Recientemente ha llegado a nuestras manos un librito de más de trescientas contundentes páginas cuyo título es simplemente “Liturgia”. El texto fue publicado por la Federación de los Colegios Católicos Femeninos en Santiago de Chile en el año 1935. La dos entradas que hemos publicado han sido tomadas de esta joyita bibliográfica donde vamos a ir espigando lecciones que no han perdido vigencia para los lectores de nuestro tiempo.
En el prólogo los autores de este verdadero vademécum litúrgico sostienen que en sus sencillas páginas se apreciará el simbolismo y la grandiosidad del templo cristiano, la sublimidad de su Altar, la magnificencia que la Santa Iglesia despliega en la celebración de su Sacrificio y en la administración de sus Sacramentos, la inspiración de sus oraciones, el arte y belleza de su canto tan simple y variado, la dignidad sobrenatural de la sagrada jerarquía que actúa; agregan que en el librito se aprenderá a recibir las lecciones y enseñanzas que día a día la Iglesia da a los fieles en el desenvolvimiento del ciclo litúrgico; a interiorizarse en el desarrollo de las ceremonias, a comprender su espíritu, a tomar parte activa en el culto divino, a unirse con los Ministros de Dios que, en nombre la Iglesia, ofician en el Altar; el manual litúrgico hará abrir los ojos de la fe y a transportar a los fieles a la excelsa Liturgia de los Cielos donde veremos al Pontífice Eterno, sentado a la diestra del Padre, intercediendo sin cesar por el mundo y oficiando en el Altar de los cielos, mientras los ejércitos angélicos cantan las eternas melodías y queman los perfumes e inciensos ante la tremenda majestad de la Unidad Trina.
Seguidamente, argumentan en el prólogo que el Papa Pío XI expone con claridad luminosa en la Bula Divini Cultus Sanctitamen, la importancia que tiene la Liturgia en la vida cristiana: “La Liturgia es cosa sagrada, pues por medio de ella nos levantamos hasta Dios, y nos unimos a El, atestiguamos nuestra fe y nos rendimos a El, con obligación gravísima por los beneficios y protección que del mismo tenemos recibidos y de que necesitamos continuamente. De aquí dimana cierta íntima dependencia entre el dogma y la liturgia, no menos que entre el culto cristiano y la santificación del pueblo”.
La liturgia es la pedagogía divina que nos enseña conocer y amar a Jesucristo Nuestro Señor. “Los ritos sagrados, dice el Papa Sixto V, las ceremonias que, instituidas en virtud de las tradiciones apostólicas, usa la Iglesia en la administración de los Sacramentos, en los oficios divinos y en el culto en general, envuelven una enseñanza excelente para el pueblo cristiano, y una profesión de la verdadera fe, llevan a las almas hacia la meditación de las cosas más sublimes, y encienden en ella el fuego de la verdadera devoción”.
Ciertamente este librito debió formar a muchas generaciones en una piedad sólida, verdadera y sobrenatural. Por eso que hemos querido compartir su contenido con nuestros lectores.
En el prólogo los autores de este verdadero vademécum litúrgico sostienen que en sus sencillas páginas se apreciará el simbolismo y la grandiosidad del templo cristiano, la sublimidad de su Altar, la magnificencia que la Santa Iglesia despliega en la celebración de su Sacrificio y en la administración de sus Sacramentos, la inspiración de sus oraciones, el arte y belleza de su canto tan simple y variado, la dignidad sobrenatural de la sagrada jerarquía que actúa; agregan que en el librito se aprenderá a recibir las lecciones y enseñanzas que día a día la Iglesia da a los fieles en el desenvolvimiento del ciclo litúrgico; a interiorizarse en el desarrollo de las ceremonias, a comprender su espíritu, a tomar parte activa en el culto divino, a unirse con los Ministros de Dios que, en nombre la Iglesia, ofician en el Altar; el manual litúrgico hará abrir los ojos de la fe y a transportar a los fieles a la excelsa Liturgia de los Cielos donde veremos al Pontífice Eterno, sentado a la diestra del Padre, intercediendo sin cesar por el mundo y oficiando en el Altar de los cielos, mientras los ejércitos angélicos cantan las eternas melodías y queman los perfumes e inciensos ante la tremenda majestad de la Unidad Trina.
Seguidamente, argumentan en el prólogo que el Papa Pío XI expone con claridad luminosa en la Bula Divini Cultus Sanctitamen, la importancia que tiene la Liturgia en la vida cristiana: “La Liturgia es cosa sagrada, pues por medio de ella nos levantamos hasta Dios, y nos unimos a El, atestiguamos nuestra fe y nos rendimos a El, con obligación gravísima por los beneficios y protección que del mismo tenemos recibidos y de que necesitamos continuamente. De aquí dimana cierta íntima dependencia entre el dogma y la liturgia, no menos que entre el culto cristiano y la santificación del pueblo”.
La liturgia es la pedagogía divina que nos enseña conocer y amar a Jesucristo Nuestro Señor. “Los ritos sagrados, dice el Papa Sixto V, las ceremonias que, instituidas en virtud de las tradiciones apostólicas, usa la Iglesia en la administración de los Sacramentos, en los oficios divinos y en el culto en general, envuelven una enseñanza excelente para el pueblo cristiano, y una profesión de la verdadera fe, llevan a las almas hacia la meditación de las cosas más sublimes, y encienden en ella el fuego de la verdadera devoción”.
Ciertamente este librito debió formar a muchas generaciones en una piedad sólida, verdadera y sobrenatural. Por eso que hemos querido compartir su contenido con nuestros lectores.
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