- En Antioquía, los santos Mártires Basileo, Obispo, Auxilio y Saturnino.
- En Sebaste de Armenia, los santos Mártires Hirenarco, Acacio, Presbítero, y siete mujeres. Por la constancia de ellas, movido Hirenarco, se convirtió a Cristo, y en el imperio de Diocleciano y presidencia de Máximo, juntamente con Acacio, fue degollado.
- A orillas del río Cea, en Galicia, los santos Facundo y Primitivo, que padecieron bajo el poder del Presidente Ático.
- En Persia, Santiago el Interciso, esclarecido Mártir, que en tiempo de Teodosio el Menor, por congraciarse con el Rey Isdegerdes, negó a Cristo; pero apartándose por esta causa de su compañía su madre y su mujer, vuelto en sí, delante de Vararán, hijo y sucesor de Isdegerdes, confesó intrépidamente que era Cristiano; por lo cual, lleno de cólera el Rey, le sentenció a muerte y mandó cortarle el cuerpo miembro a miembro y decapitarle. Al mismo tiempo, y en la misma ciudad, padecieron otros innumerables Mártires.
- En Aquilea, san Valeriano, Obispo.
- En Riez de Francia, san Máximo, Obispo y Confesor, el cual, dotado desde su primera edad del atractivo de todas las virtudes, fue primerarmente Prelado del monasterio de Lerins, y después Obispo de la Iglesia de Riez, y resplandeció con prodigios y milagros.
- En Salzburgo de Nórica, san Virgilio, Obispo y Apóstol de los Carintios, que por el Sumo Pontífice Gregorio IX fue puesto en el número de los Santos.
- En la India, en los confines de Persia, los santos Barlaán y Josafat, cuyas admirables hazañas escribió san Juan Damásceno.
- En París, el tránsito de san Severino, Monje y Solitario.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
R. Deo Gratias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario