Bajo el amparo de Santa Bárbara, virgen y mártir, Patrona de Casablanca, promovemos la Tradición Católica. Dilexísti justítiam, et odísti iniquitátem. (Ps. 44,8).
lunes, 31 de octubre de 2011
domingo, 30 de octubre de 2011
Fiesta de Cristo Rey.
sábado, 29 de octubre de 2011
ORACIÓN A JESÚS CLAVADO EN LA CRUZ.
viernes, 28 de octubre de 2011
Una Voce Cuba.

Nuestra Organización tiene como principales fines :
Preservar y fomentar la Tradición Litúrgica y Doctrinal de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, gobernada por SS. Benedicto XVI; Pontífice felizmente reinante, cuya expresión más excelsa y perfecta es la celebración del Santo Sacrificio de la Misa, según la Forma Extraordinaria del Rito Romano o de San Gregorio Magno, que data de los mismos orígenes del cristianismo, bien atestiguado en el Canon Romano y codificada a perpetuidad para todos los tiempos por San Pío V en el Año del Señor 1570; así como todos aquellos actos litúrgicos en los que se expresa la mencionada tradición, todo ello encaminado a asegurar que la liturgia latina de la Santa Iglesia se realice con la mayor dignidad, solemnidad y grandeza posible,
cual es debido a la Augusta y Sempiterna Trinidad, a los sacrosantos misterios que conmemora y corresponde al culto católico. Para que al participar, los fieles cristianos en la celebración de los misterios de nuestra fe, obtengan mayor aprovechamiento espiritual en beneficio de la salvación de sus almas, y todo ello finalmente redunde en la mayor gloria de Dios, honra de su Madre Santísima, la Bienaventurada y Siempre Virgen María, exaltación de la Santa Fe Católica y destrucción de todos sus enemigos.
Una Voce Cuba acepta el carácter vinculante del Concilio Vaticano II, y bajo el amparo de Ntra. Sra. de Fátima, promueve la Tradición Católica en comunión con el Supremo Pastor y los Obispos a él unidos, a partir de las letras apostólicas contenidas en el Mutuo Propio “Summorum Pontificum”. Su apostolado tiene como objetivo común que la gente crea en Cristo, sea bautizada y participe en las celebraciones litúrgicas, sobre todo en el sacrificio de la Misa.
Al congregar a los fieles católicos amantes de la Sagrada Tradición , de todo el país, se atiene con firmeza a todo lo que ha creído y practicado en la fe, las costumbres, el culto, la enseñanza del catecismo, la constitución del sacerdocio y la institución de la Iglesia, por la Iglesia de siempre y codificado en los diferentes libros publicados y aprobados por el magisterio infalible.
Deseamos vivamente y esperamos que la luz de la Tradición Católica disipe las tinieblas que en los últimos años vienen oscureciendo y amenazando con grave peligro el cielo de la Iglesia y del mundo.
Nos duele el catolicismo, la fe grande y universal. No defenderle y propagarle sería consentir a una muerte que rechazamos. Porque no hay nada mas hermoso, verdadero y necesario que el.
Así lo esperamos alcanzar con la ayuda del cielo, por medio de la intercesión de nuestros santos patrones y de todos aquellos hombres y mujeres que nos han precedido en esta obra y que ya han partido de este mundo, en unión de nuestros amigos, bienhechores y benefactores. Así sea.
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jueves, 27 de octubre de 2011
ORACIÓN A JESÚS TRATADO COMO LOCO Y PROPUESTO A BARRABÁS.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Ante el Altar.
Señor, ¿me reconoces? Soy el viejo habitante
del valle de las sombras que hoy se vuelve a la luz.
Me he propuesto seguirte de ahora en adelante,
pienso unirme a Tu vida como el clavo a la cruz.
Vengo a rozar la orla de Tu túnica blanca
con mis manos culpables de pecado y de ausencia.
Por tu misericordia, renuévame y arranca
la cizaña que encuentres prendida a mi conciencia.
