miércoles, 31 de julio de 2013

San Ignacio de Loyola.

Confesor
n. 1491 en Loyola, España;
† 31 de julio de 1556 en Roma, Italia
Patrono de los jesuitas y de la Compañía de Jesús;
retiros espirituales; soldados.
SAN IGNACIO DE LOYOLA, Confesor
Haced todo a gloria de Dios.
(1 Cor. 10, 31)
La lectura de la vida de los santos inspiró a San Ignacio el amor a la santidad. Renunció a la gloria de las armas para alistarse bajo el estandarte de Cristo, y para trabajar por la gloria de Dios y la salvación de las almas. Se retiró a la gruta de Manresa, en la que llevó una vida muy austera. Fue allí donde compuso su admirable libro de los Ejercicios espirituales. Comenzó a estudiar la lengua latina a la edad de 33 años, y durante su permanencia en la Universidad de París, atrajo a varios compañeros con los que echó las bases de la Compañía de Jesús. Murió en el año 1556.
MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE SAN IGNACIO
I. San Ignacio, en la soledad de Manresa, había trazado el plano del edificio espiritual que debía edificar durante toda su vida. Su libro de los Ejercicios espirituales es un resumen de lo que debe hacerse y de lo que él mismo hizo para llegar a la perfección. Comenzó por llorar sus pecados y expiarlos mediante ruda penitencia. Es el primer paso: lavar nuestros pecados con lágrimas. Así procedieron todos los santos; ¿los imitamos nosotros? Aunque no hubiésemos cometido sino un solo pecado mortal, sería suficiente para llorar hasta la muerte.
II. El segundo paso hacia la perfección, dice San Ignacio, es la imitación de Jesús que obra y sufre para la gloria de Dios y la salvación de los hombres. San Ignacio ha seguido paso a paso a este Modelo de los predestinados: después de su conversión llevó primero una vida escondida como Él; después se consagró por entero a la salvación del prójimo, sufriendo a causa de esto injurias, calumnias y prisión. ¿Cómo imitamos nosotros la vida oculta de Jesús, sus trabajos y sus sufrimientos? Sigamos la divisa de San Ignacio: Todo para la mayor gloria de Dios.
III. El tercer paso hacia la perfección, que tan alto elevó la santidad de San Ignacio, es la unión perfecta con Dios. Para llegar a ella, hay que desasirse del temor de todo lo que no sea Dios y darse enteramente a Él. Tenemos amor para las cosas de este mundo y no lo tenemos para Dios.¡Todo amamos, todo buscamos, sólo Dios nada vale ante nuestros ojos! (Salviano).
El celo por la gloria de Dios.
Orad por las órdenes religiosas.
ORACIÓN
Oh Dios, que, para la mayor gloria de vuestro Nombre, habéis dado por el bienaventurado Ignacio un nuevo socorro a vuestra Iglesia militante, haced, que después de haber combatido en la tierra, siguiendo su ejemplo y bajo su protección, merezcamos ser coronados con él en el cielo.
Por J. C. N. S.
Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo III; Patron Saints Index.

martes, 30 de julio de 2013

Martirologio Romano (1961).

SANTOS ABDÓN Y SENÉN, Mártires
  1. En Roma, los santos Mártires Abdón y Senén, Persas, los cuales, en tiempo de Decio, cargados de cadenas y conducidos a Roma, fueron primero, por confesar a Cristo, azotados con plomadas y luego pasados a cuchillo.
    • Más información:
  2. En Asís de Umbría, san Rufino, Mártir.
  3. En Tuburbo Lucernario de África, el triunfo de las santas Vírgenes y Mártires Máxima, Donatila y Segunda: a las dos primeras, en la persecución de Valeriano y Galieno, hicieron beber hiel y vinagre, azotaron hasta llagarles todo el cuerpo, estiraron en el potro, quemaron en parrillas y frotaron con cal sus llagas; después, echadas con Segunda, Virgen de doce años, a las fieras, y no recibiendo daño, fueron las tres degolladas.
  4. En Cesarea de Capadocia, santa Julita, Mártir, la cual, reclamando en juicio los bienes que le había usurpado un hombre poderoso, y alegando éste que, como Cristiana, no debía ser oída, mandó el Juez que ofreciese incienso a los ídolos para poder oírla; y rehusándolo ella constantemente, arrojada en el fuego, entregó su espíritu a Dios, sin que su cuerpo recibiese daño de las llamas. San Basilio el Magno celebró sus alabanzas en un excelente panegírico.
  5. En Auxerre, san Urso, Obispo y Confesor.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

lunes, 29 de julio de 2013

Santa Marta.

