sábado, 6 de junio de 2009

La devoción de los Cinco Primeros Sábados.

¿En qué consiste la comunión reparadora de los cinco primeros sábados de mes?.
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1.- Antecedentes históricos:
En la tradición cristiana, los Sábados son dedicados a la Santísima Virgen. Es así que muchos han acostumbrado consagrarle el primer sábado del mes con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María por las blasfemias y ultrajes cometidos por los pecadores y los falsos maestros en contra de la Madre de Dios. Quienes atentan contra el Inmaculado Corazón de María, además, están cometiendo una doble ofensa: ofenden al Hijo y ponen en peligro su propia salvación.El Papa san Pío X, el 12 de Julio de 1905, emitió un decreto en el que alababa esta práctica devocional y reparadora, y ofrecía indulgencias por ella. Ese mismo año, en el mes de noviembre, el Santo Padre nuevamente bendijo e indulgenció esta devoción tradicional de los Hijos del Corazón de María y la Archicofradía del Inmaculado Corazón de María.
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2.- Fátima:
En la tercera aparición en Fátima, el 13 de julio de 1917, Nuestra Señora había dicho:
"Cuando viereis una noche alumbrada por una luz desconocida sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo sus crímenes por medio de la guerra, del hambre, de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedir eso, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados".
Sin embargo, el mensaje de Fátima no estaba definitivamente concluido con las apariciones de Cova d’ Iria en 1917. Así, el 10 de diciembre de 1925, la Santísima Virgen, teniendo a su lado al Niño Jesús sobre una nube luminosa, se apareció a la Hna. Lucía –postulante en aquel momento– en su celda, en la Casa de las Doroteas de Pontevedra. Poniéndole la mano en el hombro, le mostró un Corazón rodeado de espinas, que tenía en la otra mano. El Niño Jesús, señalándolo, exhortó a la vidente con las siguientes palabras:
"Ten pena del Corazón de tu Santísima Madre, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos constantemente le clavan, sin haber quién haga un acto de reparación para quitárselas".
Más adelante, la Virgen añadió:
"Mira, hija mía, mi Corazón rodeado de espinas que los hombres ingratos, a cada momento, me clavan con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, haz algo por consolarme y di que a todos aquellos que durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me acompañen quince minutos meditando sus misterios con el fin de desagraviarme, yo prometo asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para su salvación".
El día 15 de febrero de 1926, la Hna. Lucía, en una nueva aparición que tuvo en Pontevedra, expuso al Niño Jesús, las dificultades que tenían algunas personas de confesarse el sábado, y pidió que fuese válida la confesión dentro de los ocho días. Jesús respondió:
"Sí, puede ser, y hasta de muchos días más, con tal de que cuando me reciban estén en gracia y tengan la intención de desagraviar al Inmaculado Corazón de María".
Además, la Hna. Lucía incluso le presentó la posibilidad de que alguien se olvidara de poner la intención al confesarse, a lo que Nuestro Señor respondió:
"Pueden ponerla en la confesión siguiente, aprovechando la primera ocasión que tengan para confesarse".
En la vigilia del 29 al 30 de mayo de 1930, Nuestro Señor, hablando interiormente a la Hna. Lucía, resolvió también otra dificultad:
"Será igualmente aceptable la práctica de esta devoción el domingo siguiente al primer sábado, cuando mis sacerdotes, por justos motivos, así lo determinen".
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3. ¿Por qué 5 sábados?:
Estando Lucía en oración, Nuestro Señor le reveló la razón de los 5 sábados de reparación:
"Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:
1- Blasfemias contra su Inmaculada Concepción.
2- Contra su virginidad,
3- Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres.
4- Contra los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada.
5- Contra los que la ultrajan directamente en sus sagradas imágenes.He aquí hija mía, por que ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas".
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4.- Importancia eclesial y social de la reparación:
La reparación hace énfasis en nuestra responsabilidad hacia los pecadores que no oran y no hacen reparación por sus propios pecados. Esta devoción, además de recordarnos la importancia de la comunión de los santos, nos presenta una responsabilidad social y nos recuerda el deber de caridad, pues para ir a Dios debemos amar a nuestros semejantes y tratar de salvar sus almas.
Por P. Sergio O. Fochesato.

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