miércoles, 27 de enero de 2010

Las catequesis bautismales de San Juan Crisóstomo (II).

La hora nona del Viernes Santo, que recuerda el trágico momento de la muerte de Cristo en la Cruz es el momento culminante de la liturgia bautismal.
San Juan Crisóstomo que, con frecuencia y durante largo tiempo, ha insistido sobre la plena libertad del hombre en contraste con la inmutabilidad de la naturaleza, reclama toda la atención de los catecúmenos sobre la importancia de la elección que ellos debían realizar.
La fórmula litúrgica de la renuncia al demonio: “Renuncio a ti, Satanás, a tus seducciones, a tu servicio y a tus obras”, es un compromiso solemne que san Juan Crisóstomo asimila a la elección total y definitiva que se realiza en el matrimonio.
La liturgia bautismal, testimoniada por san Juan Crisóstomo, después de la renuncia a Satanás, hacía seguir la unción con el signo de la cruz sobre la frente del catecúmeno; después durante la celebración nocturna, seguían la unción de todo el cuerpo, la profesión de fe y la bajada a la piscina sagrada, para recibir el bautismo de las manos del obispo o del sacerdote, que extendían la mano sobre la cabeza del bautizado y la sumergía tres veces en el agua, pronunciando la fórmula sacramental:
“Fulano es bautizado en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
San Juan Crisóstomo, después del bautismo, hace mención únicamente del beso de la paz, al cual seguía la participación de los nuevos bautizados en la liturgia eucarística.
En Antioquía se prolongaban durante siete días los festejos en honor de los nuevos bautizados, periodo de tiempo análogo a las fiestas en honor de los nuevos esposos, y cada día debían asistir a la reunión litúrgica destinada a ellos…
Así se nos presenta la concepción que san Juan Crisóstomo tiene del bautismo y, después de tantos siglos, su voz parece conservar todavía inalterada su frescura, inspirando un sentido profundo de serenidad y de confianza, de la cual también el hombre de hoy tiene necesidad para renovar con plena libertad, como los catecúmenos de otro tiempo, su adhesión a Cristo.
De: Juan Crisóstomo: Las catequesis bautismales. Madrid: Editorial Ciudad Nueva, 1995.

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