lunes, 29 de septiembre de 2014

Dedicación de San Miguel, arcángel.

La gloria de San Miguel, Gran Jefe.
*
Desde el Antiguo Testamento, se le menciona como tal: “En aquel tiempo se levantará Miguel, el Gran Jefe, que defiende a los hijos de tu pueblo” (Dn 12, 1).
Su nombre glorioso aparece en todas las oraciones solemnes de la Iglesia: al principio de la Misa en el “yo confieso”, en el ofertorio, en el prefacio, en el canon, al final del Santo Sacrificio. Tiene su Misa propia el 29 de septiembre; la Misa de los difuntos lo menciona; la Iglesia lo invoca en el Sacramento de la Extremaunción, en la oración de los agonizantes, en los exorcismos, en los sacramentales, en las letanías, etc.
El Papa León XIII compuso un exorcismo especial para conseguir la protección de San Miguel.
San Pío X declara: “Debemos creer firmemente que la lucha actual se terminará por el triunfo y el socorro de este arcángel bendito”.
Pío XI pedía rezar a San Miguel, por la conversión de Rusia. El 8 de mayo de 1940, Pío XII proclama que es urgente, más que nunca, acudir a la protección de San Miguel, recordando que es el protector y defensor de la Iglesia; el proveedor del Paraíso, ya que es el encargado de presentar las almas a Dios; el ángel de la paz; el vencedor de Satanás. Y el 8 de mayo de 1945, pidió avanzar con el estandarte del Arcángel repitiendo su grito: “¡Quién como Dios!”.
*
Apariciones de San Miguel Arcángel.
*
Numerosas son las intervenciones del Arcángel en la historia del mundo. En Francia, por ejemplo, sabemos cómo este jefe de los ángeles ayudó a una humilde campesina analfabeta, de 16 años, Santa Juana de Arco, a liberar el país del ocupante inglés. La crónica religiosa, habla también de las apariciones de San Miguel en el Monte Gargan, en el sur de Italia, donde una basílica conmemora el acontecimiento y numerosos peregrinos rinden un culto a este arcángel.
En el año 590, cuando la peste asolaba la ciudad de Roma, el Papa San Gregorio Magno, levantó súplica al Arcángel, que se le apareció anunciándole el fin del flagelo. En el año 709, San Miguel, se apareció en el monte que lleva su nombre en Francia; ahí también se le dedicó una basílica que atrae numerosos peregrinos.
De todas estas manifestaciones, una se merece una atención especial. El Emperador Constantino, en guerra contra su rival Maxencio, se veía en peligro de perder la batalla, cuando se le apareció San Miguel mostrándole, en pleno mediodía, una cruz luminosa en el cielo, que llevaba esta inscripción: “Por esta señal vencerás”.
El emperador, hizo poner la cruz sobre el estandarte que las tropas llevaban a la batalla, y venció a su enemigo, en la puerta de Roma, el 27 de octubre del año 312. Maxencio, huyendo ante él, cayó en el Tíber y se ahogó. Constantino, vencedor, entró triunfalmente en Roma, a la cabeza de sus legiones, con la cruz que lo precedía y publicó el decreto que daba libertad a la Iglesia. Además, quiso que la primera estatua, que le erigió el senado, lo representara con la cruz en la mano y con la misma inscripción: “Por esta señal, vencerás”.
*
La grandeza de San Miguel.
*
Cuando Lucifer fue echado del cielo por su pecado de orgullo, San Miguel ocupó su lugar y se convirtió en Jefe de todos los ángeles buenos. Es lo que dice el Arcángel San Gabriel al profeta Daniel: “Miguel, primero de los principales jefes”; la Iglesia también lo nombra habitualmente como Jefe de la Milicia Celestial.
Dios ha marcado a San Miguel con el sello de su grandeza, lo que le permite ejercer su primacía sobre los nueve coros de los ángeles: Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Virtudes, Potencias, Principados, Arcángeles y Ángeles. La autoridad de San Miguel, como lo escribe San Bruno, es tan extensa, que le corresponde dar a cada hombre su Ángel Custodio, encargado de guardarlo, guiarlo y defender de todo mal, físico y moral, siempre que la persona esté atenta y coopere a sus santas inspiraciones.
Mientras el demonio ronda como león rugiente acechando a su presa, buscando a quien devorar, San Miguel, siempre vigilante y como padre atento, manda a los ángeles alrededor de los fieles, para que rechacen los asaltos del enemigo infernal.
Su amor para los fieles supera al de los ángeles, porque no le basta mandar a los ángeles, sino que él mismo vela sobre las necesidades particulares de cada uno de los fieles y los defiende, por lo que Daniel lo llama “El Vigilante”
San Miguel Arcángel, ruega por nosotros.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Carta de Monseñor Livieres

