VIERNES DE LAS TEMPORAS DE CUARESMA
Estación en los Doce Apóstoles
Feria, II clase
INTROITO Salmo 24, 17 y 18. 1-2
DE NECESSITÁTIBUS meis éripe me, Dómine: vide humilitátem meam et labórem meum, et dimítte ómnia peccáta mea. V/. Ad te, Dómine, levávi ánimam meam: Deus meus, in te confído, non erubéscam. V/. Glória Patri.
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LÍBRAME de mis congojas, Señor: mira mi humillación y mi trabajo, y perdona todos mis pecados. V/. A ti, oh Señor he levantado mi espíritu: en ti, oh Dios mío, tengo puesta mi confianza: no quedare avergonzado.V/.Gloria al Padre.
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COLECTA
ESTO, DÓMINE, propítius plebi tuæ: et, quam tibi facis esse devótam, benígno réfove miserátus auxílio. Per Dóminum.
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MIRA, SEÑOR, con misericordia a tu pueblo; y pues le consagras a tu servicio, favorécele benignamente con el auxilio de tu gracia. Por nuestra Señor.
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Si corresponde, se hace la conmemoración del Santo del día.
EPÍSTOLA 18, 20-28
LÉCTIO EZECHIÉLIS PROPHÉTÆ.
Hæc dicit Dóminus Deus: «Anima, quae peccáverit, ipsa moriétur: fílius non portábit iniquitátem patris, et pater non portábit iniquitátem fílii: justítia justi super eum erit, et impíetas ímpii erit super eum. Si autem ímpius égerit pæniténtiam ab ómnibus peccátis suis, quæ operátus est, et custodíerit ómnia præcépta mea, et fécerit judícium et justítiam: vita vivet, et non moriétur.Omnium iniquitátum ejus, quas operátus est, non recordábor: in justítia sua, quam operátus est,vivet. Numquid voluntátis meæ est mors ímpii, dicit Dóminus Deus, et non ut convertátur a viis suis, et vivat? Si autem avértent se justus a justítia sua, et fécerit iniquitátem secúndum omnes abominatiónes, quas operári solet ímpius, numquid vivet? omnes justítiæ ejus, quas fécerat, non recordabúntur: in prævarica-tióne, qua prævaricátus est, et in peccáto suo, quod peccávit, in ipsis moriétur. Et dixístis: Non est æqua via Dómini. Audíte ergo, domus Israël: Numquid via mea non est æqua, et non magis viæ vestræ pravæ sunt? Cum enim avértent se justus a justítia sua, et fecerit iniquitátem, mori-étur in eis: in injustítia, quam operátus est, moriétur. Et cum avértent se ímpius ab impietáte sua, quam operátus est, et fécerit judícium et justítiam: ipse ánimam suam vivificábit. Consíderans enim, et avértens se ab ómnibus iniquitátibus suis, quas operátus est, vita vivet, et non moriétur, ait Dóminus omnípotens.»
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LECTURA DEL PROFETA EZEQUIEL.
Así dice el Señor Dios: «El alma que pecare, esa morirá: el hijo no llevará por el pecado del padre, ni el padre llevará por el pecado del hijo: la justicia del justo será sobre él, y la impiedad el impío será sobre él. Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todas mis ordenanzas, é hiciere juicio y justicia, de cierto vivirá; no morirá. Todas sus rebeliones que cometió, no le serán recordadas: en su justicia que hizo vivirá. ¿Quiero yo la muerte del impío? dice el Señor el Altísimo. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? Mas si el justo se apartare de su justicia, y cometiere maldad, é hiciere conforme á todas las abominaciones que el impío hizo; ¿vivirá él? Todas las justicias que hizo no vendrán en memoria; por su rebelión con que prevaricó, y por su pecado que cometió, por ello morirá. Y si dijereis: No es derecho el camino del Señor: oid ahora, casa de Israel: ¿No es derecho mi camino? ¿no son vuestros caminos torcidos? Apartándose el justo de su justicia, y haciendo iniquidad, él morirá por ello: por su iniquidad que hizo, morirá. Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo juicio y justicia, hará vivir su alma. Porque miró, y se apartó de todas sus prevaricaciones que hizo, de cierto vivirá, no morirá: -dice el Señor Omnipotente.
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GRADUAL Salmo 85, 2 y 6
SALVUM FAC servum tuum. Deus meus, sperántem in te. V/. Auribus pércipe, Dómine, oratiónem meam.
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SALVA, OH DIOS mío, a este siervo tuyo que tiene puesta en ti su esperanza.
V/. Oye propicio, oh Señor, mi oración
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TRACTO Salmo 102,10. 78, 8-9
DÓMINE, non secúndum peccáta nostra, quæ fécimus nos: neque secúndum iniquitátes nostras retríbuas nobis. V/. Dómine, ne memíneris iniquitátum nostrárum antiquárum: cito antícipent nos misericórdiæ tuæ, quia páuperes facti sumus nimis. (Hic genuflectitur) V/. Adjuva nos, Deus, salutáris noster: et propter glóriam nóminis tui, Dómine, líbera nos: et propítius esto peccátis nostris, propter nomen tuum.
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SEÑOR, no nos trates según merecen nuestros pecados, ni según nuestras culpas nos castigues. V/.Señor, no te acuerdes de nuestras antiguas maldades: anticípense a favor nuestro cuanto antes tus misericordias; pues nos hallamos reducidos a extrema miseria. (Aquí se dobla la rodilla) V/. Ayudamos, oh Dios salvador nuestro: y por la gloria de tu nombre, líbranos, Señor, y perdona nuestros pecados, por amor a tu nombre
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EVANGELIO Jn 5, 1-15
SEQUÉNTIA SANCTI EVANGÉLII SECUNDUM JOÁNNEM.