Señor, ¿me reconoces? Debajo de esta costra
de polvo y de cenizas, hoy se rebela un muerto
que, hastiado ya de huesos y gusanos, se postra
como Tú te postraste de noche en aquel huerto.
Te encomiendo mi vida. Te entrego mi pasado.
Dispón de mi presente para que en el futuro
llegue a la puerta estrecha humilde y consagrado,
no apóstata y rebelde, no réprobo y oscuro.
Sé que me reconoces. Puedes verme por dentro.
Tú penetras las almas cual la luz al cristal.
Por fin todas mis cosas giran en torno al centro.
Por fin hallo el descanso. Por fin vuelvo a ser sal.
Jorge Antonio Doré
martes, 25 de octubre de 2011
Administración Apostólica Personal de San Juan María Vianney
lunes, 24 de octubre de 2011
San Rafael, arcángel.
Patrono de los médicos; farmacéuticos; enfermeros; personas ciegas y con problemas visuales; personas con problemas mentales; enfermos; jóvenes; amor; parejas; viajeros; pastores. Protector contra las enfermedades, en especial de la vista; problemas mentales; pesadillas.
Porque yo soy el Ángel Rafael,
uno de los siete que asistimos ante el Señor.
(Tobías 7, 15)
San Rafael es uno de los siete espíritus que están siempre delante de Dios, y le ofrecen el incienso de su oración y de la de los hombres.“Cuando tú orabas –dijo San Rafael a Tobías– con lágrimas, y enterrabas los muertos, y te levantabas de la mesa a media comida, y escondías de día los muertos en tu casa, y los enterrabas de noche, yo presentaba tu oración al Señor. Y por lo mismo que eras acepto a Dios, fue preciso que la tentación te probase”.
Tobías quedóse ciego; pero “la pérdida de la vista –dice San Agustín–, fue ocasión de que el venerable anciano recibiese la visita de un médico celestial”. San Rafael, cuyo nombre significa “Medicina de Dios”, fue enviado por Dios, como el ángel agitador del agua de la piscina probática, para curar a Tobías. Indicó al joven Tobías el remedio a propósito para devolver la vista a su padre, le buscó una esposa y ahuyentó al demonio.
“Alabemos con muestras de veneración a todos los príncipes de la corte celestial, y en especial al Arcángel Rafael, médico y compañero fiel, vencedor del demonio. ¡Oh, Cristo, Rey bondadosísimo! Haz que, con tal guarda, el enemigo no nos cause daño alguno”.
“Que el Arcángel Rafael, médico de nuestra salvación, nos asista desde el cielo, a fin de que sane nuestras dolencias, y guíe nuestros pasos vacilantes a la verdadera vida”.
ORACIÓN A SAN RAFAEL ARCÁNGEL Gloriosísimo príncipe San Rafael, antorcha dulcísima de los palacios eternos, caudillo de los ejércitos del Todopoderoso, emisario de la Divinidad, órgano de sus providencias, ejecutor de sus ordenes, secretario de sus arcanos, recurso universal de todos los hijos de Adán, amigo de tus devotos, compañero de los caminantes, maestro de la virtud, protector de la castidad, socorro de los afligidos, médico de los enfermos, auxilio de los perseguidos, azote de los demonios, tesoro riquísimo de los caudales de Dios. Tú eres Ángel Santo, uno de aquellos siete nobilísimos espíritus que rodean al Trono del Altísimo. Confiados en el grande amor que has manifestado a los hombres, te suplicamos humildes nos defiendas de las asechanzas y tentaciones del demonio en todos los pasos y estaciones de nuestra vida, que alejes de nosotros los peligros del alma y del cuerpo poniendo freno a nuestras pasiones delincuentes y a los enemigos que nos tiranizan, que derribes en todas partes, y principalmente en el mundo católico, el cruel monstruo de las herejías y la incredulidad que intenta devorarnos. Te pedimos también, con todo el fervor de nuestro espíritu, hagas se dilate y extienda más el Santo Evangelio, con la práctica de la moral. Que asistas al Romano Pontífice y a los demás pastores, y concedas unidad en la verdad a las autoridades y magistrados cristianos. Por último te suplicamos nos alcances del Trono de Dios, a Quien tan inmediato asistes, el inestimable don de la gracia, para que por medio de ella seamos un día vuestros perpetuos compañeros en la gloria. Amén. |
ORACIÓN
Oh Dios, que diste a tu siervo Tobías al santo Arcángel Rafael por compañero en el camino, concede a tus siervos que seamos siempre protegidos por el cuidado del mismo, y esforzados con su auxilio. Por J. C. N. S.
