sábado, 14 de mayo de 2011

Quinto mandamiento de la Ley de Dios.

No matar.

El quinto mandamiento nos prohíbe causar daño a la vida nuestra o del prójimo, así natural como espiritual.

El quinto mandamiento nos manda en cambio querer bien a todos, aun a los enemigos y reparar el mal corporal o espiritual causado al prójimo.

Se daña a la vida corporal nuestra o del prójimo con el homicidio, el suicidio, el duelo y los golpes o heridas.

Es tan grave pecado quitarse la vida o quitarla al prójimo porque el que tal hace usurpa un derecho divino.

El quinto mandamiento prohíbe también la fabricación y venta de bebidas, drogas o alimentos perniciosos.

Conducen al homicidio el odio, la envidia, las riñas y en general todos los pecados contrarios a la caridad fraterna.

Conducen al suicidio: el olvido de las verdades de la fe y la falta de confianza en Dios; ciertos vicios como la lujuria, la intemperancia y los juegos de azar que arruinan la salud y la fortuna.

Se daña la vida sobrenatural de nuestro prójimo con el pecado del escándalo.

Escándalo es toda acción o palabra menos recta que induce al prójimo a cometer el mal o le disuade de hacer el bien.

El pecado de escándalo es gravísimo porque atenta contra la vida de la gracia que es mucho más preciosa que la vida corporal.

Los escándalos más perniciosos son:

-la irreligiosidad o la indiferencia religiosa

-las conversaciones impías y deshonestas

-los trajes inmodestos

-los libros, grabados, revistas y periódicos contrarios a la religión o a las buenas costumbres

-las representaciones teatrales o cinematográficas en las que la religión, la virtud o la santidad del matrimonio no son respetadas.

Ejemplos bíblicos:

-Caín mata a su hermano Abel (Gen. IV, 3-8)

-Acab y Jezabel hacen morir a Nabot (III Reyes XXI, 5-15)

-Castigo de Jezabel (IV Reyes IX).

-Suicidio de Saúl (I Reyes XXXI 3-10)

-Castigo de Joab (III Reyes II 28-32)

-Abimelec mata a sus hermanos (Jueces IX 1-5)

-Su fin desastroso ( Jueces IX 50-57)

-El escándalo (S. Mateo XVIII 6-9)

-El perdón de los enemigos (S. Mateo V 45-48)

(1939).

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