-El "gran domingo". Así llaman algunos Padres orientales a este período de cincuenta días. Y es que todos los atributos que hacen del domingo un día de fiesta confluyen en la cincuentena. En este sentido hay que subrayar el carácter unitario de estas siete semanas, evitando fragmentaciones arbitrarias. Tampoco debiera cargarse el acento en algunas fiestas, privilegiándolas de manera que aparezcan como solemnidades autónomas (Ascensión, Pentecostés).
-Anticipación del Reino de los Cielos. Es otra de las características de la cincuentena. El cristiano que celebra la Pascua ha pasado con Cristo de este mundo al Padre. Si la cuarentena (cuaresma) es imagen de la vida temporal, la cincuentena es símbolo de la vida futura, de la vida eterna.
Durante esos días la comunidad cristiana anticipa místicamente su experiencia de comunión gozosa con el Padre en los cielos junto con Cristo.
JOSÉ MANUEL BERNAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario