La historia de la Parroquia de Casablanca se remonta a los tiempos de la Conquista de Chile cuando los españoles empezaron a buscar una ruta hacia el mar que les permitiera recibir los pertrechos indispensables para el proceso de la conquista desde el Virreinato del Perú, y enviar, además, relación de los acontecimientos a los Reyes de España, con el fin de que estos prosiguieran apoyando las incursiones por los territorios descubiertos. Es así como buscando hacia el poniente siguieron el curso del Valle de Curacaví, desembocando luego en un fértil valle que los naturales llamaban de Acuyo y que es la geografía en que actualmente se asienta la ciudad de Casablanca. Como es por todos sabido, los conquistadores desde un principio se hicieron acompañar por sacerdotes pertenecientes a órdenes religiosas, por cuanto uno de los propósitos de la conquista era la evangelización de las gentes que habitaban las tierras descubiertas. Los religiosos se encargaron de enseñar la doctrina cristiana a los naturales del lugar, esto es, los indios; por esto, el lugar donde se establecía este sacerdote o religioso se llamaba “doctrina” y el que lo atendía era el “doctrinero”.
La Parroquia de Casablanca fue fundada o erigida el 28 de mayo de 1680 por el Obispo de Santiago, Fray Bernardo Carrasco Saavedra, separándola de la Parroquia de El Salvador de Valparaíso, más conocida como La Matriz y que se ubica en el sector de la aduana de Valparaíso, y con la que limitaba el Cerro Alegre. Por otra parte, abarcaba lo que es hoy la Parroquia de Viña del Mar y la de Quilpué; por el sur, llegaba hasta Lo Abarca y Lo Zárate. Cabe hacer notar que la Parroquia de Casablanca se fundó antes que la ciudad. Esta fue fundada el 23 de octubre de 1753 por Don Domingo Ortiz de Rozas, Conde Poblaciones, con el nombre de Villa de Casablanca de Santa Bárbara de la Reina, en honor de la reina de España, doña Bárbara de Braganza, mujer de Fernando VI. Al parecer, luego de esta fundación, la Parroquia pasó a llamarse Parroquia de Santa Bárbara de Casablanca. En el primer libro de bautismos que comienza en 1697, en el encabezamiento de las partidas se dice: “En la Parroquia de Acuyo puse óleo y crisma...”, o “en la Iglesia Parroquial de Casablanca...” A partir de enero de 1757, las partidas de bautismos se encabezan del modo siguiente: “En Santa Bárbara de la Reina de Casablanca, en la Iglesia parroquial...”, o “En la Villa de Santa Bárbara de Casablanca...” Como dato curioso de carácter histórico cabe consignar que en los márgenes de las partidas de bautismo y en los libros de matrimonios, se identifica a “indio”, “español”, “mestizo” o “mulato”.
Desde 1680 con su primer párroco, don Pedro de Burgao y Véliz, hasta el presente, han sido curas párrocos de Casablanca una cincuentena de sacerdotes.
Respecto de la Iglesia parroquial, Casablanca, ha tenido varias; una de las más antiguas la levantó don Antonio de la Huerta (1748-1762). En su “relación de méritos y servicios” (Madrid, 8 de julio de 1762) se lee: “El Dr. Huerta sirvió durante dieciséis años el curato de Casablanca. Construyó allí una capilla, y cuando se fundó la Villa de santa Bárbara de la Reina, contribuyendo con dinero de su peculio, hizo la Iglesia Matriz que estuvo terminada antes de 1762...” El cura Ambrosi (1829-1834) hizo importantes reparaciones en el templo. Otra iglesia fue edificada por Fray Fernando López de Heredia (1851-1869). Probablemente, fue esta la que destruyó el terremoto de 1906. La actual fue construida después de este gran sismo que echó por tierra a Valparaíso y sus alrededores, comenzándose los trabajos de su edificación en 1908 aproximadamente, siendo párroco don José Miguel Galaz, tío del poeta casablanquino Alejandro Galaz Jiménez.
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