domingo, 23 de octubre de 2011
XIX Domingo después de Pentecostés.
sábado, 22 de octubre de 2011
INITIUM S. EVANGELII secumdum Joannem.
viernes, 21 de octubre de 2011
Participación en la Misa.

jueves, 20 de octubre de 2011
SAN JUAN DE KENTI.
SAN JUAN DE KENTI,
Confesor
n. 23 de junio de 1390 en Kenti, Polonia;
† 24 de diciembre de 1473 en Cracovia, Polonia
Mis amados, os conjuro a que os abstengáis
como extranjeros y peregrinos,
de los deseos carnales que combaten contra el alma.
(1 Pedro 2, 11)
Llevaba este santo la caridad hasta el extremo de despojarse de sus propias vestiduras para cubrir a los indigentes. Viajó cuatro veces a Roma para visitar las tumbas de los santos Apóstoles y dar testimonio de su adhesión a la Santa Sede. En una de estas peregrinaciones, topó con unos ladrones que, después de haberle tomado su dinero, le preguntaron si no tenía nada más. Respondió él que no; pero, recordando enseguida que tenía algunas monedas de oro cosidas en su manto, llamó a los malhechores y se las entregó. Impresionados éstos por su candor y su generosidad, le devolvieron lo que le habían tomado. Habitualmente llevaba cilicio, dormía y comía lo menos posible. Murió a la edad de 77 años, en 1473. Su memoria es objeto de gran veneración en Polonia y Lituania.
MEDITACIÓN I. El cielo es nuestra patria, la tierra es el lugar de nuestra peregrinación o, más bien, de nuestro exilio. No hacemos más que pasar por este mundo, como un viajero pasa por la hostería; después de nuestra muerte ya no se piensa en nosotros. ¿Por qué, pues, amamos tanto este destierro? ¿Por qué tenemos tan poco amor por nuestra patria? Piensa a menudo en el cielo en donde Dios, que es tu Padre, te espera. Todos los días prepárate para la muerte en la cual desemboca el camino de esta vida. II. Un viajero no se recarga de cosas inútiles, no edifica casa en los lugares por donde pasa, no se afana por aparecer con magnificencia en ellos. Estas riquezas, estos honores, te estorban y retrasan tu marcha. ¿Por qué tomar como estables los bienes de la tierra? En el cielo es donde debes edificar una morada y acumular tesoros, porque allí es donde debes habitar eternamente. El hombre es tanto más feliz en esta vida, cuanto más sabe aligerarse mediante la pobreza y no suspira tras el peso de las riquezas (Minucio Félix). III. Los lugares más agradables no retienen al viajero: atráele su patria con tantos encantos que todo el resto le fastidia. ¿Por qué te detienes tú en los placeres de esta vida? Piensa en los del cielo. Si Dios te envía aflicciones, es para que el mundo no te seduzca con sus atractivos.Sírvete del mundo, pero no te dejes encadenar por él. La vida es una hostería; no has entrado en ella sino para salir (San Agustín). |
El desapego a las riquezas.
Orad por los peregrinos.
ORACIÓN
Haced, os lo suplicamos Señor, que avanzando a ejemplo de San Juan, en la ciencia de los santos, y dando testimonio como él de una gran misericordia para con el prójimo, obtengamos, por sus méritos, hallar gracia ante Vos.
Por J. C. N. S.
miércoles, 19 de octubre de 2011
El Sagrario.

La presencia permanente de Jesús en nuestras Iglesias tiene como lugar central el Sagrario, llamado también Tabernáculo; y cuando decimos central pensamos en él como el axis mundi, es decir, el lugar hacia el cual centramos nuestras miradas cada vez que entramos a visitarlo y, más aún cuando participamos en la celebración de la Sancta Missa.
