lunes, 15 de abril de 2013

Santa Luisa de Marillac.


Viuda
n. 15 de agosto de 1591 en Meux, Francia;
† 15 de marzo de 1660 en París, Francia
Patrona de asistentes sociales; personas rechazadas por órdenes religiosas; personas con niños problemáticos; enfermos; viudas.
Su fiesta se celebra el 15 de marzo.
SANTA LUISA DE MARILLAC, Viuda
Es necesario que este cuerpo corruptible
sea revestido de incorruptibilidad,
y que este cuerpo mortal sea revestido de inmortalidad.
(1 Corintios 15, 53)
Santa Luisa de Marillac nació en 1591. Se casó con Antonio Le Gras y vivió dichosa con él hasta 1625, año en que quedó viuda. Fue entonces el brazo derecho de San Vicente de Paul en el establecimiento de las Hijas de la Caridad, que fundó con él. Era una mujer de gran inteligencia, de ánimo templadísimo y de admirable resistencia, a pesar de su delicada salud. Murió en el año 1660.
MEDITACIÓNSOBRE LA RESURRECCIÓN
DE LOS MUERTOS
I. Todos resucitaremos: es una verdad muy consoladora para las almas santas. Sí, este cuerpo ahora en el oprobio, en el dolor y la pobreza, este cuerpo será un día glorioso, inmortal, sutil, impasible y semejante a los espíritus. ¡Con qué júbilo las almas de los santos volverán a los cuerpos que fueron sus compañeros de trabajo e instrumentos de su victoria! Ánimo, cuerpo mío; resucitaremos y tu gloria será proporcional a los sufrimientos que hayas soportado por Jesucristo. Yo veré a Dios, mi Salvador, en mi carne (Job).
II. Los malos resucitarán, pero, ¡ay! ¡qué horror sentirán al retomar sus cuerpos que han sido la causa de su condenación! ¿Nada menos que tú, dirán esos míseros, nada menos que tú, que eres podredumbre, has perdido a un alma inmortal? ¡Qué! ¡por estos ojos, estas manos, este corazón, esta boca, esta lengua, este cuerpo, he perdido mi alma! Piénsalo a menudo: “Un día, me encontraré con este mismo cuerpo en el valle de Josafat; ¿en qué estado será?”
III. Los bienaventurados irán, en cuerpo y alma, al cielo después de la resurrección de los muertos, y los condenados descenderán al infierno con sus cuerpos semejantes a tizones ardientes. Está en tus manos hacer glorioso a tu cuerpo o hacerlo maldito para siempre.Amemos los júbilos que deben durar eternamente; temamos los tormentos eternos reservados para los que se condenan (San Gregorio).
La esperanza.
Orad por los afligidos.
ORACIÓN
Escuchadnos, Señor, Dios Salvador nuestro, y haced que, así como nos alegramos con la fiesta de Santa Luisa, así también obtengamos provecho alcanzando sentimientos de piedad y devoción. Por J. C. N. S.
Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo II; Patron Saints Index.

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