lunes, 19 de septiembre de 2011

Un compendio de la Historia Sagrada (II).

Del pecado del primer hombre.

Lección Segunda

Algunos ángeles se rebelaron contra Dios, por lo cual los arrojó al infierno, o sea al fuego eterno. Estos son los demonios, o los ángeles del diablo, que se emplean en tentar a los hombres y hacer que se rebelen contra Dios. Uno de esos espíritus malignos se valió de la serpiente, y persuadió a la mujer a que comiese de la fruta del árbol que Dios le había prohibido. Esta la comió y dio a comer de ella a su marido, por lo cual maldijo Dios a la serpiente, y declaró que de la mujer había de nacer el que le quebrantaría la cabeza; es decir, el Redentor del mundo, que había de venir a destruir el poder del demonio. Echó del Paraíso a Adán y a Eva, los cuales se hallaron en un estado miserabilísimo; perdieron la gracia de Dios; quedaron esclavos del diablo y sujetos a la muerte y a todas las incomodidades del cuerpo, además de estarlo también a la ignorancia y a la concupiscencia. La concupiscencia es el amor de nosotros mismos, que nos aparta de amar a Dios, nuestro Criador; y así de ella dimanan todos los pecados que conducen a la muerte eterna. Como Adán y Eva no tuvieron hijos hasta después de haber pecado, nacieron estos sujetos a las mismas miserias que sus padre, y las transmitieron a sus descendientes; de manera que todos los hombres nacen en pecado, enemigos de Dios y destinados al infierno; este es el mal que llamamos pecado original.

P. ¿Quién es el demonio?

R. Es un ángel rebelde a Dios.

P. ¿A qué le condenó Dios?

R. Al fuego eterno.

P. ¿En qué se emplea?

R. En tentar a los hombres y hacerles ofender a Dios.

P. ¿Cómo tentó al primer hombre?

R. Entrando en la serpiente y persuadiendo a la mujer a que comiese de la fruta prohibida.

P. ¿Qué hizo ella después?

R. Dio a comer de la misma fruta a su marido.

P. ¿Y Dios que hizo?

R. Maldijo la serpiente.

P. ¿De qué modo castigó Dios a Adán y a Eva?

R. Los echó del Paraíso terrenal.

P. ¿Qué les prometió?

R. Que la mujer quebrantaría la cabeza de la serpiente.

P. Esto, ¿qué quiere decir?

R. Que el Redentor de los hombres nacería de una mujer para arruinar el poder del demonio.

P. ¿En qué estado se halló el hombre después de su pecado?

R. En el más miserable, así en el alma como en el cuerpo.

P. ¿Qué males sobrevinieron en el cuerpo?

R. Todo género de incomodidades, las enfermedades y la muerte.

P. ¿Y en el alma?

R. La ignorancia y la concupiscencia.

P. ¿Qué cosa es la concupiscencia?

R. La propensión que tenemos a no amar sino a nosotros mismos.

P. ¿Qué produce la concupiscencia?

R. El pecado.

P. ¿Qué proviene del pecado?

R. La muerte eterna.

P. ¿En qué tiempo tuvieron hijos Adán y Eva?

R. Después de su pecado.

P. Su pecado, ¿pasó a sus hijos?

R. Sí, y también a los hijos de sus hijos.

P. ¿Dura todavía ese mal?

R. Sí; todos los hombres nacen con aquel pecado.

P. ¿Cómo se llama este pecado?

R. El pecado original.

(Catecismo Histórico del Abate Fleury, 1897).

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