- En Roma, en la vía Salaria, el triunfo de los santos Mártires Saturnino, anciano, y Sisinio, Diácono, en el imperio de Maximiano; a los cuales, después de maltratarlos con larga prisión, ordenó el Prefecto de la ciudad suspender en el potro, estirar con nervios, azotar con palos y escorpiones, aplicar teas encendidas y, bajándolos del ecúleo, degollarlos.
- En Tolosa de Francia, san Saturnino, Obispo, el cual, en tiempo de Decio, fue detenido por los Paganos en el Capitolio de aquella ciudad, y precipitado desde lo más alto de aquel alcázar por toda la gradería; con que rota la cabeza, saltados los sesos y destrozado todo el cuerpo, entregó su digna alma a Cristo.
- Igualmente, el suplicio de los santos Paramón y trescientos setenta y cinco Compañeros, en tiempo del Emperador Decio y del Presidente Aquilino.
- En Ancira de Galacia, san Filomeno, Mártir, el cual, en la persecución del Emperador Aureliano, siendo Presidente Félix, probado con el fuego, taladrados con clavos pies y manos, y últimamente la cabeza, consumó el martirio.
- En Véroli de los Hérnicos, los santos Mártires Blas y Demetrio.
- En Todi de Umbría, santa Iluminada, Virgen.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
R. Deo Gratias.
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