Virgen
† hacia el año 80
Patrona de las amas de casa; mayordomos; empleados domésticos; mucamas; criados; sirvientes; cocineros; dietistas; hosteleros; lavanderas; mujeres solteras; viajeros.
SANTA MARTA, Virgen
Marta, Marta, te afanas y turbas por muchas cosas;
sin embargo una sola es necesaria.
(Lucas 10, 41-42)
Santa Marta, hermana de María Magdalena, tuvo la dicha de recibir a menudo en su casa a Jesucristo. Después de la Ascensión, los judíos la dejaron, con su hermano Lázaro y Santa Magdalena, en una barca sin remos ni timón en el mar; pero Dios les hizo de piloto y los hizo arribar a Provenza. Santa Marta construyó un convento en el que varias jóvenes, movidas por su ejemplo, consagraron a Dios su virginidad.
MEDITACIÓN
SOBRE LA ÚNICA
COSA NECESARIA
I. Trabajas sin descanso en hacerte rico y sabio; sin embargo, no es éste el negocio importante; puedes ganar el cielo sin ser rico, sabio o estimado de los hombres. Deja esas ocupaciones, si ellas te impiden trabajar en tu salvación; da de mano las cosas del mundo para dedicarte a la sola cosa verdaderamente necesaria. Ojalá pudieses decir como Tertuliano: Me separé de la muchedumbre, no me ocupo ya sino de una sola cosa, no tengo ya sino un solo cuidado: ¡desembarazarme de todo cuidado!
II. La salvación es absolutamente necesaria para el bien de tu alma como para el de tu cuerpo. Hay que asegurar esta alma que es inmortal; hay que mortificar el cuerpo durante esta vida, para hacerle feliz durante la eternidad. Estos bienes, estos honores, estos placeres, que tú buscas con tanta avidez pasarán velozmente; pero lo que hayas hecho para tu salvación durará eternamente. Examina seriamente tu conciencia a este respecto y encontrarás motivo para humillarte y confundirte.
III. Habrás perdido todo si no trabajas seriamente en el negocio de tu salvación durante tu vida; después de la muerte ya no hay manera. No tendrás sino una vida, un cuerpo y un alma; el hombre muere solamente una vez, y para el lado en que cae el árbol, allí queda eternamente. ¿Cómo has trabajado hasta ahora en tu salvación? ¡Ah! ¡te has ocupado de bagatelas y has descuidado el único negocio de importancia! No hacemos caso de las cosas necesarias, no pensamos sino en cosas vanas y superfluas (San Juan Crisóstomo).
La caridad.
Orad por el clero.
ORACIÓN
Escuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, a fin de que la fiesta de Santa Marta, vuestra virgen, al mismo tiempo que regocija nuestra alma la enriquezca con una tierna devoción.
Por J. C. N. S.
Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo III; Patron Saints Index.

sábado, 27 de julio de 2013

Martirologio Romano (1961).

SAN PANTALEÓN, Mártir
  1. En Nicomedia, el suplicio de san Pantaleón, médico; el cual, por la fe de Cristo, fue preso de orden del Emperador Maximiano, atormentado en el ecúleo y abrasado con hachas encendidas; pero apareciósele el Señor y le confortó entre los tormentos; por último, atravesado con la espada, consumó el martirio.
    • Más información:
  2. En Bisceglie de la Pulla, los santos Mártires Mauro, Obispo,Pantaleemón y Sergio, que padecieron en tiempo de Trajano.
  3. En Nicomedia, san Ermolao, Presbítero, por cuya doctrina se convirtió a la fe san Pantaleón; también los santos Ermipo y Ermócrates, hermanos, los cuales, al cabo de muchos padecimientos, fueron, en odio a Cristo, condenados a la pena capital por el Emperador Maximiano.
  4. En Córdoba de España, los santos Mártires Jorge, Diácono,Aurelio y su mujer Natalia, Félix y su mujer Liliosa, en la persecución arábiga.
  5. En Nola de Campania, los santos Mártires Félix, Julia y Jucunda.
  6. En los Homeritas de Arabia, la conmemoración de los santos Mártires que, por sentencia del tirano Dunaán, en odio a la fe de Cristo, fueron quemados vivos.
  7. En Éfeso, el nacimiento para el cielo de los siete santos Durmientes, a saber: Maximiano, Maleo, Martiniano, Dionisio, Juan, Serápión y Constantino.
  8. En Roma, san Celestino I, Papa, que condenó a Nestorio, Obispo de Constantinopla, y arrojó a Pelagio; también por su autoridad se celebró el santo Concilio universal de Éfeso contra el mismo Nestorio.
  9. En Auxerre, la dichosa muerte de san Eterio, Obispo y Confesor.
  10. En Constantinopla, santa Antusa, Virgen, la cual, en tiempo de Constantino Coprónimo, por el culto de las sagradas Imágenes, azotada y condenada al destierro, descansó en el Señor.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

viernes, 26 de julio de 2013

Santa Ana.

Madre de la Santísima Virgen María
Patrona de abuelos; madres; amas de casa; mujeres embarazadas; matrimonios sin hijos; costureros; carpinteros; jinetes; mineros; torneros. Protectora contra la pobreza y la esterilidad.
SANTA ANA, Madre de la Santísima Virgen María
Por el fruto se conoce el árbol.
(Mateo 12, 33)
Santa Ana, después de veinte años de infecundidad, obtuvo del Cielo, por sus lágrimas, sus ayunos y oraciones, el favor de ser madre. Educó a la Virgen María como a hija que le había concedido el Cielo para algún gran destino. Cuando la niña cumplió tres años, Ana la condujo al Templo y la ofreció al Señor. Poco tiempo después murió con la muerte de los justos, tan preciosa siempre ante los ojos de Dios..
MEDITACIÓN
SOBRE TRES CONDICIONES
REQUERIDAS PARA QUE
NUESTRAS ORACIONES
SEAN EFICACES
I. Sólo después de veinte años de súplicas y de mortificaciones, Santa Ana fue escuchada. No te desanimes si Dios no te concede de inmediato lo que le pides: persevera en la oración; obtendrás lo que pidas, siempre que pidas cosas buenas y que lo pidas con humildad y confianza. Aplazas el escuchar, oh Dios mío, a fin de enseñarnos a pedir; finges no oír, a fin de que perseveremos (San Anselmo).
II. Un ángel vino a anunciar a Santa Ana que su oración había sido acogida, y ella creyó sin titubear. Nuestro Señor mismo ha dicho que todo lo que pidieres en su nombre, te será concedido; ¡y todavía lo dudas! Dios puede y quiere concederte las gracia que le pides; no carece de poder ni de voluntad para esto, puesto que es omnipotente y más vivamente quiere hacernos don de sus mercedes que lo que nosotros mismos queremos tenerlas. Ruega, pues, pero hazlo con fe viva e inquebrantable; pide por los méritos de Jesucristo. ¿No es verdad, acaso, que te diriges a Dios sólo después de haber agotado todos los medios mundanos?
III. Santa Ana, agradecida por el favor que el cielo le había acordado, ofreció a Dios en el Templo, a la hija que le había dado. ¿Has agradecido tú las gracias que de Él has recibido? ¿Tal vez las has olvidado, acaso has abusado de ellas para ofender a Dios tu bienhechor? No es digno de recibir nuevos beneficios quien no agradece los que ha recibido (San Bernardo).
La mortificación.
Orad por la perseverancia de los buenos.
ORACIÓN
Oh Dios, que os dignasteis conceder a Santa Ana la gracia de dar al mundo a la Madre de Vuestro Unigénito Hijo, haced, por vuestra misericordia, que nos ayude junto a Vos la intercesión de aquélla cuya fiesta celebramos. Por J. C. N. S.
Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo III; Patron Saints Index.

jueves, 25 de julio de 2013

Santiago el Mayor.

Apóstol y Mártir
† hacia el año 44 en Jerusalén
Patrono de quienes sufren artritis y reumatismo; peregrinos; farmacéuticos; herreros; jinetes; caballeros; peleteros; obreros; soldados; veterinarios; Santiago de Chile; Compostela, España.
Protector contra el reumatismo y el artritis.
SANTIAGO EL MAYOR, Apóstol y Mártir
La paz os dejo, mi paz os doy:
no os la doy Yo como la da el mundo.
No se turbe vuestro corazón, ni tema.
(Filipenses 2, 21)
Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo y hermano de San Juan, predicó el Evangelio en Jerusalén inmediatamente después de la ascensión de Jesucristo. Llevó después la antorcha de la fe a España; mas, no correspondiendo el éxito a sus esperanzas, volvió a Jerusalén donde, entre otras personas, convirtió al mago Hermógenes. Irritados los judíos, excitaron contra él a Herodes Agripa, y éste para complacerlos, hizo decapitar al santo Apóstol. Su cuerpo, enterrado en Jerusalén, fue después transportado a España; descansa en la catedral de Santiago de Compostela, en Galicia, y todos los años atrae a un número prodigioso de peregrinos.
MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE
SANTIAGO APÓSTOL
I. Santiago dejó su barca, sus redes, su padre y todo lo que poseía, al primer llamado del Salvador. Jesús te llama a ti desde hace muchos años a una vida más santa, y todavía estás en medio de los estorbos del mundo. Tus inclinaciones, tus riquezas, tus empresas, son otras tantas redes que te impiden ir a Dios. Rompe tus ataduras; esas ocupaciones que te divierten y cautivan son indignas de un corazón hecho para amar a Dios.
II. Este santo Apóstol no vio siempre el éxito responder a sus esperanzas; pero sus decepciones no lo abatían, porque regulaba su conducta según la de Dios. Haz todo lo que esté en tu poder para cumplir dignamente la tarea que Dios te ha confiado. Si el éxito corona tus trabajos, bendice al Señor por ello y a Él refiere toda la gloria que provenga. Si no obtienes lo que esperas, no te quejes, es cosa de Dios proporcionar el éxito que a Él le plazca. Acaso te perdería la vanidad si llevases a buen fin todas tus empresas.
III. Santiago volvió a Jerusalén, su patria; y sus conciudadanos, como recompensa a sus trabajos, le dieron muerte. Prepárate a recibir el mal por el bien que haces a tu prójimo. Los sufrimientos y las aflicciones nunca faltarán a los que buscan a Dios; es una señal infalible de que Dios quiere recompensarlos en el otro mundo. No puede faltar la gloria a los justos que soportan el sufrimiento y las tribulaciones; espérales la corona eterna.
El celo por las almas.
Orad por los peregrinos.
ORACIÓN
Señor, santificad y proteged a vuestro pueblo, a fin de que ayudado por la asistencia de vuestro Apóstol Santiago, os sea agradable por su conducta y os sirva en perfecta tranquilidad de espíritu. Por J. C. N. S.
Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo III; Patron Saints Index.

miércoles, 24 de julio de 2013

Santa Cristina.

Virgen y Mártir
n. siglo III probablemente en Roma;
† hacia el año 250 cerca del Lago Bolsena (Toscana), Italia
Patrona de los arqueros, marineros y molineros.
SANTA CRISTINA, Virgen y Mártir
Todos buscan sus propios intereses
y no los de Jesucristo.
(Filipenses 2, 21)
Santa Cristina demostró ya a la edad de doce años cuán a pecho tomaba los intereses de Jesucristo. Rompió los ídolos de su padre sin preocuparse por los castigos a que la exponía este acto de celo. Su padre la hizo azotar y abofetear brutalmente por sus sirvientes. Fue arrojada en una hoguera y salió de ella sana y salva; se le cortó la lengua, y siguió alabando a Dios. Murió finalmente, atravesada con flechas. Sus reliquias son veneradas en Palermo de Sicilia.
MEDITACIÓN
TODOS BUSCAN SUS INTERESES
I. Cada cual procura sus intereses. El avaro busca las riquezas; el voluptuoso, los placeres; el soberbio, los honores. Saca de esta verdad dos conclusiones: la primera, que no hay que contar con la abnegación de los hombres, sino que hay que confiar en la bondad de Dios; la segunda, que debes deplorar la ceguera del mundo que se adhiere enteramente a bienes pasajeros, mientras descuida los bienes eternos. Que la gloria de Dios sea el fin de todas tus acciones y no tu gloria propia o tu placer.
II. Muy pocas personas hay que busquen la gloria de Jesucristo; hasta es lo más frecuente que los que parecen consagrados a los intereses de Dios, busquen todavía su propia gloria o algún interés temporal. ¿Cuál es el fin que persigues en todo lo que emprendes? En vano pretenderás trabajar por Dios: tu conducta y tus acciones desmienten tus palabras. ¿Puede acaso la lengua negar lo que hace la mano y la palabra destruir lo que ejecutan los actos? (Tertuliano).
III. El mejor medio que hay para procurar tus intereses y trabajar para ti mismo es servir a Dios, porque es el medio que tienes para poner orden en tu negocio más grande, que es la salvación de tu alma. Dios mío, ¡cuán bueno sois! Nada puedo hacer por ti sin trabajar para mí. Y, a la vez, ¡cuán culpable soy para querer más perderme ofendiéndoos que salvarme sirviéndoos! Dios puede ser feliz sin mí, sin Él yo no puedo ser sino desgraciado. Dios no tiene necesidad de tenernos por servidores, y nosotros tenemos necesidad de tenerlo por Señor (San Agustín).
El cuidado de la salvación.
Orad por los enemigos de la Iglesia.
ORACIÓN
Que la bienaventurada Cristina, virgen y mártir, implore por nosotros vuestra misericordia, Señor, ella que siempre os fue agradable por el mérito de su castidad y por la valentía en confesar vuestro santo Nombre. Por J. C. N. S.
Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo III; Patron Saints Index.

martes, 23 de julio de 2013

Martirologio Romano (1961).

  1. En Ravena, el triunfo de san Apolinar, Obispo, el cual, ordenado en Roma por el Apóstol san Pedro y enviado a Ravena, padeció por la fe de Cristo muchos y diversos tormentos; después, predicando el Evangelio en la Emilia, apartó muchas gentes del culto de los ídolos; por fin, vuelto a Ravena, en tiempo del César Vespasiano, consumó un glorioso martirio.
    • Más información:
  2. En Mans de Francia, san Liborio, Obispo y Confesor.
  3. En Roma, el tránsito, de santa Brígida, Viuda, la cuál, después de muchas peregrinaciones hechas a los Santos Lugares, inspirada del divino Espíritu, descansó. Su fiesta se celebra el día 8 de Octubre.
  4. Allí mismo, san Rásifo, Mártir.
  5. También en Roma, el suplicio de santa Primitiva, Virgen y Mártir.
  6. Igualmente, los santos Mártires Apolonio y Eugenio.
  7. El mismo día, el triunfo de los santos Mártires Trófimo y Teófilo, los cuales, en tiempo del Emperador Diocleciano, apedreados, echados en el fuego, y, al fin, cortada la cabeza, fueron coronados del martirio.
  8. En Bulgaria, muchísimos santos Mártires, a quienes el impío Emperador Nicéforo, que asolaba las Iglesias de Dios, quitó la vida con diversos géneros de muerte: con la espada, y en la horca, con saetas, larga prisión y hambre.
  9. En Roma, las santas Vírgenes Rómula, Redenta y Erundina, de quienes escribe san Gregorio Papa.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

lunes, 22 de julio de 2013

Santa María Magdalena.

Penitente
† siglo I
Patrona de los conversos; pecadores arrepentidos; mujeres; quienes llevan una vida contemplativa; peluqueros; farmacéuticos; personas ridiculizadas por su piedad; perfumerías y fabricantes de perfumes; fabricantes de guantes.
Se la invoca en las tentaciones (en especial las que atentan contra la virtud de la pureza).
SANTA MARÍA MAGDALENA, Penitente
Le son perdonados muchos pecados,
porque ha amado mucho.
(Lucas 7, 47)
Mirad a esta ilustre penitente bañando con sus lágrimas los pies del Salvador y enjugándolos con sus cabellos. Es Magdalena, otrora esclava del amor profano, y ahora esposa de Jesús. Lo acompaña en el Calvario; corre a la tumba para perfumar su cuerpo; se prosterna a los pies de Jesús resucitado; y después de su gloriosa ascensión, se retira a la soledad para llorar hasta la muerte pecados que sabía ella le habían sido perdonados. Si tú has imitado sus extravíos, imita su penitencia. Ama mucho, para que se te perdone mucho.
MEDITACIÓN
SOBRE LAS LAGRIMAS
DE SANTA MARÍA MAGDALENA
I. Las primeras lágrimas de Magdalena fueron lágrimas de contrición. Impelida por el dolor de haber ofendido a Dios, busca a Nuestro Señor, lo encuentra en la casa del fariseo y en ella hace una confesión pública de sus pecados. A partir de ese instante renuncia a sus criminales placeres y cambia de vida. ¡Dichosas lágrimas, que borrasteis los pecados de Magdalena! Ojos míos, ¿cuándo lloraréis los desórdenes de mi juventud? ¿Por qué retardar mi conversión? Mundo, placeres, honores, os dejo para siempre: dejadme en adelante llorar mis pecados,¡dejadme un instante a fin de que gima! (Job).
II. Magdalena vertió lágrimas de compasión cuando vio a Jesús en manos de los verdugos. Lo acompañó hasta el Calvario; se mantuvo al pie de la cruz y mezcló su llanto con la Sangre adorable de Jesús. Nosotros vemos todos los días a nuestro divino Salvador clavado en la cruz, todos los días meditamos sobre su Pasión; ¿por qué, pues, nuestro corazón permanece insensible ante sus sufrimientos? ¿Por qué nuestros ojos no vierten lágrimas? ¡Ah! es porque no tenemos por Jesús el mismo amor que Magdalena. La fe de esta mujer fue grande, su amor ardiente, su arrepentimiento sincero (San Lorenzo Justiniano).
III. El deseo de ver a Jesús, después de su resurrección, le hizo bañar en lágrimas la tumba del divino Maestro. El deseo de contemplarlo en el cielo la hizo suspirar y gemir en la gruta a la que se había retirado. Llora ella noche y día porque su exilio se prolonga, y no se le permite unirse a su Bienamado. Viértense lágrimas por una bagatela; mas, ¿quién llora de haber perdido a Jesús? ¿Quién llora por su extravío?
La penitencia.
Orad por la conversión de los pecadores.
ORACIÓN
Oh Dios, que al ruego de la bienaventurada María Magdalena habéis resucitado a su hermano Lázaro, muerto hacía ya cuatro días, haced que experimentemos los efectos de su poderosa intercesión. Vos que, siendo Dios, vivís y reináis por los siglos de los siglos.

sábado, 20 de julio de 2013

San Jerónimo Emiliano.