Hacia el Sagrario miran tanto el celebrante como los fieles, ad orientem, hacia el Sol sin ocaso, Luz Verdadera que ilumina al mundo con rayos fulgurantes porque es el Verbo de Dios, de quien obtenemos todas las gracias.
En el Sagrario se reserva el Santísimo Sacramento del Altar para la adoración de los fieles; de allí la importancia que tiene como lugar central, y no relegado en un rincón como ocurre en tantas iglesias construidas por arquitectos imbuidos por una mentalidad modernizante, y menos que ocupe esa centralidad la silla del celebrante transformándola en una clericolatría, como lo ha recordado Monseñor Nicola Bux.
En nuestras Iglesias el Sagrario donde esta el Santísimo Sacramento debe estar encendida una lámpara que nos indica que allí está el Señor.
Adoro te, devote, latens déitas
quae sub his figuris vere látitas.
Tibi se cor deum tutum súbiicit,
quia te contémplans totum déficit.
martes, 18 de octubre de 2011
Reflexión del Domingo XVIII después de Pentecostés.
lunes, 17 de octubre de 2011
SANTA MARGARITA MARÍA ALACOQUE, Virgen
n. 22 de julio de 1647 en Lautecourt (Borgoña), Francia;
† 17 de octubre de 1690
Patrona de los devotos del Sagrado Corazón de Jesús; enfermos de polio; quienes han sufrido la pérdida de sus padres.
Protectora contra la polio.
Vosotros lloraréis y gemiréis, y el mundo se regocijará;
os contristaréis, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.
(Juan 16, 20)
Santa Margarita María Alacoque, rehusando un ofrecimiento de matrimonio, entró a la edad de 24 años en el convento de las Visitandinas de Paray-le-Monial, donde dio los más hermosos ejemplos de paciencia y humildad. Recibió, el 27 de diciembre de 1673, la primera de sus grandes visiones del Sagrado Corazón, que terminaron en 1675. Su vida, en adelante, estuvo consagrada al establecimiento de esta devoción y, en particular, al de la fiesta del Sagrado Corazón. Murió en 1690.
MEDITACIÓN I. Contempla a Jesús clavado en la cruz; mira cuánto sufre en todo su cuerpo. Su sagrada cabeza está coronada de espinas, su rostro magullado, sus manos y sus pies taladrados; todo su cuerpo, en fin, está cubierto de llagas y es presa de los dolores más crueles. ¡He ahí el estado en que se encuentra Jesús, mi Cabeza, mi Rey y mi modelo! Es menester que me asemeje a Él; en esto consiste mi perfección y mi dicha. ¡Ay! vivo en medio de placeres mientras Jesús es colmado de oprobios y sufrimientos. No conviene que los miembros sean afeminados cuando la cabeza está coronada de espinas (San Bernardo). II. El Corazón de Jesús estaba sumergido en amargura y dolores tanto como su cuerpo. Él preveía que sus sufrimientos serían inútiles para la mayor parte de los hombres. Tenía piedad del enceguecimiento de los judíos. Estaba afligido más de lo que se puede imaginar, por la tristeza, los suspiros y las lágrimas de su Madre, al pie de la cruz con el discípulo amado. ¡Oh espectáculo doloroso! ¿Puedo yo contemplar a Jesús y a María en este estado sin derramar lágrimas, sin compadecer los dolores del Hijo y la aflicción de la Madre? III. Para librarme del infierno, Jesús soportó esta muerte tan ignominiosa y tan cruel. Estaba yo perdido sin remedio si no hubiera muerto Él por mí. ¡Nada había hecho para merecer este favor; y aun ahora ni siquiera pienso en él! No sólo no doy mi sangre por este Dios que murió por mí, sino que le rehúso una lágrima, un suspiro; ¡añado nuevos pecados a mis faltas antiguas! Reconoce cuán grave es la herida del pecado, puesto que fueron menester, para curarlo, las heridas de Jesucristo (San Bernardo). |
Meditación sobre la pasión.