Carta del Obispo Monseñor Rogelio Livieres al Cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos:
Cardenal Marc Ouellet
Prefecto de la Congregación para los Obispos
Palazzo della Congregazioni,
Piazza Pio XII, 10,
00193 Roma, Italia
25 de septiembre de 2014
Eminencia Reverendísima:
Le agradezco la cordialidad con que me recibió el lunes 22 y el martes 23 de este mes en el Dicasterio que preside. Igualmente, la comunicación por teléfono que me ha hecho hace unos momentos de la decisión del Papa de declarar a la Diócesis de Ciudad del Este sede vacante y de nombrar a Mons. Ricardo Valenzuela como Administrador Apostólico.
Tengo entendido que el Nuncio, prácticamente en simultáneo con el anuncio que Su Eminencia me acaba de dar, ha realizado una conferencia de prensa en el Paraguay y ya se dirige hacia la Diócesis para tomar control inmediato de la misma. El anuncio público por parte del Nuncio antes de que yo sea notificado por escrito del decreto es una irregularidad más en este anómalo proceso. La intervención fulminante de la Diócesis puede quizás deberse al temor de que la mayoría del pueblo fiel reaccione negativamente ante la decisión tomada, ya que han manifiestado abiertamente su apoyo a mi persona y gestión durante la Visita Apostólica. En este sentido recuerdo las palabras de despedida del Cardenal Santos y Abril: «espero que reciban las decisiones de Roma con la misma apertura y docilidad con que me han recibido a mí». ¿Estaba indicando que el curso de acción estaba ya decidido antes de los informes finales y el examen del Santo Padre? En cualquier caso, no hay que temer rebeldía alguna.Los fieles han sido formados en la disciplina de la Iglesia y saben obedecer a las autoridades legítimas.
Las conversaciones que hemos mantenido y, aparentemente ya que no los he visto, los documentos oficiales, dan por justificación para tan grave decisión la tensión en la comunión eclesial entre los Obispos del Paraguay y mi persona y Diócesis: «no estamos en comunión», habría declarado el Nuncio en su conferencia.
Por mi parte, creo haber demostrado que los ataques y maniobras destituyentes de la que he sido objeto se iniciaron ya desde mi nombramiento como Obispo, antes incluso de que pudiera poner un pie en la Diócesis –hay correspondencia de la época entre los Obispos del Paraguay con el Dicasterio que Su Eminencia preside como prueba fehaciente de ello. Mi caso no ha sido el único en el que una Conferencia Episcopal se ha opuesto sistemáticamente a un nombramiento hecho por el Papa contra su parecer. Yo tuve la gracia de que, en mi caso, los Papas san Juan Pablo II y Benedicto XVI me apoyaran para seguir adelante. Entiendo ahora que el Papa Francisco haya decidido retirarme ese apoyo.
Sólo quiero destacar que no recibí en ningún momento un informe escrito sobre la Visita Apostólica y, por consiguiente, tampoco he podido responder debidamente a él. A pesar de tanto discurso sobre diálogo, misericordia, apertura, descentralización y respeto por la autoridad de las Iglesias locales, tampoco he tenido oportunidad de hablar con el Papa Francisco, ni siquiera para aclararle alguna duda o preocupación. Consecuentemente, no pude recibir ninguna corrección paternal –o fraternal, como se prefiera– de su parte. Sin ánimo de quejas inútiles, tal proceder sin formalidades, de manera indefinida y súbita, no parece muy justa, ni da lugar a una legítima defensa, ni a la corrección adecuada de posibles errores. Sólo he recibido presiones orales para renunciar.
Que mis opositores y la prensa local hayan recientemente estado informando en los medios, no de lo que había pasado, sino de lo que iba a suceder, incluso en los más mínimos detalles, es sin duda otro indicador de que algunas altas autoridades en el Vaticano, el Nuncio Apostólico y algunos Obispos del país estaban maniobrando de forma orquestada y dando filtraciones irresponsables para «orientar» el curso de acción y la opinión pública.
Como hijo obediente de la Iglesia, acepto, sin embargo, esta decisión por más que la considero infundada y arbitraria y de la que el Papa tendrá que dar cuentas a Dios, ya que no a mí. Más allá de los muchos errores humanos que haya cometido, y por los cuales desde ya pido perdón a Dios y a quienes hayan sufrido por ello, afirmo una vez más ante quien quiera escucharlo que la substancia del caso ha sido una oposición y persecución ideológica.
La verdadera unidad eclesial es la que se edifica a partir de la Eucaristía y el respeto, observancia y obediencia a la fe de la Iglesia enseñada normativamente por el Magisterio, articulada en la disciplina eclesial y vivida en la liturgia. Ahora, empero, se busca imponer una unidad basada, no sobre la ley divina, sino sobre acuerdos humanos y el mantenimiento del statu quo. En el Paraguay, concretamente, sobre la deficiente formación de un único Seminario Nacional –deficiencias señaladas no por mí, sino autoritativamente por la Congregación para la Educación Católica en carta a los Obispos de 2008. En contraposición, y sin criticar lo que hacían otros Obispos, aunque hay materia de sobra, yo me aboqué a establecer un Seminario diocesano según las normas de la Iglesia. Lo hice, además, no sólo porque tengo el deber y el derecho, reconocido por las leyes generales de la Iglesia, sino con la aprobación específica de la Santa Sede, inequívocamente ratificada durante la última visita ad limina de 2008.
Nuestro Seminario diocesano ha dado excelentes frutos reconocidos por recientes cartas laudatorias de la Santa Sede en al menos tres oportunidades durante el pontificado anterior, por los Obispos que nos han visitado y, últimamente, por los Visitadores Apostólicos. Toda sugerencia hecha por la Santa Sede en relación a mejoras sobre el modo de llevar adelante el Seminario, se han cumplido fielmente.
El otro criterio de unidad eclesiástica es la convivencia acrítica entre nosotros basada en la uniformidad de acción y pensamiento, lo que excluye el disentimiento por defensa de la verdad y la legítima variedad de dones y carismas. A esta uniformidad ideológica se la impone con el eufemismo de «colegialidad».
El que sufre las últimas consecuencias de lo que describo es el pueblo fiel, ya que las Iglesias particulares se mantienen en estado de letargo, con gran éxodo a otras denominaciones, casi sin vocaciones sacerdotales o religiosas, y con pocas esperanzas de un dinamismo auténtico y un crecimiento perdurable.
El verdadero problema de la Iglesia en el Paraguay es la crisis de fe y de vida moral que una mala formación del clero ha ido perpetuando, junto con la negligencia de los Pastores. Lugo no es sino un signo de los tiempos de esta problemática reducción de la vida de la fe a las ideologías de moda y al relajamiento cómplice de la vida y disciplina del clero. Como ya he dicho, no me ha sido dado conocer el informe del Cardenal Santos y Abril sobre la Visita Apostólica. Pero si fuera su opinión que el problema de la Iglesia en el Paraguay es un problema de sacristía que se resuelve cambiando al sacristán, estaría profunda y trágimente equivocado.
La oposicion a toda renovación y cambio en la Iglesia en el Paraguay no sólo ha contado con Obispos, sino también con el apoyo de grupos políticos y asociaciones anti-católicas, además del apoyo de algunos religiosos de la Conferencia de Religiosos del Paraguay –los que conocen la crisis de la vida religiosa a nivel mundial no se sorprenderán de esto último. El vocero pagado y reiteradamente mentiroso para tales maniobras ha sido siempre un tal Javier Miranda. Todo esto se hizo con la pretensión de mostrar «divisón» dentro de la misma Iglesia diocesana. Aunque la verdad demostrada y probada es la amplia aceptación entre el laicado de la labor que veníamos haciendo.
Del mismo modo que, antes de aceptar mi nombramiento como Obispo, me creí en la obligación de expresar vivamente mi sentimiento de incapacidad ante tamaña responsabilidad, después de haber aceptado dicha carga, con todo el peso de la autoridad divina y de los derechos y deberes que me asisten, he mantenido la gravísima responsabilidad moral de obedecer a Dios antes que a los hombres. Por eso me he negado a renunciar por propia iniciativa, queriendo así dar testimonio hasta el final de la verdad y la libertad espiritual que un Pastor debe tener. Tarea que espero continuar ahora desde mi nueva situación de servicio en la Iglesia.
La Diócesis de Ciudad del Este es un caso a considerar que ha crecido y multiplicado sus frutos en todos los aspectos de la vida eclesial, para felicidad del pueblo fiel y devoto que busca las fuentes de la fe y de la vida espiritual, y no ideologías politizadas y diluídas creencias que se acomodan a las opiniones reinantes. Ese pueblo expresó abierta y públicamente su apoyo a la labor apostólica que hemos venido haciendo. El pueblo y yo hemos sido desoídos.
Suyo afectísimo en Cristo,
+ Rogelio Livieres
Ex obispo de Ciudad del Este (Paraguay)