In illo témpore: Erat dies festus Judæórum, et ascéndit Jesus Jerosólymam. Est autem Jerosólymis Probática piscína, quæ cognominátur hebráice Bethsáida, quinque pórticus habens. In his jacébat multitúdo magna languéntium, cæcórum, claudórum, aridórum exspectántium aquæ motum. Angelus autem Dómini descendébat secúndum tempus in piscínam, et movebátur aqua. Et, qui prior descendísset in piscínam post motiónem aquæ, sanus fiébat, a quacúmque detinebátur infirmitáte. Erat autem quidam homo ibi, trigínta et octo annos habens in infirmitáte sua. Hunc cum vidísset Jesus jacéntem, et cognovisset, quia jam multum tempus habéret, dicit ei: «Vis sanus fíeri?» Respóndit ei lánguidus: «Dómine, hóminem non hábeo, ut, cum turbáta fúerit aqua, mittat me in piscínam: dum vénio enim ego, álius ante me descéndit.» Dicit ei Jesus: «Surge, tolle grabátum tuum, et ámbula.» Et statim sanus factus est homo ille: et sústulit grabátum suum, et ambulábat. Erat autem sábbatum in die illo. Dicébant ergo Judǽi illi, qui sanátus fúerat: «Sábbatum est, non licet tibi tóllere grabátum tuum.» Respóndit eis: «Qui me sanum fecit, ille mihi dixit: “Tolle grabátum tuum,et ámbula.”» Interrogavérunt ergo eum: «Quis est ille homo, qui dixit tibi: Tolle grabátum tuum et ámbula?» Is autem, qui sanus fúerat efféctus, nesciébat, quis esset. Jesus enim declinávit a turba constitúta in loco. Póstea invénit eum Jesus in templo, et dixit illi: «Ecce, sanus factus es: jam noli peccáre, ne detérius tibi áliquid contíngat.» Abiit ille homo, et nuntiávit Judǽis, quia Jesus esset, qui fecit eum sanum.
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LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN.
En aquel tiempo, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén una piscina Probática que se llama en hebreo Betzatá, que tiene cinco pórticos. En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. Porque el ángel del Señor se lavaba de tiempo en tiempo en la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, recobraba la salud de cualquier mal que tuviera. Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfer-mo. Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres recobrar la salud?» Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.» Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda.» Y al instante el hombre recobró la salud, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día. Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permi-tido llevar la camilla.» Él les respondió: «El que me ha devuelto la salud me ha dicho: Toma tu camilla y anda.» Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?» Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar. Más tarde Jesús lo encuentra en el Templo y le dice: «Mira, has recobrado la salud; no peques más, para que no te suceda algo peor.» El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que le había devuelto la salud.
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OFERTORIO Salmo 102, 2 y 5
BÉNEDIC, anima mea, Dómino, et noli oblivísci omnes retributiónes ejus: et renovábitur, sicut áquilæ, juvéntus tua.
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BENDICE, alma mía, al Señor, y no te olvides de sus bondades; y tu juventud se renovara como la del águila.
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SECRETA
SÚSCIPE, quǽsumus, Dómine, múnera nostris obláta servítiis: et tua propítius dona sanctífica. Per Dóminum.
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TE SUPLICAMOS, Señor, que recibas los sacrificios que te ofrecemos en el altar; y dígnate propicio santificar estos tus dones. Por nuestro señor.
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PREFACIO DE CUARESMA
VERE DIGNUM et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui corpo-ráli jejúnio vítia cómprimis, mentem élevas, virtútem largíris, et præmia: per Christum Dóminum nostrum. Per quem majestátem tuam laudant An-geli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes. Cæli cælorúmque Virtútes, ac beáta Séraphim, sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admítti júbeas deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:
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EN VERDAD es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que, por el ayuno corporal, domas nuestras pasiones, elevas la mente, nos das la virtud y el premio, por Jesucristo nuestro Señor, por quien alaban los Ángeles a tu majestad, la adoran las Dominaciones, la temen las Potestades y la celebran con igual júbilo los Cielos, las Virtudes de los cielos y los bienaven-turados Serafines. Te rogamos que con sus voces admitas también las de los que te decimos, con humilde confesión.
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COMUNION Salmo 6,11
ERUBÉSCANT et conturbéntur omnes inimíci mei: avertántur retrórsum, et erubéscant valde velóciter.
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AVERGÜÉNCENSE y queden llenos de turbación mis enemigos; retírense y váyan-se al momento cubiertos de ignominia.
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POSCOMUNION
PER HUJUS, Dómine, operatiónem mystérii, et vítia nostra purgéntur, et justa desidéria compleántur. Per Dóminum.
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SEÑOR, que por virtud de este santo misterio, queden purgados nuestros vicios y satisfechos nuestros justos deseos. Por nuestro Señor.
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ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
ORÉMUS. Humiliáte cápita vestra Deo.
Exáudi nos, miséricors Deus: et méntibus nostris grátiæ tuæ lumen osténde. Per Dóminum.
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OREMOS. Humillad ante Dios vuestras cabezas
Óyenos, oh Dios Misericordioso y muestra a nuestras almas la luz de tu gracia. Por nuestro Señor.
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Transcripto por Dña. Ana María Gálvez
Tomado de El Rincón Litúrgico
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