada con el culto. Simbolismo.

a)- Un lugar aislado: el presbiterio, exclusivo del sacerdote y ministros. Jamás se ve allí a un laico, porque es el “Sancta Sanctorum”.
b)- El altar en un lugar elevado: el sacerdote sube después de haberse preparado: “Introibo ad altare Dei”
*Sube a la montaña santa; se aparta del mundo, de lo profano, va al encuentro de Dios
* No está al mismo nivel que los fieles

c)- Ve al sacerdote “de espaldas”
El sacerdote no tiene rostro, queda desdibujado cuando va a realizar el sacrificio; su personita ya no importa porque va a obrar “in persona Christi”. El fiel no se distrae con sus gestos y sus defectos; con sus torpezas y lindezas…

Como sabemos el motivo de dicha postura no es el que sacerdote busque estar así, sino que es consecuencia de la orientación para la oración. Esta ley de rezar mirando a Oriente es de los tiempos apostólicos. No solo se da en el marco de la liturgia, sino también en la oración privada: los fieles pintaban una cruz en el muro oriental y rezaban mirando hacia allí.
La arquitectura sagrada entonces reflejará esa idea construyendo el ábside en el oriente. Es una ley inmutable desde la antigüedad y durante siglos. Emile Mâle dice que entre los s.XI y XVI no hay casi excepciones.
Uds. Conocerán el famoso libro de Gamber. Pero otros han escrito antes sobre el tema, como, p.ej, Jean Fournée: “La Misa cara a Dios” y el mismo Jungmann habla sobre ello su famosa obra la Misa
El Papa es un firme defensor de la orientación “No se trata aquí de lago accidental sino de algo esencial” (p.103)

“Hay algo que siempre estuvo claro en toda la Cristiandad hasta bien entrado el segundo milenio: la orientación de la oración hacia el oriente es una tradición que se remonta a los orígenes y es la expresión fundamental de la síntesis cristiana de cosmos e historia, del arraigo en la unicidad de la historia de la salvación, de salir al encuentro del Señor que viene. En ella se expresa, tanto la fidelidad a lo que hemos recibido, como la dinámica de lo que hay que hacer” (p.97)

Les dejo a uds. el trabajo de leer los libros citados
Solamente recuerdo brevemente qué significa mirar a oriente:
- Sol como símbolo de Cristo, sol de Justicia y del mismo Dios. El sol es la conditio sine qua non de la vida en la tierra. Es luz…calor…
- En Oriente está el Paraíso. Hacia él camina la Iglesia. El sacerdote va al frente como nuevo Moisés.
- Por Oriente vendrá Cristo en la Parusía. Y allí se verá la “señal del Hijo del Hombre”. Por eso en lo alto del ábside se pintaba la cruz gloriosa…

2.2. Las vestiduras sagradas. Jamás se verá a un celebrante sin su casulla…

2.3. El carácter hierático de los gestos del celebrante y los ministros. El celebrante no improvisa la acción, porque la acción lo trasciende infinitambente; su persona se desdibuja para que se vea claramente que, en definitiva, es Cristo quien celebra.

Dice el Papa: “La litugia no es un show, no es un espectáculo que necesite directores geniales y actores de talento. La liturgia no vive de sorpresas simpáticas, de ocurrencias cautivadoras, sino de repeticiones solemnes. No debe expresar la actualidad, el momento efímero, sino el misterio de lo sagrado”. Consecuencia de esta concepción: “Muchos han pensado y dicho que la liturgia debe ser hecha por toda la comunidad para que sea verdaderamente suya. Es ésta una visión que ha llevado a medir el resultado de la liturgia en términos de eficacia espectacular, de entretenimiento. De este modo se ha diluido lo propio de la liturgia: no proviene de lo que nosotros hacemos, sino del hecho de que aquí acontece Algo que todos nosotros juntos somos incapaces de hacer” (Informe sobre la fe, p.139)

2.4. El orden, la jerarquía y la armonía de los diversos movimientos prescriptos en las rúbricas. El papel que le cabe al sacerdote, diácono, subdiácono…

2.5. La lengua sagrada. El hecho de que se emplee una lengua que es la hablada en la vida cotidiana, permite comprender que allí está ocurriendo algo que no es de este mundo (ver más abajo)

2.6. El canto y la música sagrados (ver más abajo)

2.7. El SILENCIO = MISTERIO

Sobre todo en el Canon
“Con disgusto de muchos liturgistas, en 1978 sostuve que no se ha dicho (en absoluto), que el Canon haya que recitarlo en voz alta. Después de haber reflexionado, quiero volver a repetirlo una vez más con insistencia, con la esperanza de que, después de veinte años esta tesis encuentre un poco más de comprensión…
…Pero, por lo que yo puedo ver, continúan negando la posibilidad de que también el silencio y precisamente el silencio, pueda contribuir a crear comunión ante Dios”

Y el Papa (entonces Cardenal) refutaba la falsa dicotomía: participación activa / silencio.
“Este concepto nobilísimo (el de la participación activa) ha sufrido una restricción fatal en las interpretaciones postconciliares. Se ha llegado a creer que sólo se daba ‘participación activa’ allí donde tenía lugar una actividad exterior, verificable: discursos, palabras, cánticos, homilías, lecturas, estrechamiento de manos…Pero se ha olvidado que el Concilio, por actuosa participatio, entiende también el silencio, que permite una participación verdaderamente profunda y personal, abriéndonos a la escucha interior de la Palabra del Señor” (Informe sobre la fe, p.140)

2.8. DE RODILLAS (Y GENUFLEXIÓN) = ADORACIÓN

“Existen ámbitos, no poco influyentes, que intentan convecernos de que no hay necesidad de arrodillarse” (p.209)

“Puede ser que la cultura moderna no comprenda el gesto de arrodillarse, en la medida en que es una cultura que se ha alejado de la fe, y no conoce ya a Aquel ante el cual es el gesto adecuado, es más, interiormente necesario. Quien aprende a creer, aprende también a arrodillarse. Una fe o una liturgia que no conociese el acto de arrodillarse estaría enferma en un punto central. Allí donde ese gesto se haya perdido, hay que volver a aprenderlo, para permanecer con nuestra oración en comunión con los apóstoles y mártires, en comunión con todo el cosmos y en unidad con Jesucristo mismo” (p.219)

San Pablo nos dice que al nombre de Jesús toda rodilla se dobla (debe doblarse), hasta en los Infiernos (Fil.2, 6-11)

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