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Martirologio Romano 1956.

24 de Septiembre / Die 24 Septembris. Octavo Kalendas Octobris. 


La festividad de la bienaventurada Virgen María llamada de la Merced, que con este nombre instituyó la Orden de Redención de Cautivos. Su aparición se menciona el 10 de Agosto.
Festum beatae Mariae  Virginis de Mercede nuncupatae, Ordinis redemptionis captivorum sub ejus nomine Institutricis, de cujus Apparitione agitur quarto Idus Augusti.


En Brescia, el tránsito de san Anatalón, Obispo, que fue discípulo del Apóstol san Bernabé, en cuyo lugar fue nombrado Obispo de la Iglesia de Milán.
Brixiae depositio sancti Anathalonis Episcopi, qui, beati Barnabae Apostoli discipulus, in ejus locum Episcopus Ecclesiae Mediolanensis successit.


En Pannonia, san Gerardo, Obispo de la sede Morisena y Mártir, llamado Apóstol de los Húngaros, patricio Veneciano; el cual, al dirigirse de la ciudad de Szanad a Alba Real, fue acometido por los infieles, que junto al río Danubio le cubrieron de piedras y le atravesaron con una lanza, y así fue el primero que ilustró su patria con tan noble martirio.
In Pannonia sancti Gerardi, Episcopi Morisenae sedis et Martyris, HungarorumApostoli nuncupati, patricii Veneti; qui, cum e Chanadiensi oppido Albam Regalem se conferret, propre flumen Danubium ab infidelibus impetitus, lapidibus obrutus actandem lancea transfixus occubuit, sicque primus patriamnobili martyrio illustravit.