Confesor
n. 1481 en Venecia, Italia; † 8 de Febrero de 1537 en Italia
Patrono de huérfanos y personas abandonadas.
SAN JERÓNIMO EMILIANO, Confesor
Sed sobrios y vigilad, porque vuestro adversario, el diablo,
ronda como león rugiente buscando a quién devorar.
Resistidle firmes en la fe.
(1 Pedro 5, 8-9)
Jerónimo siguió primero la carrera militar. Siendo gobernador del castillo de Castelnuovo, fue tomado prisionero y cargado de cadenas. En su infortunio, invocó a la Santísima Virgen, y esta bondadosa Madre rompió sus hierros y lo condujo, a través de los enemigos, hasta Trevisa. Una vez entrado en la ciudad suspendió sus armas ante el altar de su libertadora. Después de haber sido alcalde de Trevisa, volvió a Venecia, su ciudad natal, donde se consagró muy especialmente al cuidado de los huérfanos. Estableció para ellos hospicios en Venecia, Bérgamo y en Brescia. Asoció a su obra algunos abnegados laicos y echó así las bases de la Orden de los Somascos. Murió el 8 de febrero de 1537, de una enfermedad que había contraído cuidando enfermos.
MEDITACIÓN
SOBRE LAS TENTACIONES
Y LOS MEDIOS PARA VENCERLAS
I. Dios permite al demonio que nos tiente, a fin de probar nuestra virtud y aumentar nuestra recompensa; pero nunca permite que seamos tentados más allá de nuestras fuerzas. Podemos resistir, si lo queremos; el demonio puede inducirnos al mal, pero no puede constreñirnos a cometerlo; conservamos siempre la libertad y las gracias necesarias para resistirle. El demonio puede muy bien ladrar, excitar, pero no puede mordernos; nos tienta por la persuasión y no por la violencia; no fuerza nuestro consentimiento, lo pide (San Agustín).
II. Nosotros mismos nos tentamos concediendo toda clase de libertades a nuestros sentidos, halagando a nuestro cuerpo y dejándolo en la ociosidad y las delicias. Tentamos a los demás, incitándolos al pecado con nuestras palabras y nuestros ejemplos. Forzamos al demonio a que nos tiente proporcionándole las ocasiones de hacerlo: porque él se sirve de lo que hemos visto, dicho u oído, para llevarnos al pecado. ¿Por qué habremos de oír lo que no se puede hacer sin pecado? (Tertuliano).
III. San Pedro nos indica tres medios para resistir las tentaciones: la sobriedad, la vigilancia y la fe. Sé sobrio, y alejarás casi todas las tentaciones contra la castidad; vigila tus acciones y fácilmente descubrirás las asechanzas que el demonio te arma; en fin, sé hombre de la fe y la fe te dará la victoria sobre todos tus enemigos: porque no puede ser vencido quien cree en el infierno, que es castigo del pecado, y en el cielo, que es recompensa de la virtud.
La fortaleza y la generosidad.
Orad por los que sufren tentación.
ORACIÓN
Oh Dios Padre de las misericordias, por los méritos e intercesión del bienaventurado Jerónimo que disteis como sostén y padre a los huérfanos, concedednos la gracia de conservar fielmente el espíritu de adopción, en virtud del cual nos llamamos, y en efecto lo somos, hijos vuestros.
Por J. C. N. S.

viernes, 19 de julio de 2013

San Vicente de Paul.

Confesor
n. 1581 en Landas, Francia;
† 1660 en París, Francia
(su cuerpo se mantiene incorrupto)
Patrono de sociedades y trabajadores de caridad; hospitales y trabajadores de hospital; personas que necesitan o que brindan ayuda espiritual; voluntarios; leprosos; prisioneros; caballos. Se lo invoca contra la lepra y para encontrar artículos perdidos.
SAN VICENTE DE PAUL, Confesor
Quien diere a uno de estos pequeñuelos un vaso de agua fresca
solamente por razón de ser discípulo mío,
os doy mi palabra que no perderá su recompensa.
(Mateo 10, 42)
¡Cómo hablar de todos los infortunios que este santo ha aliviado! Ninguno, al parecer, podría sustraerse de los ardores de su caridad. Expósitos, jóvenes extraviados, niñas en peligro de perderse, mujeres pervertidas, galeotes, cautivos de los moros, obreros inválidos, alienados, mendigos sin techo, todos los infortunados fueron objeto de su infatigable solicitud. ¡Cuántas obras ha fundado, cuántas se han establecido bajo su patrocinio después de su muerte! ¡Ah! ¡si un vaso de agua dado a un pobre da derecho a una recompensa, cuál no debe ser la gloria de Vicente en el cielo!
MEDITACIÓN
SOBRE EL AMOR AL PRÓJIMO
I. Dios promete recompensar a los que dieren por amor a Él un vaso de agua al prójimo. ¡Qué recompensa no dará a los que hayan hecho grandes limosnas y aliviado a sus hermanos en sus necesidades temporales y espirituales! ¡Cuántas ocasiones dejamos escapar de ejercer la caridad! Jesucristo nos pedirá cuenta de ello en el día del juicio. Parece que nuestra salvación depende únicamente del bien o del mal que hubiéramos hecho a nuestro prójimo.
II. Jesucristo mira como hecho a Él mismo todo el bien o todo el mal que hacemos a nuestro prójimo. Todos los cristianos forman un cuerpo cuya cabeza es Cristo; quien hiere los miembros hiere también la cabeza. ¡Cuál no sería tu dicha, si pudieses dar de comer a Jesucristo, vestirlo y consolarlo! Todo esto haces cuando realizas tus obras de caridad para con los pobres. Aviva tu fe a fin de ver siempre a Jesucristo en la persona de tu prójimo. Fácil te será entonces amarlo, honrarlo y hacerle el bien.
III. Parece que Dios ha querido hacernos dueños de nuestro destino cuando dijo, en varios lugares del Evangelio, que se nos tratará como nosotros hayamos tratado a nuestro prójimo. Se nos juzgará como hayamos juzgado a los demás; se nos dará si damos; se nos perdonará como hayamos perdonado. Así, pues, sobre nosotros mismos recaerá todo el bien o el mal que hacemos a los demás. ¡Cuán extraño, dice San Agustín, es ver a los hombres maltratarse recíprocamente! ¿Las otras creaturas no proporcionan ya bastantes ocasiones de sufrir?
La caridad para con los pobres.
Orad por las Conferencias Vicentinas.
ORACIÓN
Oh Dios, que para evangelizar a los pobres y realzar el brillo del sacerdocio cristiano, habéis revestido al bienaventurado Vicente de una caridad y una fortaleza verdaderamente apostólicas, haced, os lo suplicamos, que honrando sus méritos, seamos fortificados por el ejemplo de sus virtudes. Por J. C. N. S.