Orad por la conversión de los cismáticos.
ORACIÓN
Señor Jesucristo, que habéis revelado de admirable modo a la bienaventurada Virgen Margarita las inagotables riquezas de vuestro Corazón, concedednos por sus méritos que como ella os amemos en todas las cosas y por sobre todo, y que siempre tengamos nuestra morada en vuestro corazón. Vos que vivís y reináis por los siglos de los siglos.
domingo, 16 de octubre de 2011
sábado, 15 de octubre de 2011
Video de la Misa Solemne.
viernes, 14 de octubre de 2011
Las Cruces de la Santa Misa.

Desde el Evangelio al Ofertorio hace otras cinco. Parte izquierda del travesaño.
Del Ofertorio al Sanctus, otras cinco. Parte derecha del travesaño.
Del Sanctus a la Consagración, inclusive, hace diez cruces. Parte inferior de la Cruz.
De la Consagración a la Comunión, hace el Sacerdote veintidós cruces.
De la Comunión hasta el fin, hace cinco. Son las que se señalan en la parte inferior.
Las Misas sin Gloria ni Credo tienen dos cruces menos. Las de Requiem cuatro menos.
Las Misas solemnes tienen en conjunto doce cruces más.
Las cruces de la Misa rezada con Gloria y Credo son cincuenta y dos, como el número de domingos que suele tener el año.
Tengamos viva fe en el Sacrificio de la Cruz, que se renueva de una manera mística, pero real, en el santo Sacrificio de la Misa.
jueves, 13 de octubre de 2011
Un compendio de la Historia Sagrada (XVII).
Lección XVII
De la vocación de los Apóstoles.
Luego que Jesús fue bautizado, el Espíritu Santo le llevó al desierto, en donde ayunó cuarenta días y permitió ser tentado por el diablo de diversos modos. Volvió a Galilea, y vivió cerca del lago Genezaret. Allí llamó a cuatro pescadores para que le siguiesen; a Andrés y Simón, su hermano, y a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo. Después llamó a otros, y particularmente a un publicano o recaudador de los tributos, llamado Mateo. Estos lo dejaron todo para seguirle al punto que los llamó; Jesús tuvo bien pronto gran número de discípulos, esto es, hombres dedicados a oírle y a instruirse cuidadosamente en su doctrina. De ellos escogió doce, que llamó Apóstoles, esto es, enviados, porque los envió a predicar su doctrina. El primero fue Simón Pedro; después Andrés, su hermano; Santiago y Juan, hijos de Zebedeo; Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo; su hermano Judas o Tadeo, Simón el Cananeo, y Judas Iscariote, que vendió a Jesús. Dio a Simón el sobrenombre de Pedro, diciéndole: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y te daré las llaves del reino de los cielos”.
P. ¿A dónde fue Jesús después de su bautismo?
R. Al desierto.
P. ¿Qué hizo allí?
R. Ayunó cuarenta días.
P. ¿Y qué permitió?
R. Ser tentado por el demonio.
P. ¿Y cómo llamó a sus discípulos?
R. Díjoles que le siguiesen, y al punto lo dejaron todo.
P. ¿Qué quiere decir discípulos?
R. Personas que escuchan a un maestro y se aplican a aprender su doctrina.
P. ¿Qué quiere decir Apóstoles?
R. Enviados.
P. ¿Cuántos escogió Jesús?
R. Doce.
P. Decid sus nombres.
R. San Pedro y San Andrés, su hermano; Santiago y San Juan, hijos de Zebedeo; San Felipe. San Bartolomé y San Mateo, Santo Tomás, Santiago y San Judas, hijo de Alfeo; San Simón y Judas Iscariote, el traidor.
P. ¿Por qué se nombra a San Pedro el primero de los Apóstoles?
R. Porque Jesús le dijo que sería la piedra fundamental de su Iglesia.
P. ¿Qué más le dijo?
R. Que le daría las llaves del reino de los cielos.
miércoles, 12 de octubre de 2011
Un compendio de la Historia Sagrada (XVI).
Lección XVI
De San Juan Bautista.
Treinta años después del nacimiento de Jesús apareció un gran Profeta, que era Juan, hijo de Zacarías, sacerdote, y de Isabel, prima de la Virgen María. Este vivía en el desierto, aun con mayor austeridad que los antiguos Profetas, y exhortaba a todos a que hiciesen penitencia, porque decía que el reino de los cielos se acercaba. Bautizaba en el Jordán a los que se aprovechaban de su predicación, esto es, les hacía bañar y lavarse para la remisión de sus pecados, así como los judíos estaban acostumbrados a lavarse para purificarse según la ley, de donde le vino el nombre de Bautista. Los judíos querían reconocerle por el Mesías, pero él les declaró que no lo era, sino su precursor, esto es, un hombre enviado delante de El para prepararle el camino, según las antiguas profecías. Jesús vino como los demás para hacerse bautizar por San Juan, y de este modo santificó las aguas, dándoles la virtud de borrar los pecados en el sacramento del Bautismo. San Juan afirmó que había visto al Espíritu Santo bajar en figura de paloma, y dijo: “He aquí el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. La ley ha sido dada por Moisés; la gracia y la verdad han venido por Jesucristo”.
P. ¿De quién era hijo San Juan Bautista?
R. De San Zacarías y de Santa Isabel, prima de la Virgen Santísima.
P. ¿En dónde pasó su vida?
R. En el desierto, haciendo una vida austerísima.
P. Los Profetas, ¿habían hablado de él anteriormente?
R. Le habían señalado como precursor del Mesías.
P. ¿Qué quiere decir precursor?
R. El que va delante de otro.
P. ¿Qué predicaba San Juan?
R. Exhortaba a hacer penitencia?
P. ¿Qué hacía con los que se convertían?
R. Los bautizaba.
P. ¿Cómo los bautizaba?
R. Haciéndoles bañar en el Jordán.
P. ¿Y bautizó también a Jesucristo?
R. Sí, porque Jesucristo quiso ser bautizado para santificar el agua del bautismo.
P. ¿Qué sucedió en su bautismo?
R. Que el Espíritu Santo descendió sobre El visiblemente en figura de paloma.
P. ¿Qué testimonio dio San Juan de Jesucristo?
R. Que era el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
martes, 11 de octubre de 2011
Un compendio de la Historia Sagrada (XV).
Lección XV
Del nacimiento de Jesucristo.
Reinando Herodes en Judea, y siendo Cesar Augusto emperador de Roma, había en Nazareth, pequeña ciudad de Galilea, en la Tierra Santa, una doncella virtuosísima, llamada María, la cual había resuelto mantenerse virgen, aunque había sido desposada con un hombre justo de su misma familia, llamado José; es decir, de la tribu de Judá y de la Casa de David. El ángel San Gabriel fue enviado por Dios a María para anunciarle que sería Madre de Cristo; en lo que ella consintió luego que le aseguró el ángel que permanecería virgen, y que sería Madre por obra del Espíritu Santo. Entonces el Hijo de Dios, el Verbo, que estaba en Dios desde la eternidad, y que era Dios como su padre, se hizo carne, esto es, se hizo hombre como nosotros, tomando verdaderamente un cuerpo y un alma en las entrañas de la Virgen Santísima. José y María se vieron obligados a ir a Belén, ciudad de la Judea, y a hospedarse en un establo, y en él nació este santo Niño, que fue circuncidado a los ocho días, y llamado JESÚS, que quiere decir SALVADOR. Algún tiempo después, los Magos, esto es, unos hombres doctos, vinieron de Oriente a adorarle, y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Como decían que venían a adorar al rey de los judíos, Herodes se alarmó y mandó matar a todos los niños de las cercanías de Belén. Pero San José llevó a Jesús a Egipto con su madre, y allí vivieron hasta la muerte de Herodes; y después volvieron a Nazareth, en donde vivió Jesús desconocido hasta la edad de treinta años, poco más o menos, sujeto a su Madre y a San José, que era reputado por su padre, y trabajando con él en su oficio de carpintero.