En Autún, el triunfo de los santos Mártires Andoquio Presbítero, Tirso Diácono, y Félix; los cuales enviados por san Policarpo, Obispo de Esmirna, del Oriente, a evangelizar la Galia, fueron allí durísimamente azotados, y colgados por espacio de un día entero con las manos atrás y echados en el fuego donde no se quemaron; finalmente, les quebraron con palos las cervices, y así, Mártires, fueron gloriosísimamente coronados.
Augustoduni natalis sanctorum Martyrum Andochii Presbyteri, Thyrsi Diaconi,et Felicis. Hi, a beato Polycarpo, Smyrnensi Episcopo, ab Oriente directi ad docendam Galliam, ibidem flagellis durissime caesi, ac tota die inversis manibus suspensi, et in ignem missi sunt, sed non combusti; tandem eorum colla vectibus feriuntur, et ita Martyres gloriosissime coronantur.

En Egipto, el triunfo de los santos Pafnucio y Compañeros, Mártires. Aquél, viviendo en la soledad y oyendo que muchos Cristianos eran retenidos en las cárceles, movido del espíritu de Dios, se presentó espontáneamente al Prefecto, y profesó libremente la religión Cristiana; éste primeramente le cargó de cadenas de hierro y le atormentó por largo tiempo en el potro; luego le envió con otros muchísimos a Diocleciano, por cuya orden fue Pafnucio clavado en una palma y los demás pasados a cuchillo.
In Ægypto passio sanctorum Paphnutii et Sociorum Martyrum. Ipse, vitam in solitudine agens, cum audiret multos Christianos in vinculis retineri, sponte, divino Spiritu concitus, Praefecto se offert, et Christianam religionem libere profitetur; a quo primum catenis ferreis costringitur, et in equuleo diutissime torquetur, deinde cum aliis plurimis ad Diocletianum mittitur, cujus jussu, ipse palmae affigitur, ceteri autem ferro necantur.

En Calcedonia, cuarenta y nueve santos Mártires, los cuales, después del martirio de santa Eufemia, fueron por el Emperador Diocleciano condenados a las fieras, y no recibiendo milagrosamente daño de ellas, finalmente degollados subieron al cielo.
Chalcedone sanctorum quadraginta novem Martyrum, qui post martyrium sanctae Euphemiae, sub Diocletiano Imperatore, damnati ad bestias, et, cum ab iis divinitus liberi evasissent, demum, gladio percussi, migraverunt in caelum.

En Auvernia de Francia, la feliz muerte de san Rústico, Obispo y Confesor.
Arvernis, in Gallia, depositio sancti Rustici, Episcopi et Confessoris.

En Flay, territorio de Beauvais, san Geremaro, Presbítero y Abad.
Flaviaci, in territorio Bellovacensi, sancti Geremari, Presbyteri et Abbatis.


En Sanseverino del Piceno, el tránsito de san Pacífico, Sacerdote de la Orden de Menores y Confesor, varón de eximia paciencia y esclarecido por su amor a la soledad, a quien el Papa Gregorio XVI puso en el catálogo de los Santos.
Septempedae, in Piceno, depositio sancti Pacifici, Sacerdotis ex Ordine Minorum et Confessoris, eximiae patientiae viri et solitudinisamore praeclari, quem Gregorius Papa Decimus sextus in Sanctorum canonem retulit.


Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

martes, 23 de septiembre de 2014

Santa Misa de Requiem en Lagunillas, Casablanca, Chile.

*
SE INVITA A LA 
SANTA MISA DE REQUIEM
EN SUFRAGIO DE LAS ALMAS
DE LOS FIELES DIFUNTOS
DE LAGUNILLASESTE VIERNES 26 DE SEPTIEMBRE A LAS
19,30 HRS, DIOS MEDIANTE, EN LA
PARROQUIA NUESTRA SEÑORA 
DE LAS MERCEDES DE LAGUNILLAS

lunes, 22 de septiembre de 2014

Martirologio Romano 1956.

22 de Septiembre / Die 22 Septembris. Decimo Kalendas Octobris. 


Santo Tomás de Villanueva, de la Orden de los Ermitaños de san Agustín, Obispo de Valencia y Confesor, cuyo tránsito se conmemora a 8 de este mes.
Sancti Thomae a Villa Nova, ex Eremitarum sancti Augustini Ordine, Episcopi Valentini et Confessoris; cujus dies natalis recolitur sexto Idus Septembris.

En Sión de Francia, en el lugar de Acauno, el triunfo de los santos Mártires Tebeos, Mauricio, Exuperio, Cándido, Víctor, Inocencio y Vidal, con sus Compañeros de la misma legión; los cuales, de orden de Maximiano muertos por Cristo, ilustraron el mundo con su glorioso martirio.
Seduni, in Gallia, in locoAgauno, natalis sanctorum Martyrum Thebaeorum Mauritii, Exsuperii, Candidi, Victoris, Innocentii et Vitalis, cum Sociis ejusdem legionis; qui, sub Maximiano, pro Christo necati, gloriosa passione mundum illustrarunt.


En Roma, el suplicio de las santas Vírgenes y Mártires Digna y Emérita, en tiempo de Valeriano y Galieno; sus reliquias se conservan en 1a iglesia de san Marcelo.
Romae passio sanctarum Virginum et Martyrum Dignae et Emeritae, sub Valeriano et Gallieno; quarum reliquiae in Ecclesia sancti Marcelli asservantur.


