I.
“Oh Jesús, tu Sagrada Hostia es un sol clarísimo, y yo soy un pobre planeta que gira en torno tuyo:
-ilumíname con tus resplandores, como el sol ilumina a la tierra.
-vivifícame con tus rayos, como el sol vivifica a las plantas.
-fúndeme con tus ardores, como el sol derrite a la cera.
-alégrame con tus claridades, como el sol alegra el día.
-purifícame con tus fulgores, como el sol purifica la tierra.
-hermoséame con tus luces, como el sol hermosea la naturaleza entera”.
*
II.
“Oh Jesús, tu Sagrada Hostia:
-es pan sabroso que nos alimenta.
-dulce exquisito que nos regala.
-medicina celestial que nos cura y preserva.
-escudo que nos protege.
-lente de aumento que nos hace ver las cosas espirituales.
-faro esplendente que nos señala la senda del cielo”.
*
III.
“Espinas de Cristo, coronadme.
-Azotes de Cristo, llagadme.
-Clavos de Cristo, sujetadme.
-Hiel de Cristo, dulcifícame.
-Cruz de Cristo, confórtame.
-Sepulcro de Cristo, guárdame y resucitadme”.
*
IV.
“Oh Jesús, ahí estás en el sagrario como en la cruz:
-perdonándonos: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
-prometiéndonos el cielo: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.
-ofreciéndonos una Madre: “He ahí a tu Madre”.
-deseando nuestra compañía: “Padre mío, Padre mío, ¿por qué me has abandonado?”.
-mendigando nuestro amor: “Tengo sed”, de corazones.
-haciendo cuanto puedes por nosotros: “Todo está consumado”.
*
Fuente: Cien visitas a Jesús Sacramentado de Saturnino Junquera, S.J.
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