El domingo "Lætare" viene a alegrar y reconfortar a los ayunadores de Cuaresma. El Celebrante puede cambiar los ornamentos de color morado por los de color rosa. El órgano deja oír sus acordes. Las flores aparecen en el altar. Todo indica que éste es un domingo excepcional dentro de la Cuaresma, un día de asueto y de santa expansión. Pero a esto solamente tienen derecho los que han venido practicando fielmente los rigores cuaresmales. Para los demás debe ser un domingo de reproches y de censuras, tú, oh cristiano, que lees esto y que te preparas a asistir a la Misa: ¿cómo estás cumpliendo las observancias de Cuaresma? ¿Has ayunado, has hecho limosnas, has vivido con cierto recogimiento, te has retirado de las habituales diversiones mundanas? Si todavía no has empezado a hacerlo, suple la falta en esta segunda mitad de la Cuaresma.
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Introitus
Isai. 66, 10 et 11
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LÆTÁRE Jerúsalem, et convéntum fácite,
omnes qui dilígitis eam: gaudéte cum lætítia,
qui in tristítia fuístis; ut exsultétis, et
satiémini ab ubéribus consolatiónis
vestræ. - Ps. 121. Lætatus sum in his, quæ
dicta sunt mihi: In domum Dómini
íbimus. V. Gloria Patri.
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