En Ratisbona de Baviera, san Enmeramo, Obispo y Mártir, el cual, para librar a otros, arrostró con paciencia una muerte cruelísima por la causa de Cristo.
Ratisbonae, in Bavaria, sancti Emmerami, Episcopi et Martyris; qui, ut alios liberaret, mortem saevissimam, Christi causa, patienter subiit.

En una aldea de Chartrain, san Jonás, Presbítero y Mártir, el cual, habiendo ido con san Dionisio a Francia, fue allí azotado, de orden del Prefecto Juliano, y luego pasado a cuchillo consumó el martirio.
Apud pagum Castrensium sancti Jonae, Presbyteri et Martyris; qui, cum sancto Dionysio profectus in Galliam, ibidem, Juliani Praefecti jussu verberibus caesus, gladio martyrium consummavit.

En Antinópolis de Egipto, santa Iráides, Virgen Alejandrina, y sus Compañeros Mártires; la cual, habiendo ido por agua a una fuente inmediata, y divisando una nave cargada de Confesores de Cristo, dejando el cántaro, se juntó inmediatamente a ellos, y, conducida con los mismos a la ciudad, después de muchos tormentos, fue decapitada la primera; luego losPresbíteros, Diáconos, Vírgenes y todos los otros acabaron con el mismo género de muerte.
Antinoopoli, in Ægypto, sanctae Iraidis, Virginis Alexandrinae, et Sociorum Martyrum. Ipsa Virgo, cum esset ad hauriendam e proximo fonte aquam egressa, et navim vidisset Confessoribus Christi onustam, protinus, relicta hydria, se illis adjunxit, ac, simul cum iis in urbem ducta, prima omnium, post multa supplicia, capite caesa est; deinde Presbyteri, Diaconi, et Virgines, aliique omnes eodem mortis genere consumpti sunt.


En Roma, san Félix IV, Papa, que trabajó muchísimo por la fe católica.
Romae sancti Felicis Papae Quarti, qui pro fide catholica plurimum laboravit.

En la ciudad Meldense, san Santino, Obispo, discípulo de san Dionisio Areopagita, que le consagró Obispo de aquella ciudad; y fue el primero que predicó allí el Evangelio.
Apud civitatem Meldensem beati Sanctini Episcopi, qui fuit discipulus sancti  Dionysii Areopagitae; et, ejusdem civitatis Episcopus ab eo consecratus, primus illic Evangelium praedicavit.

En territorio de Coutances, en Francia, san Lautón, Obispo.
In territorio Constantiensi, in Gallia, sancti Lautonis Episcopi. 


En el monte Glonna, junto al río Loire en Francia, san Florencio Presbítero.
In monte Glonna, ad Ligerim flumen, in Gallia, sancti Florentii Presbyteri. 

En la ciudad de Levroux, territorio de Bourges, san Silvano, Confesor.
In oppido cui Leprosii nomen,in territorio Bituricensi, sancti Silvani Confessoris.


En Laón de Francia, santa Salaberga, Abadesa.
Lauduni, in Gallia, sanctae Salabergae Abbatissae.


Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

sábado, 20 de septiembre de 2014

La Virgen María en la Historia de Chile, II.

El General San Martín y la Virgen del Carmen.
*
El General San Martín, héroe de la Independencia americana, envía a la Virgen del Carmen dos banderas tomadas al enemigo. Las envía desde Lima al Gobernador de Mendoza con estas palabras: “Como un tributo de consideración que le presentan las tropas de mi mando”. Dispone que sean colocadas a los pies de Ntra. Sra. del Carmen de Mendoza, Patrona y Generala del Ejército de Los Andes. Las llevó personalmente su ayudante O`Brien.
Como San Martín, sobresalen también otros caudillos de la Independencia por su devoción a la Virgen del Carmen.
El General Juan Gregorio Las Heras, gran colaborador de San Martín en Chile y Perú, recibió de este, al final de sus campañas, un cuadro de la Virgen del Carmen, que le había acompañado en Chacabuco y Maipú. Santiago de Chile admiraba al General Las Heras, ya anciano y retirado, pero vistiendo uniforme de gala, llevando las andas de la Virgen del Carmen en la procesión del 16 de julio.
En cuanto al célebre guerrillero chileno José Miguel Neira, empezó siendo bandolero, pero el General San Martín supo atraerlo a su causa, transformándolo en héroe de la resistencia. Sobre su pecho llevó siempre la carta de San Martín y el escapulario de la Virgen del Carmen.
Finalmente, el General José Antonio Bustamante, que tan valiente actuación tuvo en Maipú, llevaba a todas partes la imagen de la Virgen del Carmen, y el escapulario al cuello. En el lecho de muerte dijo a su mujer: “Coloca muy cerca, que yo la vea, la imagen de mi Madre del Carmen. Ella, que me ha dado valor en las batallas y me ha salvado en trances muy difíciles, me dará hoy las fuerzas que tanto necesito”.
*
Monseñor Jara y la Virgen del Pilar.
*
En el Santuario de Ntra. Sra. del Pilar de Zaragoza (España), flamean las banderas de las 19 repúblicas hispanoamericanas junto a la bandera española. Este hecho se debe a la iniciativa de un obispo chileno y la ceremonia de entrega de las banderas se realizó el 29 de noviembre de 1908.
Fue por propuesta de Monseñor Jara, entonces Obispo de San Carlos de Ancud. Secundaron su iniciativa 90 prelados de las 19 naciones y, en representación de todos, acudieron a Zaragoza, Mons. Jara y los obispos argentinos de La Plata y Córdova, con otros representantes de las 19 repúblicas. Llevaron banderas de seda guarnecidas con franjas de oro.
Primeramente acudieron a Roma para que el Papa las bendijese y luego las llevaron al Santuario de Zaragoza. Dichas banderas fueron bendecidas personalmente nada menos que por el que hoy es San Pío X.
Las banderas se colocaron en el Pilar, detrás de la verja de la capilla. El 20 de mayo del año siguiente, 1909, se añadió a ellas una bandera española ofrecida por el Capitán General de Zaragoza, en nombre de su Majestad el Rey y fue costeada por suscripción popular.

viernes, 19 de septiembre de 2014

El ministro que ayuda a Missa.


"Creo con­veniente decir algunas palabras acerca del ministro que ayuda a Misa. En estos días desempeñan este oficio los niños o personas sencillas, mientras que ni aún las testas co­ronadas serían dignas de un honor tan sin­gular. SAN BUENAVENTURA dice que el ayudar a Misa es un ministerio angélico, puesto que los muchos Ángeles que asisten al Santo Sa­crificio sirven a Dios durante la celebración de este augusto misterio. SANTA MATILDE vio el alma de un fraile lego más resplandeciente que el sol, porque había tenido la devoción de ayudar a todas las Misas que podía. SAN­TO TOMAS DE AQUINO, brillante antorcha de las escuelas, no apreciaba menos la dicha del que sirve al sacerdote en el altar, puesto que, después de celebrar, nada deseaba tanto co­mo ayudar a Misa. El ilustre canciller de Inglaterra, TOMÁS MORO, tenía sus delicias en el desempeño de tan santo ministerio. Ha­biéndole reprendido cierto día uno de los grandes del reino, diciéndole que el Rey vería con disgusto que se rebajase hasta el punto de convertirse en monaguillo, Tomás Moro respondió: "No, no, al Rey mi señor no pue­den disgustarle los servicios que yo hago al que es Rey de los reyes y Señor de los señores". ¡Qué motivo de confusión para aquellos cristianos que, aun haciendo alguna vez profesión de piedad, se hacen rogar para ayu­dar a Misa, mientras que debieran disputar a otros este honor, que envidian los Ángeles del cielo!
*
Por otra parte, es preciso tener cuidado de que el que ayuda a Misa sea capaz de cumplir con su ministerio de una manera conveniente. Debe tener la vista mortificada y manifestar un exterior grave, modesto y piadoso: debe pronunciar las palabras claramente, sin apresurarse y a media voz; no en tono tan bajo que no le oiga el sacerdote, ni tan alto que incomode a los que celebran en otros altares. Por consiguiente, no deben ser admitidos ciertos niños desvergonzados, que están burlándose unos de otros durante la Misa y distraen al celebrante. Yo suplico al Señor se digne iluminar a los hombres sabios, e inspirarles la resolución de ocuparse en un ministerio tan santo y meritorio. A las personas más distinguidas corresponde dar el ejemplo".

Tomado de "EL TESORO ESCONDIDO DE LA SANTA MISA", San Leonardo de Porto-Maurizio.

jueves, 18 de septiembre de 2014

La Virgen María en la Historia de Chile.

Don Pedro de Valdivia y la Virgen.
*
Don Pedro de Valdivia y los continuadores de su obra fueron hombres de mucha y piedad. En repetidas ocasiones, Valdivia recalca que toda su labor la hizo con el auxilio y valimiento de Dios nuestro Señor, de la Virgen María y del Apóstol Santiago. Pero era su devoción a la Reina del Cielo la que más brillaba en sus manifestaciones de piedad.
Según la tradición, la Virgen que se venera hoy en la Iglesia de San Francisco, en la alameda Bernardo O`Higgins, de Santiago, la trajo don Pedro de Valdivia desde el Perú. Se le rinde culto con el nombre de Nuestra Señora del Socorro, nombre que le pusieron los españoles en Santiago el 20 de septiembre de 1543, al llegar del Perú el “socorro” traído por el capitán don Alonso de Monroy, porque atribuyeron a la Virgen la llegada de la tan esperada ayuda. En efecto, en la plaza principal de la quemada y semidestruida ciudad de Santiago, habían estado implorando protección a la Virgencita traída por Valdivia.
*
La Virgen del Rosario de Andacollo.
*

