lunes, 3 de noviembre de 2008

Una reflexión.

El día de la Solemnidad de Todos los Santos, tuve la oportunidad de participar en la Santa Misa en la Parroquia de Santa Bárbara de Casablanca (Chile) según el Novus Ordo; lo interesante fue que el Coro que acompañó esa celebración litúrgica lo hizo en gran parte con cantos en la lengua de la Iglesia, lo que le dio un carácter solemne a la misa... Al término de la celebración, entonaron el Ave María de la película “La misión”, que como ustedes recordarán cantan el grupo de niños indígenas guaraníes ante la presencia del Obispo que va a investigar a la misión jesuítica, dejándolo deslumbrado a él y a todos los asistentes con sus voces angelicales que honraban el Santo Nombre de María... Si alguien no se emociona al recordar esas imágenes al ver cómo la lengua latina es el instrumento que Dios nos puso para alabarlo, es que estamos despreciando el medio cultural y lingüístico con que la Iglesia Romana ha adoctrinado, evangelizado y misionado por siglos a la humanidad. Por lo anterior, quisiera compartir con ustedes la siguiente reflexión del Rvdo. Padre Rafael Navas Ortiz, Superior para Latinoamérica del Instituto del Buen Pastor...

Una reflexión.....

El por qué del Latín:

P.Rafael Navas Ortíz


Al mismo tiempo que la Reforma Protestante sacaba casi media Europa de la Iglesia de Dios, igual número personas que no sabían ni siquiera el castellano, se vinculaban a la Iglesia en América; los indígenas masivamente se convertían con la Misa en latín. El latín da garantía de identidad doctrinaria con el paso del tiempo. Las lenguas vivas van mudando el sentido de las palabras cambiando el sentido de lo expresado; por ejemplo, hoy hay que traducir los escritos del castellano de hace algunos siglos para comprenderlos. El latín no tiene ese problema. Sin embargo siempre ha habido Misales con la traducción para quien quisiera comprender la parte material.

Pero el fondo del misterio de la Misa es incomprensible racionalmente sin la luz de la Fe. Fue esta fe que los indígenas, al contacto con los Santos Misterios realizados en la Misa, intuyeron, comprendieron y aceptaron, y que explicaron los grandes doctores de la Iglesia. Es la fe que hoy falta al mundo.

Cuando se tiene una visión puramente horizontal, como lamentablemente sucede hoy, más que la comprensión material, buscada por sí misma y no como medio, es necesario recuperar el sentido de lo sagrado, de lo sobrenatural, de lo espiritual trascendente y establecer el verdadero vínculo con Dios, pues se puede comprender el idioma, pero sin la fe no se comprende lo esencial, que desaparece como hoy se constata ineluctablemente.

De ahí se genera esa separación de los fieles, que el propio Papa Juan Pablo II llamó “apostasía silenciosa” (pérdida de la fe, separación de los caminos de Dios). Un abandono de la fe sin ruido, que en las últimas décadas reduce a la Iglesia a conocidas estadísticas negativas, de casi desaparición, en algunos lugares que otrora fueron bastiones de catolicidad. Por lo tanto el latín da garantía de identidad y de universalidad-catolicidad- no sólo en el espacio sino dentro del tiempo.

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