P. Quién fue la Madre de Nuestro Señor Jesucristo?
R. La Santísima Virgen María.
P. ¿De qué tribu era?
R. De la de Judá.
P. ¿De qué familia?
R. De la de David.
P. ¿Quién fue su marido?
R. El ángel San Gabriel que Dios le envió para este fin.
P. ¿Cómo consintió en ello?
R. Después que el ángel le aseguró que permanecería virgen.
P. Y entonces, ¿qué sucedió en ella?
R. Que el Verbo se hizo carne.
P. ¿A quién llamáis Verbo?
R. Al Hijo de Dios.
P. ¿Qué significa hacerse carne?
R. Hacerse hombre como nosotros.
P. ¿En dónde nació Nuestro Señor?
R. En Belén, en un establo.
P. ¿Qué significa el nombre de Jesús?
R. Significa Salvador.
P. ¿Quiénes fueron los primeros gentiles que le adoraron?
R. Los Magos que vinieron de Oriente.
P. ¿Qué hizo Herodes entonces?
R. Mandó matar a todos los niños de las cercanías de Belén.
P. ¿Cómo se salvó Jesús?
R. Llevándosele San José a Egipto.
P. ¿De qué modo pasó la mayor parte de su vida?
R. Viviendo sujeto a la Virgen su Madre y a San José.
P. San José, ¿era su padre?
R. No, pero era reputado como tal.
P. ¿Qué oficio tenía?
R. El de carpintero.
lunes, 10 de octubre de 2011
Actualización de la Galería de Fotos.
domingo, 9 de octubre de 2011
sábado, 8 de octubre de 2011
Un compendio de la Historia Sagrada (XVI).
Lección XIV.
De los judíos espirituales y de los judíos carnales.
Herodes, uno de los hombres más malos que hubo jamás, usurpó el reino de Judea, con el favor de los emperadores romanos. En su tiempo, los judíos veían muy bien que el Mesías estaba para venir, según todas las profecías; pero había judíos espirituales y judíos carnales. Los judíos carnales no tenían más objeto que las cosas sensibles, y no servían a Dios sino para alcanzar los bienes de la tierra, abundancia de trigo y de vino, grandes rebaños y tesoros de oro y plata, para vivir regaladamente con sus mujeres e hijos. No acataban a Dios sino por medio de la pobreza, de las enfermedades y de la muerte. Los judíos espirituales y los verdaderos israelitas servían a Dios por afecto, le honraban y amaban por su poder y bondad infinita. Mirábanse como peregrinos sobre la tierra, y esperaban otra vida después de esta. Unos y oros aguardaban el reino del Mesías, aunque de diferente modo. Los judíos carnales tomaban al pie de la letra todo lo que los Profetas habían dicho figuradamente; y así pensaban que había de reinar sobre la tierra, que sería un guerrero más grande que David y más rico que Salomón, y los judíos en su reinado vivirían en la gloria y las delicias, mandando a todas las demás naciones. Los judíos espirituales estaban persuadidos de que había bienes mayores que esperar que los que se pueden gozar en la tierra; por lo cual no esperaban ser dichosos sino después de la resurrección, y esperaban del Mesías principalmente el auxilio que necesitamos para conocer y amar a Dios.
P. ¿Quién fue el rey de los judíos en tiempo de los emperadores romanos?
R. Herodes.
P. ¿Cuándo se cumplió el tiempo de la venida de Cristo?
R. En el reinado de Herodes.
P. ¿Quiénes eran los judíos carnales?
R. Los que sólo servían a Dios por interés.
P. ¿Cómo se figuraban estos el reinado de Cristo?
R. Creían que reinaría sobre la tierra, que sujetaría a los judíos todas las demás naciones, y que vivirían llenos de riquezas, honores y placeres.
P. ¿Quiénes eran los judíos espirituales?
R. Los que servían a Dios por amor.
P. ¿En qué colocaban su esperanza?
R. En la otra vida, después de la resurrección.
P. ¿Qué esperaban del Mesías?
R. El auxilio necesario para conocer y amar a Dios.