Según una tradición popular, la imagen de la Virgen del Rosario de Andacollo la llevaron a La Serena los primeros conquistadores desde Perú. Al ser destruida la ciudad por los indios en 1549, la escondieron en las montañas de Andacollo, junto a los bosques del río Coquimbo. Allí la habrían encontrado los indios que iban a buscar leña. Hasta aquí la leyenda.
La historia nos dice que en 1575 existía la iglesia de las minas de Andacollo, con el título de Nuestra Señora del Rosario. En 1668 no había imagen y se encargó a Lima, con limosnas de los habitantes del lugar. A su llegada fue recibida solemnemente en 1676, con típicas danzas indias, que continúan hoy celebrando las distintas compañías de “chinos”. En 1789 se construye un nuevo templo, que será inaugurado en 1860.
La imagen de madera de cedro, de un metro de altura, lleva en sus manos un rosario de cuentas de oro. Entre los milagros más antiguos, el que dio fama al santuario, fue en 1860, la curación de una mujer tullida llamad Rosario Galleguillos, que llevaba cuatro años en cama con una enfermedad incurable. Se conserva el acta auténtica ordenada por el obispo de entonces, Monseñor Juan Donoso. La Virgen fue coronada canónicamente el 26 de diciembre de 1901.
Lo más típico de Andacollo son las danzas de los “chinos”. Los peregrinos comienzan a llegar de todo el país el 24 de diciembre. El 25 bailan por turnos las diversas compañías de “chinos” ante la imagen colocada en la puerta del santuario. Y el 26 la fiesta llega a su apogeo.
*
El voto de O`Higgins.
*

El 14 de marzo de 1818, en la Catedral de Santiago, tiene lugar la ceremonia religiosa, memorable para la independencia de Chile, conocida con el nombre de Voto de O`Higgins.
Un mes antes de la victoria de Maipú, para implorar la protección de la Virgen, el Director Supremo don Bernardo O`Higgins resuelve “declarar y jurar solemnemente, por Patrona y Generala de las armas de Chile, a la Santísima Reina de los Cielos, María Santísima, con el título del Carmen, esperando con la más alta confianza, que bajo su augusta protección triunfarán nuestras armas… y que para monumento de la determinación pública y obligatoria, y con segura esperanza de la victoria, hace voto solemne el pueblo de erigir una capilla dedicada a la Virgen del Carmen, que sirva de distinguido trofeo a la posteridad… en el mismo lugar en que se verificase el triunfo de las armas y de la Patria”.
Obtenida la victoria, San Martín, vencedor, envía su bastón de General a la Virgen del Carmen, “como distintivo del mando supremo que tiene sobre dicho ejército”.
Finalmente, el 15 de septiembre del mismo año 1818, se coloca la primera piedra del Templo Votivo a la Virgen del Carmen en el mismo campo de batalla, celebrándose una gran romería nacional. El Jefe de Granaderos, don José Matías Zapiola, allí presente, escribe: “El entusiasmo era indescriptible. El Supremo Director, don Bernardo O`Higgins, con toda su escolta y Estado Mayor, deba ejemplo de piedad reconocimiento a la Patrona Jurada de las Armas Chilena, que había sellado allí la independencia de Chile y de toda América”.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

EN LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ (Domingo 14 de septiembre de 2014)


Celebrando los siete años de la puesta en práctica del Motu Proprio SUMMORUM PONTIFICUM del Papa Emérito Benedicto XVI. 

Santa Misa Solemne Forma Extraordinaria (llamada de tres padres) con asistencia y homilía del señor Arzobispo de La Serena (Chile), Su Excelencia Reverendísima Monseñor René Rebolledo Salinas. 

Sirvieron: como Diácono don José Lucio Cáceres (Párroco de Caimanes, de la Prelatura de Illapel), como Subdiácono don Rafael Rojas (Párroco de las Parroquias de Monte Patria y Rapel de la Arquidiócesis de La Serena) y como Presbítero don Carlos Bolelli (Párroco de Algarrobito de la Arquidiócesis de La Serena).  



















martes, 16 de septiembre de 2014

Invitación Santa Misa Tridentina y Canto del Te Deum

*
SE INVITA A LA FELIGRESIA A LA
SANTA MISA TRIDENTINA
CON CANTO DEL TEDEUM DE
FIESTAS PATRIAS, 
ESTE 18 DE SEPTIEMBRE A LAS
19 HRS, DIOS MEDIANTE, EN LA
PARROQUIA SANTA BARBARA DE CASABLANCA

lunes, 15 de septiembre de 2014

Nuestra Señora de los Siete Dolores.