miércoles, 17 de julio de 2013

Ave verum - Josquin des Prez - i buoni antichi.

Martirologio Romano (1961).

SAN ALEJO, Confesor
  1. En Roma, san Alejo, Confesor, hijo del Senador Eufemiano, el cual la primera noche de sus bodas, dejando intacta a su esposa, se retiró de su casa, y después de una larga peregrinación volvió a Roma, donde, engañando al mundo con una nueva invención, estuvo desconocido por espacio de diecisiete años, hospedado como pobre en casa de sus padres; pero después de muerto y conocido por una voz que se oyó por las Iglesias de Roma, y por un papel escrito de su mano, fue trasladado con solemne pompa, en tiempo del Papa Inocencio I, a la Iglesia de san Bonifacio, donde resplandeció con muchos milagros.
    • Más información:
  2. En Cartago, el tránsito de los santos Mártires Escilitanos Esperado, Narzal, Citino, Veturio, Félix, Acilino, Letancio, Jenara, Generosa, Vestina, Donata y Segunda; los cuales, por orden del Prefecto Saturnino, después de su primera confesión de la fe, fueron encarcelados, clavados en maderos y por fin degollados. Las reliquias de san Esperado, junto con los huesos de san Cipriano y la cabeza de san Pantaleón Martir, fueron trasladadas de África a Lyon de Francia, y colocadas religiosamente en la Basílica de san Juan Bautista.
  3. En Amastris de Paflagonia, san Jacinto, Mártir, el cual, habiendo padecido, de orden del Prefecto Castricio, muchos tormentos, murió en una cárcel.
  4. En Tívoli, san Generoso, Mártir.
  5. En Constantinopla, santa Teódota, Mártir, en tiempo de León Iconoclasta.
  6. En Roma, el tránsito de san León IV, Papa.
  7. En Pavía, san Ennodio, Obispo y Confesor.
  8. En Auxerre, san Teodosio, Obispo.
  9. En Milán, santa Marcelina, Virgen, hermana de san Ambrosio Obispo; la cual en Roma, en la Iglesia de san Pedro, recibió el sagrado velo de mano del Papa Liberio; de su santidad da testimonio en sus escritos el mismo san Ambrosio.
  10. En Venecia, la Traslación de santa Marina, Virgen.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

martes, 16 de julio de 2013

Nuestra Señora del Carmen.

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
Jesús dijo a su Madre: He ahí a tu hijo;
y, enseguida, al discípulo: He ahí a tu Madre.
(San Juan 19, 26-27)
Es una piadosa creencia que aquellos que llevan el escapulario de la Virgen del Carmen serán preservados del infierno, y que si rezan las oraciones prescritas serán liberados del purgatorio el sábado siguiente al día de su muerte. Este escapulario representa en pequeño el escapulario que la Santísima Virgen en persona dio a Simón Stock, religioso carmelita inglés. La fiesta de este día ha sido establecida para recordar este gran beneficio acordado por la Madre de Dios, y excitar a los fieles a aprovecharlo.
MEDITACIÓN
SOBRE EL ESCAPULARIO
I. Un buen servidor tiene a honra vestir la librea de su señor: debemos tener como un honor el llevar la librea de la Reina del Cielo. ¿Qué gloria, después de aquella de servir a Dios, puede compararse a la de ser servidores e hijos de María? ¡Y cuán generosa es esta buena Madre para con los cristianos que la honran! Aun por los menores homenajes, Ella concede los favores más grandes (San Andrés de Creta).
II. Pero, para gozar de las gracias anexas al escapulario, hay que llevarlo piadosamente. Y la primera condición para ello, es estar en gracia de Dios. ¿Cómo gozar de los favores de María, si se es enemigo de Jesús? ¿No sucederá que, a veces, nos prevalemos del escapulario para pecar más libremente, so pretexto de que los que lo llevan no podrían condenarse? ¡Qué indignidad prevalerse de la protección de la Madre para ofender al Hijo! ¡Ah! si estamos en pecado mortal, gimamos al menos por nuestro estado, aspiremos a salir de él, imploremos la ayuda de Aquélla a quien la Iglesia llama refugio de los pecadores. Ella rogará por nosotros y nos devolverá a la amistad con Dios: porque su poder y clemencia sobrepujan incomparablemente la multitud de nuestros pecados (San Jorge de Nicomedia).
III. Es preciso también, si se quiere participar de todas las ventajas del escapulario, recitar las oraciones y cumplir las buenas obras que se te han asignado cuando fuiste recibido en la Cofradía. ¡Nos imponemos mil sacrificios cuando se trata de preservarnos contra la miseria; y, para escapar de las llamas del purgatorio, retrocedemos ante algunas oraciones que debemos rezar, ante algunas mortificaciones que debemos hacer! ¡Cuánto arrepentimiento deben experimentar, tardío e inútil, en el purgatorio, las almas que no han sido suficientemente fieles a estas prácticas! Prevengamos esos arrepentimientos tardíos e inútiles, y sintámonos dichosos de poder abreviar a tan poco costo, un suplicio tan horrible.
La devoción al escapulario.
Orad por la Cofradía de la Virgen del Carmen.
ORACIÓN
Señor, que habéis honrado a la Orden del Carmelo con el glorioso título de la Bienaventurada Virgen María, vuestra Madre, dignaos concedernos, hoy que celebramos solemnemente su memoria, la gracia de llegar, por su protección, a la beatitud eterna. Por J. C. N. S.

lunes, 15 de julio de 2013

San Enrique I.

Emperador y Confesor
n. 6 de mayo de 972 en Albach (Baviera), Alemania;
† 13 de julio de 1024 en Sajonia
Patrono de personas estériles; matrimonios sin hijos; discapacitados y minusválidos; duques; reyes; personas rechazadas en órdenes religiosas.
Protector contra la esterilidad.
SAN ENRIQUE I, Emperador y Confesor
Si tomáis parte en los sufrimientos,
tendréis parte también en la consolación.
(2 Corintios 1, 7)
San Enrique, llamado el Piadoso, duque de Baviera y después emperador de Alemania, nada emprendía sin antes haber consultado y orado a Dios. En ciertas ocasiones vio a los ángeles y a los santos mártires, sus protectores, combatir a su favor al frente de sus ejércitos. Conservó su virginidad, de común acuerdo con su esposa Santa Cunegunda. Restableció a Benedicto VII en el trono de San Pedro y por todas partes dejó ilustres monumentos de su piedad y religión. Célebre por sus milagros y sus virtudes, dejó la corona para ir a recibir otra más preciosa en el cielo, en 1024.
MEDITACIÓN
SOBRE LA PRIVACIÓN DE LAS
CONSOLACIONES ESPIRITUALES
I. Dios permite a veces que los santos sean privados de todas las consolaciones espirituales. En este triste estado todo los apena: la penitencia les es insoportable, la oración les da tedio, la lectura espiritual y las prácticas de devoción les son fastidiosas. No te asombres de encontrarte en este estado: ¿acaso el Señor no fue abrumado de tristeza en el huerto de los Olivos? ¿No se quejaba, en la cruz, de que su Padre lo había abandonado? Por esa falta de gusto no interrumpas tus ejercicios de devoción; si los haces con menos satisfacción, los harás con más mérito.
II. Dios permite que caigas en este estado de desolación para castigarte por tu tibieza o por algunas faltas leves que has cometido. Tal vez sea la causa tu negligencia en no prepararte para la oración como es debido. Dios quiere hacerte conocer que la devoción sensible es un don: te la concede cuando a Él le place, la retira para humillarte cuando lo juzga oportuno. Pero, sin tanto examinar por qué Dios te trata de tal suerte, saca provecho de ese estado, ten paciencia y redobla el fervor. Si el Esposo se esconde, es para que lo busques con más afán.
III. Examina seriamente qué motivo has dado a Dios para que se retire, e implora su perdón. Reconoce que eres indigno de sus mercedes y que ya eres demasiado feliz con poder servirlo gimiendo en esta vida; no es en este mundo donde Dios recompensa a los elegidos. Dile, sin embargo: Señor que sois todo mi gozo, ¿Por qué me ocultáis vuestra divina faz? ¿Dónde estáis? ¿Dónde os encontraré yo, mi divino Esposo? (San Agustín).
La dedicación a la oración.
Orad por los remisos en el servicio de Dios.
ORACIÓN
Oh Dios, que en este día habéis hecho pasar al bienaventurado Enrique, vuestro confesor, de un trono terrenal al reino eterno, haced, os lo imploramos, que, así como él triunfó por vuestra gracia de las seducciones del siglo,
despreciemos nosotros también los vanos atractivos del mundo, para presentarnos a Vos con un corazón puro.
Por J. C. N. S.