Sobre la cruz Jesús extendió sus brazos para abarcar el mundo entero, Cirilo de Jerusalén, Catequesis XIII.
“Extendió sus brazos en la cruz para abarcar los confines de mundo. Pues el lugar central de la tierra está aquí, en el Gólgota. Y no es palabra mía, sino del profeta que dice: “Autor de salvación en medio de la tierra” (Sal 74 (73), 12). Extendió sus manos humanas, con la sola ayuda de las cuales y con su mente tras ellas dio consistencia al cielo (cf. Sal 33, 6a).
Fueron fijadas con clavos para que, clavados al leño y aniquilados los pecados de los hombres que su humanidad llevaba cargados sobre sí, a la vez muriese el pecado y resucitásemos nosotros en la justicia.
Pues como por un hombre vino la muerte, también por un hombre vino la vida (Rm 5, 12-21): por un hombre, el Salvador, que padeció la muerte voluntariamente.
Acuérdate de aquello: “Tengo poder para darla (la vida) y poder para recobrarla de nuevo” (Jn 10, 18).
“Extendió sus brazos en la cruz para abarcar los confines de mundo. Pues el lugar central de la tierra está aquí, en el Gólgota. Y no es palabra mía, sino del profeta que dice: “Autor de salvación en medio de la tierra” (Sal 74 (73), 12). Extendió sus manos humanas, con la sola ayuda de las cuales y con su mente tras ellas dio consistencia al cielo (cf. Sal 33, 6a).
Fueron fijadas con clavos para que, clavados al leño y aniquilados los pecados de los hombres que su humanidad llevaba cargados sobre sí, a la vez muriese el pecado y resucitásemos nosotros en la justicia.
Pues como por un hombre vino la muerte, también por un hombre vino la vida (Rm 5, 12-21): por un hombre, el Salvador, que padeció la muerte voluntariamente.
Acuérdate de aquello: “Tengo poder para darla (la vida) y poder para recobrarla de nuevo” (Jn 10, 18).
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