Nuestra Señora de Dolores.
De una homilía de S.S. Benedicto XVI en Lourdes el 15 de septiembre de 2008.
*
Ayer celebramos la Cruz de Cristo, instrumento de nuestra salvación, que nos revela en toda su plenitud la Misericordia de nuestro Dios. En efecto, la Cruz es donde se manifiesta de manera perfecta la compasión de Dios con nuestro mundo.
*
Hoy, al celebrar la Memoria de Nuestra Señora de los Dolores, contemplamos a María que comparte la compasión de su Hijo por los pecadores. Como afirma San Bernardo, la Madre de Cristo entró en la Pasión de su Hijo por su compasión (cf. Sermón en el Domingo de la infraoctava de la Asunción). Al pie de la Cruz se cumple la profecía de Simeón de que su Corazón de madre sería traspasado (cf. Lc 2,35) por el suplicio infligido al Inocente, nacido de su carne. Igual que Jesús lloró (cf. Jn 11,35), también María ciertamente lloró ante el Cuerpo lacerado de su Hijo. Sin embargo, su discreción nos impide medir el abismo de su dolor; la hondura de esta aflicción queda solamente sugerida por el símbolo tradicional de las siete espadas. Se puede decir, como de su Hijo Jesús, que este sufrimiento la ha guiado también a Ella a la perfección (cf. Hb 2,10) para hacerla capaz de asumir la nueva misión espiritual que su Hijo le encomienda poco antes de expirar (cf. Jn 19,30): convertirse en la Madre de Cristo en sus miembros. En esta Hora, a través de la figura del discípulo a quien amaba, Jesús presenta a cada uno de sus discípulos a su Madre, diciéndole: “Ahí tienes a tu hijo” (Jn 19,26-27).
*
María está hoy en el gozo y la gloria de la Resurrección. Las lágrimas que derramó al pie de la Cruz se han transformado en una sonrisa que ya nada podrá extinguir, permaneciendo intacta, sin embargo, su compasión maternal por nosotros. Lo atestigua la intervención benéfica de la Virgen María en el curso de la historia y no cesa de suscitar una inquebrantable confianza en Ella; la oración Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! expresa bien este sentimiento. María ama a cada uno de sus hijos, prestando una atención particular a quienes, como su Hijo en la Hora de su Pasión, están sumidos en el dolor; los ama simplemente porque son sus hijos, según la Voluntad de Cristo en la Cruz.
*
El salmista, vislumbrando de lejos este vínculo maternal que une a la Madre de Cristo con el pueblo creyente, profetiza a propósito de la Virgen María que “los más ricos del pueblo buscan tu sonrisa” (Sal 44,13). De este modo, movidos por la Palabra inspirada de la Escritura, los cristianos han buscado siempre la sonrisa de Nuestra Señora, esa sonrisa que los artistas en la Edad Media han sabido representar y resaltar tan prodigiosamente. Este sonreír de María es para todos; pero se dirige muy especialmente a quienes sufren, para que encuentren en Ella consuelo y sosiego. Buscar la sonrisa de María no es sentimentalismo devoto, sino más bien la expresión justa de la relación viva y profundamente humana que nos une con la que Cristo nos ha dado como Madre.
*
En la sonrisa que nos dirige la más destacada de todas las criaturas, se refleja nuestra dignidad de hijos de Dios, la dignidad que nunca abandona a quienes están enfermos. Esta sonrisa, reflejo verdadero de la Ternura de Dios, es fuente de esperanza inquebrantable. Sabemos que, por desgracia, el sufrimiento padecido rompe los equilibrios mejor asentados de una vida, socava los cimientos fuertes de la confianza, llegando incluso a veces a desesperar del sentido y el valor de la vida. Es un combate que el hombre no puede afrontar por sí solo, sin la ayuda de la gracia divina. Cuando la palabra no sabe ya encontrar vocablos adecuados, es necesaria una presencia amorosa; buscamos entonces no sólo la cercanía de los parientes o de aquellos a quienes nos unen lazos de amistad, sino también la proximidad de los más íntimos por el vínculo de la fe. Y ¿quién más íntimo que Cristo y su Santísima Madre, la Inmaculada? Ellos son, más que nadie, capaces de entendernos y apreciar la dureza de la lucha contra el mal y el sufrimiento. La Carta a los Hebreos dice de Cristo, que Él no sólo “no es incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros” (cf. Hb 4,15). Quisiera decir humildemente a los que sufren y a los que luchan, y están tentados de dar la espalda a la vida: ¡Volveos a María! En la sonrisa de la Virgen está misteriosamente escondida la fuerza para continuar la lucha contra la enfermedad y a favor de la vida. También junto a Ella se encuentra la gracia de aceptar sin miedo ni amargura el dejar este mundo, a la hora que Dios quiera.
*
La sonrisa de María es una fuente de agua viva. “El que cree en Mí -dice Jesús- de sus entrañas manarán torrentes de agua viva” (Jn 7,38). María es la que ha creído, y, de su seno, han brotado ríos de agua viva para irrigar la historia de la humanidad. La fuente que María indicó a Bernadette aquí, en Lourdes, es un humilde signo de esta realidad espiritual. De su corazón de creyente y de Madre brota un agua viva que purifica y cura. Al sumergirse en las piscinas de Lourdes cuántos han descubierto y experimentado la dulce maternidad de la Virgen María, juntándose a Ella par unirse más al Señor. En la secuencia litúrgica de estaMemoria de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores, se honra a María con el título de Fons amoris, “Fuente de amor”. En efecto, del Corazón de María brota un amor gratuito que suscita como respuesta un amor filial, llamado a acrisolarse constantemente. Como toda madre, y más que toda madre, María es la educadora del amor. Por eso tantos enfermos vienen aquí, a Lourdes, a beber en la “Fuente de amor” y para dejarse guiar hacia la única fuente de salvación, su Hijo, Jesús, el Salvador.
*
“Porque eres la Sonrisa de Dios, el reflejo de la Luz de Cristo, la Morada del
Espíritu Santo,
porque eres la Estrella de la mañana, la Puerta del Cielo y la primera criatura
resucitada,
Nuestra Señora de Lourdes,
junto con nuestros hermanos y hermanas cuyo cuerpo y corazón están doloridos, te
decimos: ruega por nosotros”.