sábado, 9 de enero de 2010

Gestos durante la Santa Misa.

1.- Los fieles se santiguan:
- Al inicio de la Misa.
- Al Adiutorium nostrum.
- Al Indulgentiam.
- A las primeras palabras del Introito.
- A las palabras Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris del final del Gloria.
- Al inicio del Evangelio se signan tres veces (una en la frente, otra en los labios y otra en el pecho), pero no se santiguan.
- Al final del Evangelio, cuando el sacerdote dice Per evangelica dicta.
- Al inicio y final de la homilía.
- Al Et vitam venturi saeculi del Credo.
- Al Benedictus.
- Al Indulgentiam antes de la comunión del pueblo.
- A la bendición final.
- Al Último Evangelio se signan tres veces (una en la frente, otra en los labios y otra en el pecho), pero no se santiguan.
2.- Las inclinaciones son de tres clases: máxima, media y mínima. La máxima consiste en inclinar la cabeza con el tronco (sin doblarla) hasta un ángulo de unos 45°; la media, en inclinar ligeramente la cabeza con el tronco ligeramente (como hasta ver la punta de los pies), y la mínima, en inclinar sólo la cabeza. Teniendo en cuenta esto, los fieles hacen inclinación (sólo estando sentados o de pie, pero nunca de rodillas):
- Al paso de la procesión del clero al ir hacia el altar en las misas solemnes: a la cruz procesional (profunda) y al sacerdote celebrante (media).
- Al Gloria Patri del Introito (máxima).
- En el Gloria: al inicio, y a las palabras Adoramus Te, Gratias agimus Tibi propter magnam gloriam Tuam, (Domine, Fili Unigenite) Iesu Christe, Suscipe deprecationem nostram y (Tu solus Altissime) Iesu Christe (máxima).
- En la Colecta: a la invitación Oremus (media); al nombre de Jesús (máxima), de María (media), de San José y del santo o santos cuya fiesta se celebra (mínima), al nombre del Papa (mínima) y a la conclusión si se pronuncia el nombre de Jesús (profunda).
- En la Epístola y en el Evangelio: cada vez que se pronuncia el nombre de Jesús (máxima), María (media) y José (mínima).
- En el Credo: al inicio, y a las palabras (Et in unum Dominum nostrum) Iesum Christum y (Qui cum Patre el Filio simul) adoratur (máxima).
- A la incensación: antes y después de la incensación del pueblo (mínima).
- Al Gratias agamus Domino Deo nostro del diálogo antes del Prefacio (máxima).
- Al inicio del Sanctus (máxima).
- Al Agnus Dei (máxima).
- En la Postcomunión: como en la Colecta.
- Al paso de la procesión del clero al volver a la sacristía en las misas solemnes: a la cruz procesional (profunda) y al sacerdote celebrante (media).
3.- Los fieles hacen genuflexión:
- Al Et incarnatus est de Spiritu Sancto ex Maria Virgine, et homo factus est del Credo.
- Al Et Verbum caro factum est, et habitavit in nobis del Último Evangelio.
- Cada vez que se indica en el Propio de algunas misas.
4.- Los fieles se percuten el pecho:
- Al mea culpa del Confíteor (tres veces), tanto en la Antemisa, como antes de la comunión de los fieles.
Estas indicaciones suponen aquella participación eminente y más perfecta de la que hablaba Pío XII en su encíclica sobre Sagrada Liturgia, es decir cuando se sigue el santo sacrificio con el misal manual, para rezar con las mismas oraciones de la Iglesia. Esto debería ser el ideal al cual conformarse; no obstante, unirse a la celebración mediante la contemplación, la meditación, recitar oraciones alusivas a las distintas partes de la misa u otros actos piadosos (como el rezo del Santo Rosario), cuando no se posee la destreza con el misal manual o simplemente no se puede hacer uso de él por cualquier otro motivo, no es de ningún modo censurable y constituye otra manera lícita de participación, aunque menos perfecta (lo que no presupone un mayor o menor fervor). Aquí son los sacerdotes, los que tienen una tarea apostólica y didáctica que desarrollar, instruyendo a los fieles en la participación litúrgica en la Santa Misa y en el manejo de los misales manuales y el conocimiento del tiempo y espacio sagrados.
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Tomado de Roma Aeterna.

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