martes, 5 de enero de 2010

Cómo asistir a misa (posturas y gestos), II parte.


A) Misa solemne.

Si es domingo y precede el Asperges, se levantan todos a la entrada del sacerdote celebrante y se arrodillan al entonar éste la antífona. Al continuar el coro, vuelven a levantarse, haciendo inclinación y persignándose cuando pasa el sacerdote con el hisopo aspergiendo. Después de los versículos y la oración, al ir el sacerdote a deponer el pluvial y tomar la casulla, se pueden sentar.

Al sonar la campanilla y acceder la procesión del clero al altar: de pie (si se procede per longiorem por el pasillo del medio de la nave, se hace inclinación a la cruz procesional y al celebrante).

Al inicio del canto del Introito y durante él: de rodillas.

A los Kyries y hasta el final de la Colecta: de pie.

Durante el canto de la Epístola, del Gradual (o Tracto) y el verso aleluyático (con la Secuencia, si la hay): sentados.

Al Dominus vobiscum que precede al Evangelio y durante el canto de éste por el diácono: de pie, vueltos hacia el Misal.

A la homilía: sentados.

Al canto del Credo: de pie (genuflexión al Et Incarnatus est).

Al canto de la antífona del Ofertorio: sentados.

A la incensación del pueblo: de pie (con inclinación al turiferario antes y después de la incensación).

Después de la incensación y hasta el principio del diálogo que precede al Prefacio: sentados.

Al principio del diálogo que precede al Prefacio, durante el canto del Sanctus y hasta el Hanc igitur del Canon: de pie.

Al Hanc igitur del Canon, durante éste y hasta el Per omnia saecula saeculorum del final de éste: de rodillas.

Al Amen que cierra el Canon y hasta el final del canto del Agnus Dei: de pie.

Al Domine, non sum dignus y hasta las abluciones: de rodillas.

Después de las abluciones y hasta el Dominus vobiscum que precede a la Postcomunión: sentados.

Al Dominus vobiscum que precede a la Postcomunión, durante ésta y hasta el Ite, Missa est: de pie.

A la bendición: de rodillas.

Al Último Evangelio: de pie, vueltos hacia el extremo izquierdo del altar (como el celebrante lo dice en voz sumisa no se responde Deo gratias). Genuflexión siguiendo la del sacerdote.

Al volver la procesión del clero a la sacristía: de pie (si se procede per longiorem por el pasillo del medio de la nave, se hace inclinación a la cruz procesional y al celebrante).
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Próximo capítulo: Misa cantada.
Tomado de Roma Aeterna.

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